jueves, 30 de junio de 2011

La coronilla de la Divina Misericordia.




La coronilla a la Divina Misericordia

(Para rezarla con las cuentas del Rosario)
  
Introducción.
En sus revelaciones a Santa Faustina, Nuestro Señor Jesucristo le dio una oración especial para ser rezada por todos, pero especialmente por la conversión de los pecadores y para los agonizantes.  "…Reza incesantemente esta coronilla que te he enseñado. Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte. …Hasta el pecador más empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita…" (Diario 687)* "Hija Mía, anima a las almas a rezar la coronilla que te he dado. …cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré entre el Padre y el alma agonizante no como el Juez justo sino como el Salvador misericordioso". (Diario 1541)*

La hora de la Misericordia
A las tres, ruega por Mi misericordia, en especial para los pecadores y aunque sólo sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión, especialmente en Mi abandono en el momento de Mi agonía. Ésta es la hora de la gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré penetrar en Mi tristeza mortal. En esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión…(Diario 1320)*


Oración Inicial
Expiraste,  Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas y el mar de misericordia se abrió para el mundo entero. Oh fuente de vida, insondable Misericordia Divina, abarca al mundo entero y derrámate sobre nosotros. (Diario 1319)*

Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío. (Diario 84)*

Padre nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea Tu nombre, venga a nosotros Tu reino; hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Credo de los apóstoles
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos. Está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Utilizando el Rosario (Diario 476)*
Al comienzo de cada decena: En las cuentas del Padre nuestro (una vez) se dicen las siguientes palabras
Padre eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero. 

En cada cuenta de la decena: El las cuentas del Ave María (diez veces) se dicen las siguientes palabras
Por su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. 

Al terminar los cinco misterios: Se dicen las siguientes palabras (tres veces)
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero. 

Oración final
            Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia Mismos. (Diario 950)*


* Santa María Faustina Kowalska  Diario La Divina Misericordia en mi alma.

Nota
El Señor Jesús dictó esta oración a Sor Faustina en Vilna, en 1935. En las revelaciones posteriores mostró su importancia y eficacia así como transmitió las promesas a ella vinculadas.
En esta oración ofrecemos a Dios Padre "el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad" de Jesucristo, nos unimos a su sacrificio en la cruz para salvar al mundo.
Ofreciendo a Dios Padre su "amadísimo Hijo", recurrimos al motivo más fuerte para ser escuchados. Pedimos la misericordia "para nosotros y el mundo entero". El pronombre "nosotros" se refiere a la persona que reza y las almas por las cuales desea o está comprometida a orar. Mientras que "el mundo entero" son todas las personas que viven en la tierra y las almas que sufren en el purgatorio. Rezando esta coronilla cumplimos el acto de amor al prójimo que - junto a la confianza - es la condición indispensable para alcanzar gracias.

martes, 28 de junio de 2011

Conócete a ti mismo

Sólo tienes que confiar en ti mismo, que es otra forma de decir amarte a ti mismo. Y cuando confías en ti mismo y te amas, entonces, obviamente, te has responsabilizado de lo que eres, seas quien seas. Eso te da una experiencia del ser tan tremenda que nadie te podrá esclavizar de nuevo.
¿Puedes ver la belleza que hay en un individuo que es capaz de mantenerse erguido él solo? Y pase lo que pase -alegría o tristeza, vida o muerte-, el hombre que se ama es tan íntegro que no sólo será capaz de disfrutar de la vida, sino también de la muerte. - Osho

Ámate…


  • Reconoce tus dones y talentos únicos y úsalos para el bien..
  • Sueña en lo que puedes convertirte, pero sin dejar de aceptar y valorarar la persona que eres ahora.
  • Reconoce tus errores, pero no te subestimes debido a ellos.
  • Trata de alcanzar lo imposible y haz lo mejor que puedas dar de ti.
  • Alégrate, porque eres una persona especial, bella y única.
  • Trátate bien.
  • Cuídate.
  • Cree siempre que mereces lo mejor, que mereces mucho amor.
  • Y los demás te amarán, porque el amor produce amor.

lunes, 27 de junio de 2011

Nacer a una nueva vida.

Como personas libres se nos invita a que demos una respuesta a Dios. Él nos amó tanto que nos envió a su querido hijo. Él vino a salvar y no a condenar. Con nuestras obras y allí donde vivimos y trabajamos vamos dando a Cristo nuestra respuesta positiva o negativa. Podemos escoger la luz y sus obras o preferir las de las tinieblas.

La ley y la tradición.

Buena es la ley como pedagoga, pero cuando se obsolutiza y se aplica sin “contemplaciones”, puede esclavizar y matar. Leyes y normas no tienen un valor absoluto.
En tiempos de Jesús los celadores de la Ley eclipsaron el rostro de Dios -en nombre de la religión y de la Ley-, y con la Ley en la mano oprimían a la gente. Jesús, el hombre libre, lo denunció abiertamente. Él vino para mostrarnos el verdadero rostro de Dios y para liberar al ser humano de toda esclavitud.
Un corazón sano es condición básica para vivir religiosamente, para ser libres y liberadores.

Lo que Dios unió, unido queda.


En el proyecto del Reino, Dios nos quiere a todos hermanos, unidos en el amor y desde el amor. Vale esto también para el matrimonio. Como proyecto ideal y feliz implica al varón y a la mujer. Esa unión ha de construirse entre ambos, en igualdad de condiciones. Dos personas, para hacer de dos vidas una vida sola, en amor y fidelidad. Si ese ideal se rompe, habrá siempre dos perdedores.

Festividad de San Pedro y San Pablo apóstoles

29 de Junio

A Pedro se le conoce como un hombre astuto y sencillo, de gran poder para el bien, aunque en ocasiones su terquedad parecía un obstáculo para su crecimiento espiritual. Mientras Jesús caminaba por la orilla del lago de Galilea, observó a dos pescadores echar la red al agua, ellos eran Simón (Pedro) y Andrés. Jesús los llamó diciendo: “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres” (Mateo 4,19). Inmediatamente abandonaron sus redes y lo siguieron. Un poco después visitaron la casa en la que estaba la suegra de Pedro, sufriendo de una fiebre la cual fue curada por Jesús. Esta fue la primera sanación atestiguada por Pedro, de igual forma Pedro presenciaría muchos milagros más durante los tres años de ministerio de Jesús en los que lo acompañó, siempre escuchando, observando, preguntando, aprendiendo. Pedro es el primer papa ya que recibió la suprema potestad pontificia del mismo Jesucristo. Al el se le conoce como el Príncipe de los Apóstoles.


San Pablo escribió 14 cartas que forman parte del Nuevo Testamento y están dirigidas a las comunidades de gentiles, es por eso que se le conoce como San Pablo de los gentiles, ellos eran paganos convertidos por su predicación. En sus cartas les exhorta, les guía en la fe y enseña sobre ética y doctrina. Estas cartas son inspiradas por el Espíritu Santo y forman parte de la revelación divina. Es decir, son Palabra de Dios y por medio de ellas Dios mismo se da a conocer. Pablo es el instrumento en esta comunicación divina pero al mismo tiempo las cartas nos ayudan a conocer al autor humano. Pablo fue perseguidor de Cristianos y nació con el nombre judío de Saúl, el cual mantuvo hasta su conversión.

domingo, 26 de junio de 2011

La gloria de la Trinidad en la vida de la Iglesia

La Iglesia, en su peregrinación hacia la comunión plena de amor con Dios se presenta como un «pueblo congregado por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo».

La Iglesia es ante todo «una». Los bautizados, de hecho, están unidos misericordiosamente con Cristo y constituidos como su Cuerpo místico en la fuerza del Espíritu Santo.

La Iglesia también es «santa». En el lenguaje bíblico, «santo» se refiere a la consagración realizada por Dios a través de la elección y de la gracia ofrecida a su pueblo. «Al unirnos en mutua caridad y en la misma alabanza de la Trinidad, correspondemos a la íntima vocación de la Iglesia y participamos con gusto anticipado de la liturgia de la gloria perfecta del cielo» («Lumen Gentium» 51).

La Iglesia es «católica», enviada por el anuncio de Cristo al mundo entero. La Iglesia peregrinante es misionera por su naturaleza, puesto que toma su origen de la misión del Hijo y del Espíritu Santo, según el designio de Dios Padre.

La Iglesia, por último, es «apostólica». Según el mandato de Cristo, los apóstoles tienen que ir y a enseñar a todas las naciones bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo aquello que él ha ordenado (cf. Mateo, 28, 19-20).

La Iglesia una, santa, católica y apostólica es pueblo de Dios, cuerpo de Cristo y templo del Espíritu Santo. Todos estamos llamados a vivirla de manera cada vez más profunda, y con una comunión cada vez más viva.

«Levántate, tú que antes estabas tumbado durmiendo... 
Levántate y ven corriendo a la Iglesia
aquí está el Padre, aquí está el Hijo, aquí está el Espíritu Santo»
San Ambrosio                                                                    

sábado, 25 de junio de 2011

La fiesta del Amor



La solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús viene después del domingo de la Santísima Trinidad y de la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo. 

Celebrada ya la venida del Espíritu Santo sobre la Iglesia naciente, como conclusión del Tiempo Pascual, estas tres fiestas invitan a una visión integrada, sintética y dinámica, de la historia de la salvación:
  • en su origen está el amor de Dios, uno y trino, que nos amó primero;
  • en la Eucaristía el alimento que conduce a la vida eterna;
  • y en el Corazón de Cristo, las interrogantes: ¿Creemos en el amor de Dios relevado en Cristo Jesús? ¿Cómo agradecemos ese amor y correspondemos a él?

Por ser ésta una celebración originada en el amor se ha tenido y se mantiene en viernes, fuera del marco de lo “obligatorio”; es la invitación a ver todo a la luz del amor del Maestro sacrificado y triunfador del pecado y de la muerte: desde la encarnación, su vida toda, su pasión, muerte y resurrección, hasta su ascensión al cielo y el envío del Espíritu Santo en el nacimiento de la Iglesia. 

Este comienzo y crecimiento de la Iglesia están simbolizados en la sangre y el agua que manaron del costado abierto de Cristo crucificado, y están profetizados en las palabras de Cristo acerca de su muerte en la cruz: “ Y yo cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí. » (Jn 12, 32)

La fiesta del Sagrado Corazón de Jesús es como un compendio de toda la revelación del amor, entonces ¿Por qué el Amor no es amado? ¿Por qué no aprovechamos todas las riquezas de la Vida que él nos ofrece con abundancia?    








viernes, 24 de junio de 2011

Date cuenta

Date cuenta de la energía creadora que hay en tu corazón, capaz de renovar la vida.
Date cuenta que el sol, jamás se cansa de calentar, ni el agua de dar vida, ni la tierra de germinar.
Date cuenta que mañana puede ser mejor; puede haber más paz, más fraternidad, más contento, más deseo de vivir.
Date cuenta que todo es posible para el que cree en las alondras, en los niños, en los hombres, en uno mismo, en Dios. 

G. Meteu

Hoy me pregunté

Caminando voy sin saber muy bien
qué  sendero andar, hacia donde ir.
Hoy me pregunté si sé donde estoy,
dónde comencé, cual será mi fin, para qué vivir.
Como el río soy que hacia el mar se va
donde va a morir y resucitar.
Quiero hacer el bien en mi caminar,
que a mi paso dé flores el jardín, panes el trigal.
En mi corazón luchan sin cesar
lo que quiero ser y la realidad.
En mi corazón quiso Dios sembrar
ansias de vivir, sed de plenitud y felicidad.    

La hora de Jesús

No faltan personas y comunidades que cifran su hora y su momento cumbre en ser importantes, dominar, creerse superiores y exclusivos, cerrarse a los demás, discriminar y aferrarse a todo tipo de nacionalismo y triunfalismo.
La hora de Jesús pasa por una misión universal que a todos acoge y ofrece liberación. La Hora de Jesús significa amar hasta el fin dando la propia vida. La hora de Jesús conlleva obediencia sin límites al Padre. Es también juicio del mundo y de Satanás. La hora de Jesús es el paso de un mundo  nuevo, a su gloria y exaltación.
Ser discípulo de Jesús HOY implica aceptar su concepción sobre el Mesías y seguirlo en su HORA, asumiendo la posibilidad de sufrir persecución y perder la propia vida. Nuestra realización y nuestra Hora está en vivir esa nueva lógica del Evangelio.

"Mientras estás vivo, estate totalmente vivo"


"Una vez, un discípulo le preguntó a Confucio cómo ser feliz, cómo ser dichoso. Confucio le dijo: Estás haciendo una pre­gunta muy extraña, son cosas naturales. Una rosa no pregunta cómo ser una rosa.

En lo que se refiere a la tristeza y la desdi­cha, tendrás mucho tiempo cuando estés en la tumba; entonces podrás ser desdichado a tus anchas. Pero mientras estás vivo, es­tate totalmente vivo. 

De esa totalidad y de esa intensidad surgi­rá la felicidad y, sin duda, un hombre feliz aprende a bailar"

"La vida"

Esta es la gran diferencia entre la felicidad y la sabiduría:
quien se cree el hombre más feliz, lo es en realidad;
pero el que se cree el más sabio, es por lo general el más necio.

Al lado de ciertas personalidades, uno se siente insignificante.
Pero un verdadero gran hombre hace que todos se sientan importantes”

jueves, 23 de junio de 2011

Una maravillosa experiencia espiritual.



La comunidad de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Costa Azul, que asistió a la celebración con motivo de la Festividad de El Cuerpo y la Sangre de Cristo, tuvo la oportunidad de vivir una experiencia única.
Todo inició con la celebración de la Eucaristía, en la que sus lecturas nos mostraron el amor que Dios ha tenido al hombre desde siempre. Recordándonos como Dios alimentaba al pueblo de Israel proporcionándole el maná. Aquel alimento que sostenía el cuerpo, pero no evitaba la muerte de los que lo comían. En cambio vino Jesús, el verdadero pan de la vida, y proclamó: “El que come de mi carne y bebe de mi sangre, tiene vida eterna”. Que todos los cristianos formamos entre sí “un solo cuerpo” al participar todos del cuerpo del Señor y al compartir su cáliz.
No podía faltar la hermosa secuencia “El pan que del cielo baja” propia de esta festividad.
En la homilía se destacó la importancia que tiene una buena preparación para recibir el Cuerpo de Cristo. Empezando con el sacramento de la Reconciliación, pasando por el ayuno eucarístico y siendo conscientes de a quien se recibe al comulgar.
Posteriormente se hizo la procesión con el Santísimo por las calles aledañas a la parroquia, haciendo siete estaciones, mientras se entonaban cantos alusivos, sin faltar el Himno Eucarístico.
Gloria a ti, Hostia santa y bendita, sacramento, misterio de amor; luz y vida del nuevo milenio, esperanza y camino hacia Dios”.
Para concluir, se dio la bendición con el Santisimo.
Damos gracias a Dios por esta experiencia de vida.





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