martes, 21 de diciembre de 2021

LA FAMILIA, IMPORTANTE Y CAMBIANTE

 


En la Biblia, la familia ocupa un puesto importante. No hubiera podido ser de otro modo, porque los autores bíblicos nacieron en el marco de una familia. Por lo tanto, la historia de Jesús empieza en el seno de una familia, como Lucas nos muestra. Jesús es hijo carnal de María, ligado físicamente a ella por la carne. Es ligado legalmente a José, por lo cual queda registrado oficialmente como descendiente de David. Pero su familia biológica y legal queda relativizada y sometida a otra superior, su relación con el Padre. Por si fuera poco, la familia sufre otro cambio, el de significado, en la primera carta de Juan. Allí, el Apóstol habla de los cristianos como hijos de Dios, no por ataduras carnales, legales, o metafísicas, sino por la gracia y la fe. La familia bíblica es importante, pero siempre cambiante.

FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ Domingo 26 de diciembre 2021


 

LA FAMILIA, IMPORTANTE Y CAMBIANTE


1 Sam 1,20-22. 24-28; Sal 83; 1 Jn 3, 1-2. 21-24; Lc 2, 41-52
 
En la Biblia, la familia ocupa un puesto importante. No hubiera podido ser de otro modo, porque los autores bíblicos nacieron en el marco de una familia. Por lo tanto, la historia de Jesús empieza en el seno de una familia, como Lucas nos muestra. Jesús es hijo carnal de María, ligado físicamente a ella por la carne. Es ligado legalmente a José, por lo cual queda registrado oficialmente como descendiente de David. Pero su familia biológica y legal queda relativizada y sometida a otra superior, su relación con el Padre. Por si fuera poco, la familia sufre otro cambio, el de significado, en la primera carta de Juan. Allí, el Apóstol habla de los cristianos como hijos de Dios, no por ataduras carnales, legales, o metafísicas, sino por la gracia y la fe. La familia bíblica es importante, pero siempre cambiante.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Lc 2, 16
 
Llegaron los pastores a toda prisa y encontraron a María y a José, y al niño recostado en un pesebre.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor Dios, que te dignaste dejarnos el más perfecto ejemplo en la Sagrada Familia de tu Hijo, concédenos benignamente que, imitando sus virtudes domésticas y los lazos de caridad que la unió, podamos gozar de la eterna recompensa en la alegría de tu casa. Por nuestro Señor Jesucristo ....
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Samuel quedará consagrado de por vida al Señor.
 
Del primer libro de Samuel: 1, 20-22. 24-28
 
En aquellos días, Ana concibió, dio a luz un hijo y le puso por nombre Samuel, diciendo: ''Al Señor se lo pedí". Después de un año, Elcaná, su marido, subió con toda la familia para hacer el sacrificio anual para honrar al Señor y para cumplir la promesa que habían hecho, pero Ana se quedó en su casa. Un tiempo después, Ana llevó a Samuel, que todavía era muy pequeño, a la casa del Señor, en Siló, y llevó también un novillo de tres años, un costal de harina y un odre de vino.
Una vez sacrificado el novillo, Ana presentó el niño a Elí y le dijo: "Escúchame, señor: te juro por mi vida que yo soy aquella mujer que estuvo junto a ti, en este lugar, orando al Señor. Este es el niño que yo le pedía al Señor y que él me ha concedido. Por eso, ahora yo se lo ofrezco al Señor, para que le quede consagrado de por vida". Y adoraron al Señor.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 83,2-3.5-6.9-10.
R/. Señor, dichosos los que viven en tu casa.
 
Anhelando los atrios del Señor se consume mi alma. Todo mi ser de gozo se estremece y el Dios vivo es la causa. R/.
 
Dichosos los que viven en tu casa, te alabarán para siempre; dichosos los que encuentran en ti su fuerza y la esperanza de su corazón. R/.
 
Escucha mi oración, Señor de los ejércitos; Dios de Jacob, atiéndeme. Míranos, Dios y protector nuestro, y contempla el rostro de tu Mesías. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Nos llamamos hijos de Dios y lo somos.
 
De la primera carta del apóstol san Juan: 3,1-2.21-24
 
Queridos hijos: Miren cuánto amor nos ha tenido el Padre, pues no sólo nos llamamos hijos de; Dios, sino que lo somos. Si el mundo no nos reconoce, es porque tampoco lo ha reconocido a él.
Hermanos míos, ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando él se manifieste, vamos a ser semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
Si nuestra conciencia no nos remuerde, entonces, hermanos míos, nuestra confianza en Dios es total. Puesto que cumplimos los mandamientos de Dios y hacemos lo que le agrada, ciertamente obtendremos de él todo lo que le pidamos.
Ahora bien, éste es su mandamiento: que creamos en la persona de Jesucristo, su Hijo, y nos amemos los unos a los otros, conforme al precepto que nos dio. Quien cumple sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él. En esto conocemos, por el Espíritu que él nos ha dado, que él permanece en nosotros. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Hechos 16,14
R/. Aleluya, aleluya.
 
Abre, Señor, nuestros corazones, para que aceptemos las palabras de tu Hijo. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Los padres de Jesús lo encontraron en medio de los doctores.
 
Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 41-52
 
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén para las festividades de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, fueron a la fiesta, según la costumbre. Pasados aquellos días, se volvieron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo supieran. Creyendo que iba en la caravana, hicieron un día de camino; entonces lo buscaron, y al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén en su busca.
Al tercer día lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, sus padres se quedaron atónitos y su madre le dijo: "Hijo mío, ¿por qué te has portado así con nosotros? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia". Él les respondió: "¿Por qué me andaban buscando? ¿No sabían que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?". Ellos no entendieron la respuesta que les dio. Entonces volvió con ellos a Nazaret y siguió sujeto a su autoridad. Su madre conservaba en su corazón todas aquellas cosas. Jesús iba creciendo en saber, en estatura y en el favor de Dios y de los hombres. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 


PLEGARIA UNIVERSAL
 
Oremos, hermanos, a Jesucristo, el Señor, que, para santificar la familia, quiso compartir la vida de un hogar humano:
 
Para que el Señor, que quiso participar de la vida de la familia en el hogar de María y José, mantenga en paz y armonía a todas las familias cristiana, roguemos al Señor.
 
Para que los novios sientan la presencia de Dios en la vivencia de su amor mutuo y se preparen sanamente para su matrimonio, roguemos al Señor.
 
Para que Dios ilumine y consuele a las familias desunidas, a los esposos que han de vivir separados por causa del trabajo, a los hijos de los divorciados, a los hogares sin hijos y a los que lloran la muerte de sus familiares, roguemos al Señor.
 
Para que nos esforcemos por vivir en paz y armonía con nuestros familiares (con los miembros de nuestra comunidad), superando con bondad, comprensión y caridad fraterna nuestras mutuas desavenencias, roguemos al Señor.
 
Señor Dios nuestro, que has querido que tu Hijo, engendrado antes de todos los siglos, fuera miembro de una familia humana, escucha nuestras súplicas y haz que los padres y madres de familia participen de la fecundidad de tu amor, y que sus hijos crezcan en sabiduría, entendimiento y gracia ante ti y ante los hombres.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de reconciliación, y te pedimos humildemente que, por la intercesión de la Virgen Madre de Dios y de san José, fortalezcas nuestras familias en tu gracia y en tu paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
La Salvación por Cristo
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar; Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Pues por amor creaste al hombre, y, aunque condenado justamente, lo redimiste por tu misericordia, por Cristo, Señor nuestro. Por El, los ángeles y los arcángeles y todos los coros celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociamos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza:
Santo, Santo, Santo…
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Bar 3, 38
 
Nuestro Dios apareció en el mundo y convivió con los hombres.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Padre misericordioso, haz que, reanimados con este sacramento celestial, imitemos constantemente los ejemplos de la Sagrada Familia, para que, superadas las aflicciones de esta vida, consigamos gozar eternamente de su compañía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20211226

 

Parece casi obvio que la familia humana puede ser una imagen de la Trinidad. Como en la Trinidad hay tres personas unidas entre sí, así en la familia hay tres (o más personas) unidas entre sí, No obstante, la teología católica siempre ha abrigado dudas acerca del tema de la familia humana como imagen divina. Estas dudas tienen que ver con el carácter carnal de la familia humana (las personas divinas no pueden nacer físicamente una de otra) y con la subordinación de los hijos a los padres (las personas divinas son iguales y no conocen subordinación). Otro motivo importante, sin embargo, es porque las familias humanas no siempre se comportan como buenas imágenes de Dios, ya que pueden sufrir rupturas y violencia entre sus miembros. ¿A quién refleja nuestra familia, a la Trinidad o a la humanidad fragmentada y violenta?

viernes, 17 de diciembre de 2021

DOMINGO IV DE ADVIENTO Ciclo C Domingo 19 de diciembre 2021


 

UN RELATO CON MUCHOS NIVELES DE SENTIDO
Miq 5,2-4; Sal 79; Heb 10,5-10; Lc 1,39-45
 
El relato del encuentro entre la Virgen María e Isabel puede interpretarse en diferentes niveles y de diferentes modos. En un nivel, se puede interpretar como una muestra de la caridad y la actitud de servicio que siempre han imbuido la vida de la Virgen: ella va a ayudar a su pariente en los difíciles días de su embarazo. En otro nivel, se puede leer como un contraste entre el antiguo pueblo de Israel, simbolizado por la anciana Isabel, y el nuevo pueblo cristiano, simbolizado por la joven María virgen. En otro nivel más, se construye como una meditación sobre el origen maravilloso de Jesús, ya que encontramos eventos extraordinarios, como una joven viajando a por montañas peligrosas, un niño que salta de alegría en el seno de su madre y un discurso inspirado por el Espíritu Santo.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. 15 45, 8
 
Cielos, destilen el rocío; nubes, lluevan la salvación; que la tierra se abra y germine el salvador.
 
 
No se dice Gloria.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Te pedimos, Señor, que infundas tu gracia en nuestros corazones, para que, habiendo conocido, por el anuncio del ángel, la encarnación de tu Hijo, lleguemos, por medio de su pasión y de su cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
De ti saldrá el jefe de Israel.
 
Del libro del profeta Miqueas: 5,1-4
 
Esto dice el Señor: "De ti, Belén de Efrata, pequeña entre las aldeas de Judá, de ti saldrá el jefe de Israel, cuyos orígenes se remontan a tiempos pasados, a los días más antiguos.
Por eso, el Señor abandonará a Israel, mientras no dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces el resto de sus hermanos se unirá a los hijos de Israel. Él se levantará para pastorear a su pueblo con la fuerza y la majestad del Señor, su Dios. Ellos habitarán tranquilos, porque la grandeza del que ha de nacer llenará la tierra y él mismo será la paz". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 79, 2ac. 3c.15-16.18-19.
R/. Señor, muéstranos tu favor y sálvanos.
 
Escúchanos, pastor de Israel; tú que estás rodeado de querubines, manifiéstate; despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.
 
Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tu viña y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú mismo cultivaste. R/.
 
Que tu diestra defienda al que elegiste, al hombre que has fortalecido. Ya no nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Aquí estoy, Dios mío, para hacer tu voluntad.
 
De la carta a los hebreos: 10, 5-10
 
Hermanos: Al entrar al mundo, Cristo dijo, conforme al salmo: No quisiste víctimas ni ofrendas; en cambio, me has dado un cuerpo. No te agradaron los holocaustos ni los sacrificios por el pecado; entonces dije -porque a mí se refiere la Escritura-: "Aquí estoy, Dios mío; vengo para hacer tu voluntad". Comienza por decir: "No quisiste víctimas ni ofrendas, no te agradaron los holocaustos ni los sacrificios por el pecado" -siendo así que eso es lo que pedía la ley-; y luego añade: "Aquí estoy, Dios mío; vengo para hacer tu voluntad".
Con esto, Cristo suprime los antiguos sacrificios, para establecer el nuevo. Y en virtud de esta voluntad, todos quedamos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez por todas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 1, 38
R/. Aleluya, aleluya.
 
Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho. R/.
 
 
EVANGELIO
 
¿Quién soy para que la madre de mi Señor venga a verme?
 
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-45
 
En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Pidamos, hermanos, el auxilio del Señor, para que, apiadado del pobre y del oprimido, venga a salvar al mundo de sus males: Digamos confiadamente: R/. Ven Señor Jesús.
 
Para que todos los fieles se dispongan a recibir a Cristo como lo recibió María y como ella conserven sus palabras en el corazón, roguemos al Señor.
 
Para que aquellos hermanos nuestros que han abandonado las prácticas cristianas, pero acudirán a la iglesia en las próximas fiestas de Navidad descubran la buena noticia del Evangelio, no como un rayo fugaz en la noche, sino como luz permanente que ilumina y alegra toda la vida, roguemos al Señor.
 
Para que las fiestas del nacimiento del Señor, alejen las tinieblas de quienes viven sumergidos en dudas e incertidumbres y colmen los deseos de quienes se sienten descorazonados y tristes, roguemos al Señor.
 
Para que el nacimiento de Cristo nos ayude a renunciar a los deseos mundanos y a vivir sobria y honradamente, esperando la aparición definitiva del Señor, roguemos al Señor.
 
Dios nuestro, que elegiste como templo de tu permanencia a María, la humilde hija de Israel, escucha nuestras plegarias y concédenos vivir siempre plenamente adheridos a tu voluntad, imitando la obediencia del Verbo, que vino al mundo a cumplir las Escrituras. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Que santifique, Señor, estos dones, colocados en tu altar, el mismo Espíritu que fecundó con su poder el seno de la bienaventurada Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
MARÍA, NUEVA EVA
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación alabarte, bendecirte y glorificarte Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por el misterio de la Virgen Madre.
 
Del antiguo adversario nos vino la ruina, pero en el seno virginal de la hija de Sión recibió la vida aquél que nos nutre con el pan de los ángeles, y surgieron para todo el género humano la salvación y la paz.
 
La gracia que perdimos por Eva nos fue devuelta en María; su maternidad redimida del pecado y de la muerte, se abre al don de una vida nueva. para que, donde abundó el pecado sobreabundara tu misericordia por Cristo, nuestro Salvador.
 
Por eso nosotros, mientras esperamos la venida de Cristo, unidos a los ángeles y a los santos, cantamos el himno de tu gloria:
 
Santo, Santo, Santo es el Señor,
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Is 7,14
 
Miren: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien le pondrá el nombre de Emmanuel.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Habiendo recibido esta prenda de redención eterna, te rogamos, Dios todopoderoso, que, cuanto más se acerca el día de la festividad que nos tae la salvación, con tanto mayor fervor nos apresuremos a celebrar dignamente el misterio del nacimiento de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20211219

Los relatos bíblicos de Adviento y Navidad son tan familiares que podemos narrarlos de memoria. Conocemos cómo el anuncio del nacimiento de Jesús fue hecho a la Virgen María por el ángel Gabriel; cómo Zacarías se negó a creer que su esposa se embarazaría y se quedó mudo como un castigo; cómo reaccionó José cuando descubrió que la Virgen María esperaba a un hijo que no era suyo; y muchos otros. Nuestra familiaridad, sin embargo, no debe conducirnos a descuidar las lecturas de este tiempo. La Biblia tiene una infinidad de riquezas para nosotros. Como ha escrito el Concilio Vaticano II, "es tanta la eficacia que radica en la palabra de Dios, que es, en verdad, apoyo y vigor de la Iglesia, y fortaleza de la fe para sus hijos, alimento del alma, fuente pura y perenne de la vida espiritual" (Dei Verbum, n. 21).

jueves, 16 de diciembre de 2021

Genealogía de Jesucristo Mateo 1, 1-17


 


 
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos; Judá engendró de Tamar a Fares y a Zará; Fares a Esrom, Esrom a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón; Naasón a Salmón, Salmón engendró de Rajab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, Obed a Jesé, y Jesé al rey David.
 
David engendró de la mujer de Urías a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abiá, Abiá a Asaf; Asaf a Josafat; Josafat a Joram; Joram a Ozías, Ozías a Joatam, Joatam a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías a Manasés, Manasés a Amón, Amón a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, durante el destierro en Babilonia.
 
Después del destierro en Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquim, Eliaquim a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
 
De modo que el total de generaciones, desde Abraham hasta David, es de catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, es de catorce, y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, es de catorce.

viernes, 10 de diciembre de 2021

NICAN MOPOHUA 12 de diciembre 2021

 




EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA

 

NICAN MOPOHUA «Salió a su encuentro a un lado del cerro y le dijo: "¿Qué hay, hijo mío el más pequeño? ¿Adónde vas?". ¿Se apenó él un poco o tuvo vergüenza, o se asustó? Juan Diego se inclinó delante de ella; y le saludó, diciendo: "Niña mía, la más pequeña de mis hijas. Señora, ojalá estés contenta.

¿Cómo has amanecido? ¿Estás bien de salud, Señora y Niña mía? Voy a causarte aflicción: sabe, Niña mía, que está muy malo un pobre siervo tuyo, mi tío; le ha dado la peste, y está para morir. Ahora voy presuroso a tu casa de México a llamar uno de los sacerdotes amados de Nuestro Señor, que vaya a confesarle y disponerle; porque desde que nacimos, venimos a aguardar el trabajo de nuestra muerte. Pero si voy a hacerlo, volveré luego otra vez aquí, para ir a llevar tu mensaje. Señora y Niña mía, perdóname; tenme por ahora paciencia; no te engaño, Hija mía la más pequeña; mañana vendré a toda prisa". Después de oír la plática de Juan Diego, respondió la piadosísima Virgen: "Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige, no se turbe tu corazón, no temas esa enfermedad, ni otra alguna enfermedad y angustia. ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Qué más has menester? No te apene ni te inquiete otra cosa; no te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella: está seguro que ya sano". (Y entonces sanó su tío según después se supo). Cuando Juan Diego oyó estas palabras de la Señora del Cielo, se consoló mucho; quedó contento. Le rogó que cuanto antes le despachara a ver al señor obispo, a llevarle alguna señal y prueba; a fin de que le creyera». (Del texto original de las apariciones. Autor: Don Antonio Valeriano 1520-1605).

 

SOLEMNIDAD, NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE, PATRONA DE AMÉRICA Domingo 12 de diciembre 2021

 

 


Era el mes de diciembre de 1531, diez años solamente después de conquistada Tenochtitlan por los españoles, cuando la santísima Virgen se apareció al indígena Juan Diego en el cerro del Tepeyac. Lo nombró su embajador ante el obispo. fray Juan de Zumárraga, para que le construyeran un templo. La prueba de que las palabras de Juan Diego eran ciertas fueron las rosas que llevó en su tilma y la preciosa imagen que apareció dibujada en ella. La santísima Virgen es nuestra Madre. Toda la historia de Juan Diego y de las apariciones de la Virgen están fundadas en una constante y sólida tradición.
 
 
LOS PROTAGONISTAS DE LA HISTORIA
Is 7. 10-14; Sal 66, Gál 4, 4-7 Lc l 39-48
 
Casi nunca la historia nos narra los acontecimientos simples de los pobres. En el texto de Lucas encontramos una excepción. A pesar de ser este evangelista un historiador, no se ha dejado arrastrar por la tendencia a resaltar las obras de los poderosos de la tierra; él ha querido mostrar los detalles simples de una realidad que aparentemente no tiene ningún puesto en el desarrollo histórico de una sociedad que sólo considera importante lo que hacen los grandes. Aquí el protagonismo es de un par de mujeres, personajes ya de por sí devaluados en una sociedad machista patriarcal, dos niños que aún sin nacer ya están llamando la atención del autor y el Espíritu Santo, que llena de gozo a Isabel para bendecir a su parienta María y el fruto de su vientre y para cantar la grandeza del Señor.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Apoc 12,1
 
Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
Se dice Gloria.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios, Padre de misericordia, que has puesto a este pueblo tuyo bajo la especial protección de la siempre Virgen María de Guadalupe, Madre de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, profundizar en nuestra fe y buscar el progreso de nuestra patria por caminos de justicia y de paz. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo.
 
Del libro del profeta Isaías: 7, 10-14
 
En aquellos tiempos, el Señor le habló a Ajaz diciendo: "Pide al Señor, tu Dios, una señal de abajo, en lo profundo o de arriba, en lo alto". Contestó Ajaz: "No la pediré. No tentaré al Señor".
Entonces dijo Isaías: "Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien, el Señor mismo les dará por eso una señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
O bien:
 
Yo soy la madre del amor. Vengan a mí los que me aman.
 
Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 24, 23-31
 
Yo soy como una vid de fragantes hojas y mis flores son producto de gloria y de riqueza. Yo soy la madre del amor, del temor, del conocimiento y de la santa esperanza. En mí está toda la gracia del camino y de la verdad, toda esperanza de vida y de virtud. Vengan a mí, ustedes, los que me aman y aliméntense de mis frutos. Porque mis palabras son más dulces que la miel y mi heredad, mejor que los panales.
Los que me coman seguirán teniendo hambre de mí, los que me beban seguirán teniendo sed de mí; los que me escuchan no tendrán de qué avergonzarse y los que se dejan guiar por mí no pecarán. Los que me honran tendrán una vida eterna. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 66, 2-3. 5. 7-8.
R/. Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
 
Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R/.
 
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia; con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones. R/.
 
Que te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos juntos. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer.
 
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 4, 4-7
 
Hermanos: Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estábamos bajo la ley, a fin de hacernos hijos suyos.
Puesto que ya son ustedes hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: "¡Abbá!", es decir, ¡Padre! Así que ya no eres siervo, sino hijo; y siendo hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 1, 47
R/. Aleluya, aleluya.
 
Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
 
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-48
 
En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno. Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor". Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Pongamos, hermanos, nuestros ojos en Jesús, que, para salvar al mundo, quiso nacer de santa María Virgen, y oremos por nuestra nación, por los pueblos de América Latina y por el bien de todos los hombres:
 
Para que el Señor, que quiso que la santidad de la Iglesia se prefigurara y culminara en la perfección de María, conceda a los cristianos de México y a sus pastores ser vivo reflejo de aquella santidad que resplandece en la santa Madre de Dios, roguemos al Señor.
 
Para que nuestra nación, que hoy venera con solemnidad a María, bajo la advocación de Guadalupe, alcance una paz verdadera y estable y vea alejada de sus ciudadanos las injusticias y los egoísmos mutuos, roguemos al Señor.
 
Para que el ejemplo de la fortaleza de María, que sufrió crueles dolores al pie de la cruz, sea consuelo para los que sufren y esperanza para quienes se sienten decaídos, roguemos al Señor.
 
Para que los cristianos de México que hoy celebramos la Solemnidad de Nuestra Señora de
Guadalupe, demos a los ciudadanos de nuestra nación un claro testimonio de fe cristiana y una colaboración eficaz a la prosperidad de nuestro pueblo, roguemos al Señor.
 
Dios nuestro, que has querido que santa María de Guadalupe fuera ayuda y patrona del pueblo mexicano, escucha nuestras plegarias y haz que, confiando en su ayuda poderosa, obtengamos los bienes que te hemos pedido. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en esta solemnidad de nuestra Señora de Guadalupe, y haz que este sacrificio nos dé fuerza para cumplir tus mandamientos, como verdaderos hijos de la Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO: La Virgen María, signo materno del amor de Dios.
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque en tu inmensa bondad has querido que la Madre de tu Hijo, bajo el título de Guadalupe, fuera especial Madre nuestra, refugio y Señora, presencia viva en la historia de este pueblo tuyo.
Ella, mensajera de tu verdad y signo materno de tu amor, nos brindó compasión, auxilio y defensa, y hoy nos invita a reconciliarnos contigo y entre nosotros, y a proclamar el Evangelio de tu Hijo, para hacer que florezcan en nuestras tierras la fraternidad y la paz.
Por eso, con todos los ángeles y los santos, te alabamos, proclamando sin cesar: Santo, Santo, Santo ...
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 147, 20
 
No ha hecho nada semejante con ningún otro pueblo; a ninguno le ha manifestado tan claramente su amor.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que acabamos de recibir en este sacramento, nos ayuden, Señor, por intercesión de santa María de Guadalupe, a reconocernos y amarnos todos como verdaderos hermanos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20211212

 

La Solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe nos proporciona una magnífica oportunidad de reflexionar sobre nuestra historia. La historia no es sólo un tema para los historiadores que enseñan cursos sobre ella en las universidades ni tampoco para los políticos que quieren ganar votos para las próximas elecciones. Es un tema importante para cada persona, porque la historia nos hizo lo que somos. ¿De dónde venimos? ¿Cómo llegamos hasta aquí? Si no podemos contestar éstas y otras preguntas similares acerca de nuestra nación o de toda América Latina, ¿por qué no reflexionar sobre la historia de nuestra ciudad o nuestro barrio o nuestra familia? Lo importante es resaltar el papel de los pobres y sencillos porque, como nos ha enseñado La Morenita, con sabiduría y ternura infinita, son ellos los preferidos de Dios y son ellos los que protagonizan la historia.

jueves, 9 de diciembre de 2021

SAN JOSÉ, NUESTRO MODELO

 


Después de condenar a los malos pastores de Israel, tales como los reyes injustos y falsos profetas, el Señor, por boca del profeta Jeremías, anuncia que mandará un buen pastor, retoño de David, que será prudente y reinará con justicia, de hecho, se le llamará "el-Señor- nuestra-justicia". Él reunirá a las ovejas dispersas y lastimadas por los malos pastores, y las apacentará en sus campos. Sabemos que el Buen Pastor por excelencia, es Jesús, quien vino no sólo a cuidar a las ovejas, sino a dar su vida por ellas (cfr. Jn 10,11).

La larga serie de generaciones que leemos en Mt 1, 1-17, llega a su culmen con José, a través del cual Jesús será también "hijo de David". José y María ya están desposados, aunque todavía no viven juntos. Grande es la sorpresa de José cuando ve a su esposa embarazada, sin que el niño fuera hijo suyo. Esto lo sume en un mar de dudas, hasta que decide abandonarla, para no denunciarla como infiel, pues por eso podrían apedrearla. Hasta que el ángel le explica que el niño es obra del Espíritu Santo, y que acepte en su casa a María como esposa. Le encarga, además, desempeñar un papel muy importante en el misterio de la encarnación: ser papá adoptivo de Jesús. José acepta al futuro recién nacido y, como papá oficial, tendrá que ponerle un nombre que indica su destino: "Jesús, porque él salvará al pueblo de sus pecados". José, "hombre justo", es un modelo admirable de fe y de generosidad; puso toda su vida al servicio de nuestra redención.