Remar Mar Adentro, pretende, como laicos comprometidos, presentar temas de reflexión para vivir el reino de Dios; levantando las anclas en una tarea asumida generosamente. Ricardo Huante Magaña
sábado, 18 de noviembre de 2023
DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo A VII Jornada Mundial de los Pobres Domingo 19 de noviembre 2023
"No apartes tu rostro del pobre" (Tb 4, 7) MR, p. 447 (443) /
Lecc. II, p. 88
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20231119
El trabajo, que es una manera de cumplir con nuestro deber de ser fructíferos, ha sido discutido por los Papas más profundamente en los decenios recientes. Juan Pablo II, quien trabajó en una cantera durante su juventud, emitió la primera declaración extensa de un Papa sobre el trabajo en su encíclica de 1981, Laborem exercens. Para este Papa, el trabajo es el cumplimiento de la vocación esencial que Dios dio a la humanidad: "llenen la tierra y sométanla" (Gén 1,28). El Papa Francisco, quién también desempeñó varios trabajos durante su juventud, añade que la Biblia presenta a Dios como uno que trabaja: por ejemplo, dice que "Dios terminó en el séptimo día el trabajo que había hecho" (Gén 2, 2). El trabajo, por tanto, es nuestra participación en el mismo actuar de Dios (homilía del 1 de mayo de 2020).
EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20231119
«El siervo aquel que recibió cinco talentos es el pueblo creyente que vino de la ley, partiendo de la cual duplicó su mérito, cumpliendo la obra de la fe evangélica. Aquel siervo a quien se encargaron dos talentos es el pueblo gentil justificado por la fe y por la confesión del Hijo y del Padre; esto es, por la confesión de nuestro Señor Jesucristo, Dios y hombre de espíritu y carne. Éstos son, pues, losdos talentos que le fueron confiados. Pero como el pueblo judío había conocido todos los misteriosque se contienen en los cinco talentos, esto es, en la Ley y lo duplicó por la fe en el Evangelio, así elpueblo de los gentiles mereció la comprensión y las obras por el aumento de los dos talentos. Este siervo que recibió un talento y lo escondió en la tierra, es el pueblo que persiste en la ley judía, quepor envidia y por no querer salvar a las naciones, escondió en tierra el talento recibido; ocultar el talento en la tierra es ocultar bajo la envidia de la pasión corporal la gloria de la nueva predicación. Al cabo de mucho tiempo ... Conviene poner atención en el examen de este juicio. Se presentó el que había recibido un talento y dijo: Señor, sé que eres un hombre duro... También se entiende por este siervo, el pueblo judío aferrado a su ley. Alega como pretexto de su alejamiento de la ley evangélica el miedo y dice: Aquí tienes lo que es tuyo, o como si hubiera observado todo aquello que por el Señor está mandado. Sabiendo que yerra, queriendo recoger frutos de justicia donde la ley no ha sido admitida, y hacer fieles de entre los gentiles dispersos, que no son de la estirpe de Abraham. (...) La gloria y el honor de la ley pertenece a aquellos que practican el Evangelio: al paso que se quitará a aquellos que no tienen la fe de Cristo aun cuando parecía que tenían la de la ley»
(San Hilario [e. 31 0-367]. In Mattaeum, 27).
viernes, 3 de noviembre de 2023
DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo A Domingo 5 de noviembre 2023
Mal l, 14-2,2. 8-11; Sal 130; 1 Tes 2, 7-9. 13; Mt
23,1-12
Malaquías profetizaba durante un tiempo difícil
para el pueblo judío, especialmente respecto al culto. Los exiliados volvieron
de Babilonia llenos de entusiasmo para poder vivir su fe sin restricciones,
después de decenios de destierro. No obstante, los desafíos que encontraron en
su tierra minaron su entusiasmo hasta que, como leemos en la primera lectura,
no dudaron en sacrificar "animales defectuosos" (1, 14) y otras
maneras de cometer ofensas contra el culto. Malaquías denuncia el desprecio
hacia Dios representada por tal dejadez. En el Evangelio, los escribas y los
fariseos mostraron un desprecio parecido, no sólo a Dios sino también a sus
semejantes, en su interpretación onerosa de las reglas de su culto, en su
comportamiento durante el mismo, y con los adornos exagerados que llevaban
durante las oraciones. El culto debe ser permeado por un amor sincero hacia
Dios y los demás.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 37, 22-23
No me abandones, Señor, Dios mío, no te alejes de
mí. Ven de prisa a socorrerme, Señor mío, mi salvador.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios
Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú
que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a
la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo
tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de
Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, a cuya gracia se
debe el que tus fieles puedan servirte digna y laudablemente, concédenos
caminar sin tropiezos hacia los bienes que nos tienes prometidos. Por nuestro
Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ustedes se apartaron del camino y han hecho
tropezar a muchos.
Del libro del profeta Malaquías: 1, 14-2, 2. 8-10
"Yo soy el rey soberano, dice el Señor de los
ejércitos; mi nombre es temible entre las naciones. Ahora les voy a dar a
ustedes, sacerdotes, estas advertencias: Si no me escuchan y si no se proponen
de corazón dar gloria a mi nombre, yo mandaré contra ustedes la
maldición".
Esto dice el Señor de los ejércitos: "Ustedes
se han apartado del camino, han hecho tropezar a muchos en la ley; han anulado
la alianza que hice con la tribu sacerdotal de Leví. Por eso yo los hago
despreciables y viles ante todo el pueblo, pues no han seguido mi camino y han
aplicado la ley con parcialidad".
¿Acaso no tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha
creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos traicionamos entre hermanos,
profanando así la alianza de nuestros padres? Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 130, 1. 2. 3.
R/. Señor, consérvame en tu paz.
Señor, mi corazón no es ambicioso ni mis ojos
soberbios; grandezas que superen mis alcances no pretendo. R/.
Estoy, Señor, por lo contrario, tranquilo y en
silencio, como niño recién amamantado en los brazos maternos. R/.
Que igual en el Señor esperen los hijos de Israel,
ahora y siempre. R/.
SEGUNDA LECTURA
Queríamos entregarles no sólo el Evangelio de Dios,
sino nuestra propia vida.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los
tesalonicenses: 2, 7-9. 13
Hermanos: Cuando estuvimos entre ustedes, los
tratamos con la misma ternura con la que una madre estrecha en su regazo a sus
pequeños. Tan grande es nuestro afecto por ustedes, que hubiéramos querido
entregarles, no solamente el Evangelio de Dios, sino también nuestra propia
vida, porque han llegado a sernos sumamente queridos.
Sin duda, hermanos, ustedes se acuerdan de nuestros
esfuerzos y fatigas, pues, trabajando de día y de noche, a fin de no ser una
carga para nadie, les hemos predicado el Evangelio de Dios.
Ahora damos gracias a Dios continuamente, porque al
recibir ustedes la palabra que les hemos predicado, la aceptaron, no como
palabra humana, sino como lo que realmente es: palabra de Dios, que sigue
actuando en ustedes, los creyentes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 23, 9.10
R/. Aleluya, aleluya.
Su Maestro es uno solo, Cristo, y su Padre es uno
solo, el del cielo, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Los fariseos dicen una cosa y hacen otra.
Del santo Evangelio según san Mateo: 23, 1-12
En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a
sus discípulos: "En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y
fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque
dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y
los echan sobre las espaldas de los hombres. pero ellos ni con el dedo los
quieren mover. Todo lo hacen para que los vea la gente.
Ensanchan las filacterias y las franjas del manto;
les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor
en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los
llame 'maestros'.
Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen
'maestros', porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A
ningún hombre sobre la tierra lo llamen 'padre', porque el Padre de ustedes es
sólo el Padre celestial. No se dejen llamar 'guías', porque el guía de ustedes
es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el
que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no
creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras
oraciones y nos conceda el auxilio que necesitamos: Después de cada petición
diremos: Escúchanos, Padre y aumenta nuestra fe. (R/. Escúchanos Padre, y
aumenta nuestra fe).
Para que Dios derrame en su Iglesia el Espíritu de
piedad y fortaleza, que suscite numerosos y dignos ministros del altar y
testigos celosos y humildes del Evangelio, roguemos al Señor.
Para que Dios infunda en el corazón de los
gobernantes la voluntad de promover el bien de sus súbditos, a fin de que todos
puedan desarrollarse debidamente y reinen en el mundo la justicia y la
igualdad, roguemos al Señor.
Para que el Señor fortalezca a los moribundos que
luchan en su último combate, los libre de las tentaciones y no permita que
nosotros, al llegar la hora de abandonar este mundo, caigamos en manos del
enemigo, roguemos al Señor.
Para que Dios conceda a nuestros familiares y
amigos el perdón de sus pecados, una vida próspera y el don de la caridad,
roguemos al Señor.
Escucha, Señor, nuestras oraciones y haz que
estemos siempre atentos a honrar tu nombre y acoger tu palabra como la única
que salva; que no nos limitemos a proclamar el Evangelio, sino que lo vivamos
también con nuestras obras, para ser así verdaderos discípulos de tu Hijo, que
vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que este sacrificio sea para ti una ofrenda
pura, y nos obtenga la plenitud de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
PREFACIO
Restauración universal en Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y
salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor, a quien hiciste fundamento de
todo y de cuya plenitud quisiste que participáramos todos. El cual, siendo
Dios, se anonadó a sí mismo y, por su sangre derramada en la cruz, puso en paz
todas las cosas. Y así, constituido Señor del universo, es fuente de salvación
eterna para cuantos creen en Él. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y
con todos los coros celestiales cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo…
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 15, 11
Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás
de gozo en tu presencia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que aumente en nosotros la
acción de tu poder y que, alimentados con estos sacramentos celestiales, tu
favor nos disponga para alcanzar las promesas que contienen. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20231105
Claro que Dios no se alimenta de sacrificios rituales, como unos pueblos antiguos creían acerca de sus dioses. Sin embargo, la liturgia es importante para Dios. De otra manera, ¿por qué habría instituido la Eucaristía y otras formas litúrgicas? Ciertamente no somos tentados a cometer los abusos denunciados en las lecturas de hoy, ya que no sacrificamos animales ni llevamos filacterias, esos colgantes que los antiguos pusieron en sus frentes y muñecas en cumplimiento literal de Dt 6,8 y otros párrafos. No obstante, quizá cometemos otras ofensas, por ejemplo, si somos ministros litúrgicos y no intentamos hacer lo mejor para nuestra gente y ser respetuosos hacía ella, particularmente respecto de las homilías. No es el comportamiento indicado durante la liturgia que el Vaticano II llamó la "cumbre y fuente" de la vida cristiana (Sacro-sanctum concilium n. 10).
EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20231105
«Si los escribas y los fariseos
que se sientan sobre la cátedra de Moisés son los doctores de los judíos, que
enseñan según la letra los preceptos de la ley, ¿cómo es que el Señor nos manda
hacer lo que éstos nos ordenan; siendo así que los Apóstoles prohíben a los
fieles, en el libro de los Hechos (cap. 15), que vivan, ¿según la letra de la
ley? Pero aquéllos la enseñan según la letra porque no conocen su espíritu; lo
que nos dicen pues acerca de la ley, lo hacemos y observamos, conociendo su
sentido, pero no obrando como ellos obran; porque ellos no obran como la ley
enseña, ni comprenden que hay un velo sobre la letra de la ley. Y cuando se
oyen estas cosas, no vayamos a creer que todas ellas son preceptos de la ley,
porque hay muchas que tratan de las comidas, de los sacrificios, y otras cosas
por el estilo; sino únicamente las que corrigen las costumbres. ¿Y cómo es que
no mandó esto mismo acerca de la ley de gracia, sino únicamente acerca de la
ley de Moisés? Porque todavía no era tiempo de dar a conocer los preceptos de
la nueva ley, antes de su pasión. También a mí me parece que dijo esto,
previendo algo más: como había de vituperar a los escribas ya los fariseos en
sus palabras siguientes, para que no pereciera que deseaba la jefatura entre
los necios, o que hacía esto por enemistad, primeramente retira toda sospecha;
y entonces empieza a reprender, con objeto de que las turbas no caigan en los
mismos defectos, pero comprendan que aunque deben oírlos, no deben imitarlos en
sus acciones; por esto añade: Pero no hagáis según n las obras de ellos. ¿Qué
cosa hay más miserable que un doctor, cuyos discípulos se salvan no siguiendo
su ejemplo, y se condenan cuando le imitan?» (Orígenes [185·254]. Homilía 23·24
del Evangelio de san Mateo).