sábado, 29 de junio de 2024

San Pedro y San Pablo

 



 

¿Quiénes fueron San Pedro y San Pablo?
 
San Pedro y San Pablo fueron dos de los apóstoles de Jesús de Nazaret. Ambos son los fundadores de la Iglesia de Roma. San Pedro, uno de los discípulos más cercanos a Jesús, es considerado el primer papa de la Iglesia Católica. Por su parte, San Pablo fue un importante apóstol que llevó el mensaje de Cristo a diferentes regiones del mundo antiguo. La conmemoración de su martirio en Roma se celebra el 29 de junio y es una de las mayores festividades religiosas para los cristianos católicos y ortodoxos.
 
 
¿Quiénes eran antes de su conversión?
 
Antes de convertirse en discípulos de Jesús, tanto San Pedro como San Pablo tenían ocupaciones y antecedentes distintos:


San Pedro (Simón Pedro) era un pescador en el Mar de Galilea. Su nombre original era Simón, pero Jesús lo llamó Pedro (que significa “roca” en arameo) y le dijo que sería la piedra angular de su Iglesia. San Pedro se convirtió en uno de los discípulos más cercanos a Jesús y desempeñó un papel fundamental en la propagación del cristianismo.

San Pablo (Saulo de Tarso) Saulo era un fariseo y un perseguidor de los cristianos. Participó en la persecución de la Iglesia primitiva. Sin embargo, en el camino a Damasco, tuvo una experiencia transformadora en la que Jesús se le apareció y le llamó a ser su apóstol. Después de su conversión, Saulo cambió su nombre a Pablo y se convirtió en un apóstol apasionado, viajando extensamente para predicar el mensaje de Cristo.
En resumen, ambos apóstoles tenían diferentes trasfondos y experiencias antes de seguir a Jesús, pero sus vidas cambiaron radicalmente después de encontrarse con él.
 
 
¿Dónde llevaron a cabo su trabajo pastoral?
 
San Pedro:
Jerusalén: Después de la ascensión de Jesús, se estableció en Jerusalén y desempeñó un papel importante en la comunidad cristiana allí.
Antioquía: También visitó Antioquía, donde predicó y enseñó a los creyentes.
Roma: Finalmente, San Pedro llegó a Roma, donde se convirtió en el primer obispo y mártir. Su tumba se encuentra en la Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano.
 
San Pablo:
Viajes misioneros: San Pablo realizó tres viajes misioneros extensos, llevando el evangelio a ciudades como Éfeso, Corinto, Filipos y Tesalónica.
Roma: Al igual que San Pedro, San Pablo también llegó a Roma, donde fue arrestado y finalmente martirizado. Su tumba está en la Basílica de San Pablo Extramuros.


En resumen, ambos apóstoles trabajaron en diferentes lugares, pero su influencia se extendió ampliamente a través de sus enseñanzas y ministerio.
 
 
¿Cuál fue su legado?
 
El legado de San Pedro y San Pablo es significativo en la historia del cristianismo:
 
San Pedro:
Primer Papa: San Pedro es considerado el primer papa de la Iglesia Católica. Su liderazgo en la comunidad cristiana primitiva sentó las bases para la estructura eclesiástica.
Martirio en Roma: Fue martirizado en Roma durante la persecución de los cristianos bajo el emperador Nerón.
Confesión de fe: Su confesión de que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente es fundamental en la tradición cristiana.
 
San Pablo:
Apóstol de los gentiles: San Pablo llevó el evangelio a las comunidades no judías (gentiles) en todo el mundo antiguo. Sus cartas (epístolas) forman una parte importante del Nuevo Testamento.
Teología y doctrina: San Pablo desarrolló la teología cristiana en áreas como la justificación por la fe, la gracia y la libertad en Cristo.
Viajes misioneros: Sus viajes misioneros establecieron comunidades cristianas en muchas ciudades y regiones.
Martirio en Roma: Al igual que San Pedro, fue martirizado en Roma
 
En conjunto, su legado abarca la expansión del cristianismo, la enseñanza doctrinal y la inspiración para generaciones de creyentes.
 
 
¿Cómo influyeron en la teología cristiana?
 
San Pedro y San Pablo tuvieron un impacto significativo en la teología cristiana a través de sus enseñanzas y escritos:
 
San Pedro:
Primado de Pedro: San Pedro es considerado el primer papa de la Iglesia Católica. Su liderazgo en la comunidad primitiva sentó las bases para la estructura eclesiástica.
Confesión de fe: Su confesión de que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente (Mateo 16:16) es fundamental en la tradición cristiana.
Énfasis en la unidad: Pedro enfatizó la unidad dentro de la Iglesia y la importancia de la caridad y el perdón.
 
San Pablo:
Teología y doctrina: San Pablo desarrolló la teología cristiana en áreas como la justificación por la fe, la gracia y la libertad en Cristo.
Epístolas: Sus cartas (epístolas) forman una parte importante del Nuevo Testamento. En ellas, abordó temas como la salvación, la resurrección y la vida en el Espíritu.
Apóstol de los gentiles: Pablo llevó el evangelio a las comunidades no judías, estableciendo comunidades cristianas en muchas ciudades y regiones.
 
 
¿Qué enseñanzas específicas dejaron San Pedro y San Pablo?
 
San Pedro y San Pablo dejaron enseñanzas fundamentales en la historia del cristianismo:
 
San Pedro:
Liderazgo y unidad: Como uno de los discípulos más cercanos a Jesús, Pedro se convirtió en líder de la Iglesia primitiva en Jerusalén. Enseñó la importancia de la unidad en la fe cristiana.
Martirio: Pedro fue crucificado boca abajo en Roma por su fe.
Confesión de fe: Reconoció a Jesús como el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
 
San Pablo:
Justificación por la fe: Pablo enseñó que la salvación no se obtiene por obras, sino por la fe en Jesús y su obra redentora en la cruz.
Amor de Dios: Habló sobre el amor de Dios y cómo debemos amar a los demás.
Viajes misioneros: Fundó comunidades cristianas en diferentes ciudades del Imperio Romano.
En resumen, su legado teológico sigue influyendo en la fe cristiana hasta hoy.

viernes, 28 de junio de 2024

DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 30 de junio 2024


 

CRISTO ES EL DUEÑO DE LA VIDA Y DE LA MUERTE

 
Sab 1, 13-16; 2,23-24: Sal 29; 2 Cor 8, 7-9. 13-15; Mc 5, 21-43
 
Hasta la liturgia de hoy, hemos visto en el Evangelio de Marcos que Jesús cura a los enfermos y expulsa a los demonios de personas afligidas por ellos. En el párrafo de hoy, da un paso adelante. No sólo cura a una persona sino que restaura a una muerta a la vida. A decir verdad, porque Jesús comenta que ella "está dormida" (v. 39), no está completamente claro si la hija del jefe de la sinagoga está muerta o gravemente enferma. Pero los otros sinópticos (Mt 9, 18 y Lc 8, 42) indican que ya ha muerto. En todo caso, Jesús triunfa sobre la muerte. Es que, como comenta nuestra primera lectura, "Dios no hizo la muerte" (Sab 1, 14) y por lo tanto quiere eliminada de su creación. Jesús se revela como dueño de la vida y de la muerte.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 46, 2
 
Pueblos todos, aplaudan; aclamen al Señor con gritos de júbilo.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor Dios, que mediante la gracia de la adopción filial quisiste que fuéramos hijos de la luz, concédenos que no nos dejemos envolver en las tinieblas del error, sino que permanezcamos siempre vigilantes en el esplendor de la verdad. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Por envidia del diablo entró la muerte en el mundo.
 
Del libro de la Sabiduría 1, 13-15; 2, 23-24
 
Dios no hizo la muerte, ni se recrea en la destrucción de los vivientes. Todo lo creó para que subsistiera.
Las creaturas del mundo son saludables; no hay en ellas veneno mortal. Dios creó al hombre para que nunca muriera, porque lo hizo a imagen y semejanza de sí mismo; mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo y la experimentan quienes le pertenecen. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 29,2.4. 5-6.11-12a.13b.
R/. Te alabaré, Señor, eternamente.
 
Te alabaré, Señor, pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos. Tú, Señor, me salvaste de la muerte y a punto de morir, me reviviste. R/.
 
Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre, porque su ira dura un solo instante y su bondad, toda la vida. El llanto nos visita por la tarde; por la mañana, el júbilo. R/.
 
Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi ayuda. Convertiste mi duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Que la abundancia de ustedes remedie la necesidad de sus hermanos pobres.
 
De la carta del apóstol san Pablo a los corintios 8, 7. 9. 13-15
 
Hermanos: Ya que ustedes se distinguen en todo: en fe, en palabra, en sabiduría, en diligencia para todo y en amor hacia nosotros, distínganse también ahora por su generosidad.
Bien saben lo generoso que ha sido nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, se hizo pobre por ustedes, para que ustedes se hicieran ricos con su pobreza.
No se trata de que los demás vivan tranquilos, mientras ustedes están sufriendo. Se trata, más bien, de aplicar durante nuestra vida una medida justa; porque entonces la abundancia de ustedes remediará las carencias de ellos, y ellos, por su parte, los socorrerán a ustedes en sus necesidades.
En esa forma habrá un justo medio, como dice la Escritura: Al que recogía mucho, nada le sobraba; al que recogía poco, nada le faltaba.
Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO cfr. 2 Tm 1, 1
R/. Aleluya, aleluya.
 
Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio. R/.
 
 
EVANGELIO
 
¡Óyeme, niña, levántate!
 
Del santo Evangelio según san Marcos 5, 21-43
 
En aquel tiempo, cuando Jesús regresó en la barca al otro lado del lago, se quedó en la orilla y ahí se le reunió mucha gente. Entonces se acercó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se echó a sus pies y le suplicaba con insistencia: "Mi hija está agonizando. Ven a imponerle las manos para que se cure y viva". Jesús se fue con él, y mucha gente lo seguía y lo apretujaba.
Entre la gente había una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años. Había sufrido mucho a manos de los médicos y había gastado en eso toda su fortuna, pero en vez de mejorar, había empeorado. Oyó hablar de Jesús, vino y se le acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto, pensando que, con sólo tocarle el vestido, se curaría. Inmediatamente se le secó la fuente de su hemorragia y sintió en su cuerpo que estaba curada.
Jesús notó al instante que una fuerza curativa había salido de Él, se volvió hacia la gente y les preguntó: "¿Quién ha tocado mi manto?" Sus discípulos le contestaron: "Estás viendo cómo te empuja la gente y todavía preguntas: `¿Quién me ha tocado?' " Pero Él seguía mirando alrededor, para descubrir quién había sido. Entonces se acercó la mujer, asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado; se postró a sus pies y le confesó la verdad. Jesús la tranquilizó, diciendo: "Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y queda sana de tu enfermedad".
Todavía estaba hablando Jesús, cuando unos criados llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle a éste: "Ya se murió tu hija. ¿Para qué sigues molestando al Maestro?" Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: "No temas, basta que tengas fe". No permitió que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.
Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús el alboroto de la gente y oyó los llantos y los alaridos que daban. Entró y les dijo: "¿Qué significa tanto llanto y alboroto? La niña no está muerta, está dormida". Y se reían de Él.
Entonces Jesús echó fuera a la gente, y con los padres de la niña y sus acompañantes, entró a donde estaba la niña. La tomó de la mano y le dijo: "¡Talitá, kum!", que significa: "¡Óyeme, niña, levántate!" La niña, que tenía doce años, se levantó inmediatamente y se puso a caminar. Todos se quedaron asombrados. Jesús les ordenó severamente que no lo dijeran a nadie y les mandó que le dieran de comer a la niña.
Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras oraciones, para que podamos alegrarnos al recibir su ayuda:
 
Por los ministros de la Iglesia que han consagrado su vida al Señor y por todos los pueblos que adoran al Dios verdadero, roguemos al Señor.
 
Para que el tiempo sea bueno y todos podamos gozar de una naturaleza limpia en la bella sucesión de las diversas estaciones, roguemos a Dios, que con sabiduría gobierna al mundo.
 
Por los que son víctimas de la debilidad humana, del espíritu de odio o de envidia o de los otros vicios del mundo, roguemos al Redentor misericordioso.
 
Encomendémonos mutuamente al Señor, pongamos toda nuestra existencia en sus manos y oremos con confianza al autor y guardián de todo lo que tenemos y poseemos.
 
Dios nuestro, que en el misterio de tu Hijo, pobre y crucificado, has querido enriquecemos con tus bienes, escucha nuestras oraciones y no permitas que, mientras anunciemos a los demás la alegre novedad del Evangelio, nos acobardemos ante la pobreza o la cruz.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Señor Dios, que bondadosamente realizas el fruto de tus sacramentos, concédenos que seamos capaces de servirte como corresponde a tantos misterios.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 102, 1
 
Bendice, alma mía al Señor; que todo mi ser bendiga su santo nombre.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Que la víctima divina que te hemos ofrecido y que acabamos de recibir, nos vivifique, Señor, para que, unidos a ti con perpetuo amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240630

 


«Mi niña está agonizando. Que es como si dijera: aún conserva el calor de la vida, aún se notan síntomas de animación, todavía respira, todavía el señor de la casa tiene una hija, todavía no ha descendido a la región de los muertos; por lo tanto, date prisa, no dejes que se le vaya el alma. En su ignorancia, creyó que Cristo no podía resucitar a la muerta sino tomándola de la mano. Ésta es la razón por la cual Cristo, cuando, al llegar a la casa, vio que a la niña se la lloraba como perdida, para moverá la fe a los ánimos infieles, dijo que la niña no estaba muerta, sino dormida, a fin de infundirles esperanza, pensando que era más fácil despertar del sueño que de ¡a muerte. La niña, dice, no está muerta, está dormida. Y realmente, para Dios la muerte es un sueño, pues Dios devuelve más rápidamente a la vida que despierta un hombre del sueño a un dormido; y tarda menos Dios en infundir el calor vivificante a unos miembros fríos con el frío de la muerte de lo que puede tardar un hombre en infundir el vigora los cuerpos sepultados en el sueño. Escucha al Apóstol: En un instante, en un abrir y cerrar de ojos, los muertos despertarán. El bienaventurado Apóstol, al no hallar palabras capaces de expresar la velocidad de la resurrección, acudió a los ejemplos Porque, ¿cómo hubiera podido imprimir celeridad al discurso allí donde la potencia divina se adelanta incluso a esa misma celeridad? ¿O en qué sentido podía expresarse en categorías de tiempo, allí donde se nos otorga una realidad eterna no sometida al tiempo? Así como el tiempo dio paso a la temporalidad, así excluyó el tiempo la eternidad^) (San Pedro Crisólogo [c.380-450]. Sermón 34,1.5).

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240630

¿De dónde viene la muerte? ¿Cuál es su origen? Frecuentemente la respuesta es que la muerte es el precio que la raza humana tiene que pagar por el pecado. Sin embargo, el relato bíblico que, de acuerdo con la tradición, narra los castigos que la humanidad sufre por el pecado (Gén 3, 13-24) no menciona la muerte como uno de ellos. Sólo leemos que Dios dice al hombre que "eres polvo y al polvo volverás" (v. 19), una alusión a la muerte biológica como algo inevitable. Para algunos pensadores, el castigo mencionado por Génesis y otros libros bíblicos, como nuestra primera lectura de hoy, es la muerte espiritual, a saber, la separación del ser humano de Dios. Es esta muerte espiritual que nos hace tener miedo de la muerte biológica y de nuestro encuentro después de esta existencia con Dios.

viernes, 21 de junio de 2024

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240623

 

Desde el siglo XVIII los cristianos han definido un milagro como una transgresión de las leyes de la naturaleza. Es una ocasión en que Dios entra en nuestra realidad desde el cielo para suspender dichas leyes: por ejemplo, la curación de un enfermo que no puede ser explicada por los médicos. Pero ¿por qué quisiera Dios violar las leyes sabias que El mismo ha perfectamente instituido? Además, tenemos que reconocer que Dios no entra en nuestra realidad desde fuera, sino que está siempre aquí con nosotros. Por eso, varios teólogos, junto con algunos físicos creyentes, han intentado pensar más profundamente la realidad de los milagros, evitando la tentación racionalista de reducirlos a fenómenos naturales y buscando respetar la acción divina entre nosotros.

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240623



«Me dispongo a hablaros, con la gracia de Dios, sobre la lectura del santo evangelio que acabamos de escuchar, para exhortaros en él a que, frente a las tempestades y marejadas de este mundo, no duerma la fe en vuestros corazones. Porque -se dice- no es cierto que Cristo, el Señor, tuviera dominio sobre la muerte, como no es verdad que lo tuviera sobre el sueño: ¿o es que el sueño no venció muy a pesar suyo al Todopoderoso mientras navegaba? Si tal pensáis, duerme Cristo en vosotros; si por el contrario está en vela, vigila vuestra fe. Dice el Apóstol: que Cristo habite por la fe en vuestros corazones. Luego también el sueño de Cristo es el signo de un sacramento. Los navegantes son las almas que surcan este mundo en el madero. También aquella barca era figura de ¡a Iglesia. Además, todos y cada uno son templo de Dios y cada cual navega en su corazón: y no naufraga, a condición de que piense cosas buenas. ¿Has escuchado un insulto? Es el viento. ¿Te has irritado? Es el oleaje. Cuando el viento sopla y se encrespa el oleaje, zozobra ¡a nave, zozobra tu corazón, fluctúa tu corazón. Nada más escuchar el insulto, te vienen ganas de vengarte: si te vengas, cediendo al mal ajeno, padeciste naufragio. Y esto, ¿por qué? Porque Cristo duerme en ti. ¿Qué quiere decir que Cristo duerme en ti? Que te has olvidado de Cristo. Despierta, pues, a Cristo, acuérdate de Cristo, vele en ti Cristo; piensa en él. ¿Qué es lo que pretendías? Vengarte. Se apartó de ti, pues él mientras era crucificado, dijo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen»

(San Agustín [354-430]. Sermón 43,1 -3).

  

DOMINGO XII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 23 de junio 2024

 



 ¿QUIÉN ES ÉSTE?

 
Job 38, l. 8-11; Sal 106; 2 Cor 5,14-17; Mc 4,35-41
 
El relato de Jesús calmando el mar de Galilea es el primer milagro en el Evangelio de Marcos. Empieza una sección en que abundan los milagros de todas clases, es decir, de 4, 35 a 8, 27. Tal milagro es categorizado como uno de control sobre la naturaleza. Semejantes milagros en el Antiguo Testamento, como la partición del Mar Rojo en Éx 14, 15-31, muestran el poder de Dios porque, como leemos en la primera lectura de hoy, es El quien dice al mar "hasta aquí llegarás y no más" (Job 38, 11). Sin embargo, el milagro no confirma la divinidad de Jesús, sino que suscita preguntas, como las de los discípulos en el Evangelio, "¿Quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?" (4,41).
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 27, 8-9
 
El Señor es la fuerza de su pueblo, defensa y salvación para su Ungido. Sálvanos, Señor, vela sobre nosotros y guíanos siempre.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor, concédenos vivir siempre en el amor y respeto a tu santo nombre, ya que jamás dejas de proteger a quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Aquí se romperá la arrogancia de tus olas.
 
Del libro de Job: 38, 1. 8-11
 
El Señor habló a Job desde la tormenta y le dijo: "Yo le puse límites al mar, cuando salía impetuoso del seno materno; yo hice de la niebla sus mantillas y de las nubes sus pañales; yo le impuse límites con puertas y cerrojos y le dije: 'Hasta aquí llegarás, no más allá. Aquí se romperá la arrogancia de tus olas' ".
Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 106,23-24.25-26.28-29.30-31.
R/. Demos gracias al Señor por sus bondades.
 
Los que la mar surcaba con sus naves, por las aguas inmensas negociando, el poder del Señor y sus prodigios en medio del abismo contemplaron. R/.
 
Habló el Señor y un viento huracanado las olas encrespó; al cielo y al abismo eran lanzados, sobrecogidos de terror. R/.
 
Clamaron al Señor en tal apuro y él los libró de sus congojas. Cambió la tempestad en suave brisa y apaciguó las olas. R/.
 
Se alegraron al ver la mar tranquila y el Señor los llevó al puerto anhelado. Den gracias al Señor por los prodigios que su amor por el hombre ha realizado. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Ya todo es nuevo.
 
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 5,14-17
 
Hermanos: El amor de Cristo nos apremia, al pensar que si uno murió por todos, todos murieron. Cristo murió por todos para que los que viven ya no vivan para sí mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
Por eso nosotros ya no juzgamos a nadie con criterios humanos. Si alguna vez hemos juzgado a Cristo con tales criterios, ahora ya no lo hacemos. El que vive según Cristo es una creatura nueva; para él todo lo viejo ha pasado. Ya todo es nuevo.
Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 7. 16
R/. Aleluya, aleluya.
 
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R/.
 
 
EVANGELIO
 
¿Quién es éste, a quien hasta el viento y el mar obedecen?
 
Del santo Evangelio según san Marcos: 4, 35-41
 
Un día, al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: "Vamos a la otra orilla del lago". Entonces los discípulos despidieron a la gente y condujeron a Jesús en la misma barca en que estaba. Iban además otras barcas.
De pronto se desató un fuerte viento y las olas se estrellaban contra la barca y la iban llenando de agua. Jesús dormía en la popa, reclinado sobre un cojín. Lo despertaron y le dijeron: "Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?". Él se despertó, reprendió al viento y dijo al mar: "¡Cállate, enmudece!". Entonces el viento cesó y sobrevino una gran calma. Jesús les dijo: "¿Por qué tenían tanto miedo? ¿Aún no tienen fe?". Todos se quedaron espantados y se decían unos a otros: "¿Quién es éste, a quien hasta el viento y el mar obedecen?". Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Elevemos, hermanos, nuestros ojos al Señor y esperemos, confiados, su ayuda salvífica:
 
Por el santo Padre, el Papa N., por nuestro obispo N., y por todos los sacerdotes y diácono s de Jesucristo, roguemos al Señor.
 
Por el buen tiempo, por el fruto de las investigaciones de los estudiosos y por la prosperidad del trabajo de todos, roguemos al Señor.
 
Por las vírgenes consagradas al Señor y por los religiosos que trabajan en nuestras comunidades, roguemos al Señor.
 
Por todos los que hacen el bien en nuestras parroquias y por los que cuidan de los pobres y de los enfermos, roguemos al Señor.
 
Escucha, Señor, nuestras oraciones y fortalece la fe del pueblo cristiano, para que nunca se enorgullezca ante la prosperidad ni se desanime ante la adversidad, sino que en todo momento sepa reconocer y experimentar que tú estás cerca de nosotros y nos acompañas en el camino de la vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Recibe, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza y concédenos que, purificados por su eficacia, podamos ofrecerte el entrañable afecto de nuestro corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El Misterio de la salvación
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz, nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 144, 15
 
Los ojos de todos esperan en ti, Señor; y tú les das la comida a su tiempo.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Renovados, Señor, por el alimento del sagrado Cuerpo y la preciosa Sangre de tu Hijo, concédenos que lo que realizamos con asidua devoción, lo recibamos convertido en certeza de redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 

martes, 11 de junio de 2024

DOMINGO XI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 16 de junio 2024

 



 

PARÁBOLAS, VEHÍCULOS DE LA ESPERANZA

Ez 17, 22-24; Sal 91; 2 Cor 5,6-10; Mc 4, 26-34

 

A veces la esperanza no se debe expresar abiertamente. Puede ser que la esperanza sea tan importante, pero tan frágil, que no siempre tiene que exponerse a la dura luz de las dudas, los temores y las preguntas que la expresión abierta puede provocar. ¿Explica esta tendencia el uso de parábolas en las lecturas de hoy? Ezequiel utiliza la parábola del cedro y del águila para expresar la esperanza de los judíos exiliados en Babilonia por la restauración de su nación por medio de un "gajo tierno" (v. 22), es decir, un Mesías descendiente de David. En el Evangelio, Jesús utiliza la parábola de la semilla que crece bajo su propio poder (vv. 26-29) Y la del grano de mostaza (vv. 30-32) para expresar la esperanza en el Poder del Reino de Dios. Estas parábolas revelan la esperanza de manera indirecta y suave.

 

 

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 26, 7. 9

 

Oye, Señor, mi voz y mis clamores. Ven en mi ayuda, no me rechaces, ni me abandones, Dios, salvador mío.

 

 

GLORIA

 

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.

Amén.

 

 

ORACIÓN COLECTA

 

Señor Dios, fortaleza de los que en ti esperan, acude bondadoso, a nuestro llamado y puesto que sin ti nada puede nuestra humana debilidad, danos siempre la ayuda de tu gracia, para que, en cumplimiento de tu voluntad, te agrademos siempre con nuestros deseos y acciones. Por nuestro Señor Jesucristo ...

 

 

LITURGIA DE LA PALABRA

 

PRIMERA LECTURA

 

Elevaré los árboles pequeños.

 

Del libro del profeta Ezequiel 17, 22-24

 

Esto dice el Señor Dios: "Yo tomaré un renuevo de la copa de un gran cedro, de su más alta rama cortaré un retoño. Lo plantaré en la cima de un monte excelso y sublime. Lo plantaré en la montaña más alta de Israel. Echará ramas, dará fruto y se convertirá en un cedro magnífico. En él anidarán toda clase de pájaros y descansarán al abrigo de sus ramas.

Así, todos los árboles del campo sabrán que yo, el Señor, humillo los árboles altos y elevo los árboles pequeños; que seco los árboles lozanos y hago florecer los árboles secos. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré".

Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.

 

 

SALMO RESPONSORIAL

 

Del salmo 91,2-3.13-14.15-16.

R/. ¡Qué bueno es darte gracias, Señor!

 

¡Qué bueno es darte gracias, Dios altísimo, y celebrar tu nombre, pregonando tu amor cada mañana y tu fidelidad, todas las noches! R/.

 

Los justos crecerán como las palmas, como los cedros en los altos montes; plantados en la casa del Señor, en medio de sus atrios darán flores. R/.

 

Seguirán dando fruto en su vejez, frondosos y lozanos como jóvenes, para anunciar que en Dios, mi protector, ni maldad ni injusticia se conocen. R/.

 

 

SEGUNDA LECTURA

 

En el destierro o en la patria, nos esforzamos por agradar al Señor.

 

De la carta del apóstol san Pablo a los corintios: 5, 6-10

 

Hermanos: Siempre tenemos confianza, aunque sabemos que, mientras vivimos en el cuerpo, estamos desterrados, lejos del Señor. Caminamos guiados por la fe, sin ver todavía. Estamos, pues, llenos de confianza y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor.

Por eso procuramos agradarle, en el destierro o en la patria. Porque todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir el premio o el castigo por lo que hayamos hecho en esta vida.

Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.

 

 

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO

R/. Aleluya, aleluya.

 

La semilla es la palabra de Dios y el sembrador es Cristo; todo aquel que lo encuentra vivirá para siempre. R/.

 

 

EVANGELIO

 

El hombre siembra su campo, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece.

 

Del santo Evangelio según san Marcos: 4, 26-34

 

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha".

Les dijo también: "¿Con qué compararemos el Reino de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra".

Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje, de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.

Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.

 

PROFESIÓN DE FE

 

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

 

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.

Amén.

 

 

PLEGARIA UNIVERSAL

 

Oremos, hermanos, al Señor que conoce lo que está escondido a nuestros ojos y sabe cuáles son las verdaderas necesidades de los hombres, diciendo: Señor Jesús, escúchanos. (R/. Señor Jesús, escúchanos.)

 

Oremos por la santa Iglesia, para que Dios, nuestro Señor, aumente el número de sus fieles, aleje de ella toda división y escuche las plegarias que le dirigen todos los cristianos del mundo, roguemos al Señor.

 

Oremos también a nuestro Señor por los gobernantes de nuestra patria y de todos los pueblos, para que Dios les dé sabiduría y fuerza para gobernar y dirigir con paz y justicia el pueblo que tienen encomendado, roguemos al Señor.

 

Oremos también por los que están lejos de su hogar, para que nuestro Señor les conceda un viaje feliz, retornar con salud a sus familias y la realización plena de los proyectos de su viaje, roguemos al Señor.

 

Oremos también a nuestro Señor por los que hoy nos hemos reunido aquí en su nombre y por el párroco (pastor) que nos preside, para que nuestro Señor escuche nuestras oraciones y nuestras peticiones le sean siembre agradables, roguemos al Señor.

 

Dios nuestro, que siembras a manos llenas en nuestros corazones la semilla de la verdad y de la gracia, escucha nuestras oraciones, concédenos acoger, con humilde esperanza, y cultivar, con paciencia evangélica, el grano que tú has sembrado en nosotros, convencidos de que, cuanto más profundamente arraigue tu palabra en nuestras vidas, más amor y más justicia habrá en el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

 

Tú que con este pan y este vino que te presentamos das al género humano el alimento que lo sostiene y el sacramento que lo renueva, concédenos, Señor, que nunca nos falte esta ayuda para el cuerpo y el alma.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

 

PREFACIO

El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios

 

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.

Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.

Hosanna en el cielo.

Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.

 

 

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 26, 4

 

Una sola cosa he pedido y es lo único que busco, habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida.

 

 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

 

Señor, que está santa comunión, que acabamos de recibir, así como significa la unión de los fieles en ti, así también lleve a efecto la unidad en tu Iglesia.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

 


 

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240616

 



«Hermanos, habéis aprendido cómo el Reino de ¡os cielos, con toda su grandeza, se compara a un grano de mostaza. ¿Es esto lo que los creyentes esperan? ¿Lo que los fieles entienden? ¿Es lo que el ojo no vio, ni el oído oyó, ni el corazón del hombre puede entender? ¿Es lo que promete el apóstol Pablo y que ha estado reservado en el misterio inexplicable de salvación, para aquellos que le aman? (1 Co 2, 9). No nos dejemos desconcertar por las palabras del Señor Si, en efecto, la debilidad de Dios es más fuerte que el hombre, y si la locura de Dios es más sabía que el hombre (1 Co 1, 25), esta pequeña cosa, que es propiedad de Dios, es más espléndida que toda la inmensidad del mundo. Nosotros solamente podemos sembrar en nuestro corazón esta semilla de mostaza, de modo que llegue a ser un gran árbol del conocimiento (Gn 2,9), sobrepasando su altura para elevar nuestro pensamiento hasta el dé lo, y desplegando todas las ramas de la inteligencia. Cristo es el Reino. A manera de una semilla de mostaza, ha sido sembrado en un jardín, el cuerpo de la Virgen. Credo y llegó a ser el árbol de la cruz que cubre la tierra entera. Después de que hubiera sido triturado por la Pasión, su fruto produjo bastante sabor para dar su buen gusto y su aroma a todos los seres vivos que lo tocan. Porque, mientras la semilla de mostaza permanezca intacta, sus virtudes quedan escondidas, pero despliegan toda su potencia cuando ¡a semilla es molida. De igual modo. Cristo quiso que su cuerpo fuera molido para que su fuerza no quede escondida. Cristo es rey porque es el principio de toda autoridad. Cristo es el Reino, porque en él reside toda la gloria de su remo» (San Pedro Crisólogo [c.380-450]. Sermón 98,1-2).

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240616

 

La esperanza es una de las tres principales virtudes cristianas, junto con el amor y la fe (por ejemplo, 1 Tes 1, 3; 1 Cor 13, 13; y Heb 10,22-25). No obstante, la fe y el amor han recibido mucha atención por parte de la Iglesia, mientras que la esperanza ha sido desatendida o hasta olvidada, quizá porque tiene que ver con un futuro que no es nada claro o porque es asociada con grupos extremos que hacen predicciones extrañas sobre el futuro. Es sólo al inicio del siglo pasado que la esperanza ha sido "recordada" por exégetas como Albert Schweitzer (1875-1965) quienes resaltaron los elementos escatológicos en los evangelios, y por teólogos como Jürgen Moltmann (n. 1926). En un mundo afligido por la desesperanza y el cinismo, un discurso cristiano más extenso sobre la esperanza es una necesidad.

sábado, 8 de junio de 2024

DOMINGO X DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 9 de junio 2024



UNA LUCHA ES DESENCADENADA

Gén 3, 9-15; Sal 129; 2 Cor 4, 13-5,1; Mc 3,20-35

 

En la primera lectura, una lucha está anunciada. Los primeros seres humanos han desobedecido el mandamiento divino de no comer del árbol y, por tanto, han permitido al mal entrar en el mundo. Ahora, la lucha entre el bien y el mal está predicha por las palabras divinas a la serpiente: "pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo" (v. 15). Es un anuncio que la tradición cristiana ha llamado el "Protoevangelio". El desencadenamiento pleno de esta lucha es la venida de Jesús en el mundo. Esto se sugiere en el Evangelio de hoy cuando Jesús explica a los maestros de la Ley que no expulsa los demonios por el poder de su jefe sino porque es Dios quien ha llegado al mundo para luchar contra el mal y vencerlo.

 

 

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 26, 1-2

 

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? Cuando me asaltan mis enemigos, tropiezan y caen.

 

 

GLORIA

 

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.

Amén.

 

 

ORACIÓN COLECTA

 

Señor, Dios, de quien todo bien procede, escucha nuestras súplicas y concédenos que comprendiendo, por inspiración tuya, lo que es recto, eso mismo, bajo tu guía lo hagamos realidad.

Por nuestro Señor Jesucristo ...

 

 

LITURGIA DE LA PALABRA

 

PRIMERA LECTURA

 

El Señor puso enemistad entre la serpiente y la mujer.

 

Del libro del Génesis: 3, 9-15

 

Después de que el hombre y la mujer comieron del fruto del árbol prohibido, el Señor Dios llamó al hombre y le preguntó: “¿Dónde estás?”. Éste le respondió: “Oí tus pasos en el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo, y me escondí”. Entonces le dijo Dios: “¿Y quién te ha dicho que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?”.

Respondió Adán: “La mujer que me disté por compañera me ofreció del fruto del árbol y comí”. El Señor Dios dijo a la mujer: “¿Por qué has hecho esto?”. Repuso la mujer: “La serpiente me engañó y comí”.

Entonces dijo el Señor Dios a la serpiente: “Porque has hecho esto, serás maldita entre todos los animales y entre todas las bestias salvajes. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya; y su descendencia te aplastará la cabeza, mientras tú tratarás de morder su talón”. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.

 

 

SALMO RESPONSORIAL

 

Del salmo 129, 12-13. 15. 16bc.17-18.

R/. Perdónanos, Señor, y viviremos.

 

Desde el abismo de mis pecados clamo a ti; Señor, escucha mi clamor; que estén atentos tus oídos a mi voz suplicante. R/.

 

Si conservaras el recuerdo de las culpas, ¿quién habría, Señor, que se salvara? Pero de ti procede el perdón, por eso con amor te veneramos. R/.

 

Confío en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra; mi alma aguarda al Señor, mucho más que a la aurora el centinela. R/.

 

Como aguarda a la aurora el centinela, aguarda Israel al Señor, porque del Señor viene la misericordia y la abundancia de la redención, y él redimirá a su pueblo de todas sus iniquidades. R/.

 

 

SEGUNDA LECTURA

 

Creemos y por eso hablamos.

 

De la carta del apóstol san Pablo a los corintios: 4, 13–5, 1

 

Hermanos: Como poseemos el mismo espíritu de fe que se expresa en aquel texto de la Escritura: Creo, por eso hablo, también nosotros creemos y por eso hablamos, sabiendo que aquel que resucitó a Jesús nos resucitará también a nosotros con Jesús y nos colocará a su lado con ustedes. Y todo esto es para bien de ustedes, de manera que, al extenderse la gracia a más y más personas, se multiplique la acción de gracias para gloria de Dios.

Por esta razón no nos acobardamos; pues aunque nuestro cuerpo se va desgastando, nuestro espíritu se renueva de día en día. Nuestros sufrimientos momentáneos y ligeros nos producen una riqueza eterna, una gloria que los sobrepasa con exceso.

Nosotros no ponemos la mira en lo que se ve, sino en lo que no se ve, porque lo que se ve es transitorio y lo que no se ve es eterno. Sabemos que, aunque se desmorone esta morada terrena, que nos sirve de habitación, Dios nos tiene preparada en el cielo una morada eterna, no construida por manos humanas. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.

 

 

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 12, 31-32

R/. Aleluya, aleluya.

 

Ya va a ser arrojado el príncipe de este mundo. Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor. R/.

 

 

EVANGELIO

 

Satanás ha llegado a su fin.

 

Del santo Evangelio según san Marcos: 3, 20-35

 

En aquel tiempo, Jesús entró en una casa con sus discípulos y acudió tanta gente, que no los dejaban ni comer. Al enterarse sus parientes, fueron a buscarlo, pues decían que se había vuelto loco.

Los escribas que habían venido de Jerusalén decían acerca de Jesús: “Este hombre está poseído por Satanás, príncipe de los demonios, y por eso los echa fuera”.

Jesús llamó entonces a los escribas y les dijo en parábolas: “¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Porque si un reino está dividido en bandos opuestos, no puede subsistir. Una familia dividida tampoco puede subsistir. De la misma manera, si Satanás se rebela contra sí mismo y se divide, no podrá subsistir, pues ha llegado su fin. Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y llevarse sus cosas, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear la casa.

Yo les aseguro que a los hombres se les perdonarán todos sus pecados y todas sus blasfemias. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo nunca tendrá perdón; será reo de un pecado eterno”.

Jesús dijo esto, porque lo acusaban de estar poseído por un espíritu inmundo.

Llegaron entonces su madre y sus parientes; se quedaron fuera y lo mandaron llamar. En torno a él estaba sentada una multitud, cuando le dijeron: “Ahí fuera están tu madre y tus hermanos, que te buscan”.

Él les respondió: “¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?”. Luego, mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: “Éstos son mi madre y mis hermanos. Porque el que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre”.

Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.

 

 

PROFESIÓN DE FE

 

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

 

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.

Amén.

 

 

PLEGARIA UNIVERSAL

 

Dirijamos, hermanos, nuestra oración a Dios Padre misericordioso, con aquella confianza filial que el Espíritu de Cristo ha infundido en nuestros corazones, diciendo: Padre, escúchanos. (R/. Padre, escúchanos.)

 

Por el santo Padre, el Papa N., para que Dios, que lo eligió como obispo de toda la Iglesia, le conceda una vida larga y feliz y lo asista en la misión de gobernar el pueblo santo de Dios, roguemos al Señor.

 

Por nuestra patria y por sus gobernantes, por todas las naciones y sus responsables: para que Dios les inspire pensamientos y decisiones encaminados a una paz verdadera, roguemos al Señor.

 

Por los que están en camino de conversión, por los que se preparan a recibir el bautismo o preparan el bautismo de sus hijos: para que Dios, nuestro Señor, les abra en sus sacramentos las puertas de su misericordia e introduzca a los nuevos hijos de la Iglesia en la vida nueva de Cristo Jesús, roguemos al Señor.

 

Por nuestros familiares y amigos enfermos, para que Dios, nuestro Señor, escuche sus súplicas, realice sus deseos y haga que, en su tribulación, experimenten el gozo de la misericordia divina, roguemos al Señor.

 

Padre santo, que has enviado a tu Hijo para libramos de la esclavitud de Satanás, escucha nuestras oraciones y sostennos con la armadura de la fe, para que en la lucha cotidiana contra el Maligno participemos de la victoria pascual de Cristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.

 

 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

 

Mira, Señor, con bondad nuestro servicio para que esta ofrenda se convierta para ti en don aceptable y para nosotros, en aumento de nuestra caridad.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

 

PREFACIO

 

Nuestra Humanidad salvada por la humanidad de Cristo

 

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios poderoso y eterno. Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no sólo haber socorrido nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino también el haber previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y así con lo que fue la causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la salvación, por Cristo, Señor nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.

 

 

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 17, 3

 

Señor, tú eres mi fortaleza, mi refugio, mi liberación y mi ayuda. Tú eres mi Dios.

 

 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

 

Señor, que la virtud medicinal de este sacramento nos cure por tu bondad de nuestras maldades y nos haga avanzar por el camino recto. Por Jesucristo, nuestro Señor.