sábado, 18 de noviembre de 2023

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20231119

 


 



«El siervo aquel que recibió cinco talentos es el pueblo creyente que vino de la ley, partiendo de la cual duplicó su mérito, cumpliendo la obra de la fe evangélica. Aquel siervo a quien se encargaron dos talentos es el pueblo gentil justificado por la fe y por la confesión del Hijo y del Padre; esto es, por la confesión de nuestro Señor Jesucristo, Dios y hombre de espíritu y carne. Éstos son, pues, losdos talentos que le fueron confiados. Pero como el pueblo judío había conocido todos los misteriosque se contienen en los cinco talentos, esto es, en la Ley y lo duplicó por la fe en el Evangelio, así elpueblo de los gentiles mereció la comprensión y las obras por el aumento de los dos talentos. Este siervo que recibió un talento y lo escondió en la tierra, es el pueblo que persiste en la ley judía, quepor envidia y por no querer salvar a las naciones, escondió en tierra el talento recibido; ocultar el talento en la tierra es ocultar bajo la envidia de la pasión corporal la gloria de la nueva predicación.   Al cabo de mucho tiempo ... Conviene poner atención en el examen de este juicio. Se presentó el que había recibido un talento y dijo: Señor, sé que eres un hombre duro... También se entiende por este siervo, el pueblo judío aferrado a su ley. Alega como pretexto de su alejamiento de la ley evangélica el miedo y dice: Aquí tienes lo que es tuyo, o como si hubiera observado todo aquello que por el Señor está mandado. Sabiendo que yerra, queriendo recoger frutos de justicia donde la ley no ha sido admitida, y hacer fieles de entre los gentiles dispersos, que no son de la estirpe de Abraham. (...) La gloria y el honor de la ley pertenece a aquellos que practican el Evangelio: al paso que se quitará a aquellos que no tienen la fe de Cristo aun cuando parecía que tenían la de la ley»

(San Hilario [e. 31 0-367]. In Mattaeum, 27).

 

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