sábado, 30 de junio de 2012

Cristo, siervo de Dios, en su misterio pascual



Cristo, siervo de Dios, en su misterio pascual*

Cristo, a pesar de su condición divina,
    no hizo alarde de su categoría de Dios,
    al contrario, se anonadó a sí mismo,
    y tomó la condición de esclavo,
    pasando por uno de tantos.

Y así, actuando como un hombre cualquiera,
    se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
    y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo levantó sobre todo
    y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
    de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
    en el cielo, en la tierra, en el abismo
    y toda lengua proclame:
    Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
   

*Flp 2, 6-11

No hay comentarios:

Publicar un comentario