lunes, 30 de junio de 2025

Evangelio del 1 de julio 2025 Mateo 8, 23-27

 



En aquel tiempo, Jesús subió a una barca junto con sus discípulos. De pronto se levantó en el mar una tempestad tan fuerte, que las olas cubrían la barca; pero él estaba dormido. Los discípulos lo despertaron, diciéndole: "Señor, ¡sálvanos, que perecemos!"

Él les respondió: "¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?" Entonces se levantó, dio una orden terminante a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. Y aquellos hombres, maravillados, decían: "¿Quién es éste, a quien hasta los vientos y el mar obedecen?"

 

Reflexión

 

En medio de este mundo en el que falta para muchos el trabajo y hay quienes sufren por las enfermedades, las guerras y las epidemias que nos agobian, ¿podríamos decir que nuestra fe en Cristo permanece firme?

Quizás duerme, pero está con nosotros. Mientras despierta, debemos achicar el agua, y remar hacia la orilla; de una cosa estamos seguros: Jesús no permitirá que la barca en la cual vamos naufrague. Si en tu vida la crisis ha llegado a tal punto que piensas que naufragarás, no pierdas la fe, despierta al Maestro, que él con una voz calmará todas tus ansiedades y pondrá serenidad en tu vida.

domingo, 29 de junio de 2025

Evangelio del 30 de junio 2025 Mateo 8, 18-22


 


En aquel tiempo, al ver Jesús que la multitud lo rodeaba, les ordenó a sus discípulos que cruzaran el lago hacia la orilla de enfrente.

En ese momento se le acercó un escriba y le dijo: "Maestro, te seguiré a donde quiera que vayas". Jesús le respondió: "Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo, nidos; pero el Hijo del hombre no tiene en donde reclinar la cabeza".

Otro discípulo le dijo: "Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre". Pero Jesús le respondió: "Tú, sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos".

 

Reflexión

 

En este pasaje Jesús les muestra a sus discípulos dos de las condiciones para seguirlo, la primera es: estar dispuesto a todo y aceptarlo todo por amor y la segunda es no ponerle condiciones, pues el Reino tiene prioridad.

La pereza sólo produce hastío y limitan nuestro crecimiento en el amor y el servicio. No condiciones a Jesús, mantén siempre como prioridad la construcción del Reino y la vida evangélica y tu vida será efectivamente la de un auténtico discípulo.

viernes, 27 de junio de 2025

Evangelio del 28 de junio 2025 Lucas 2, 41-51

 



Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén para las festividades de la Pascua.

Cuando el niño cumplió doce años, fueron a la fiesta, según la costumbre. Pasados aquellos días, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo supieran. Creyendo que iba en la caravana, hicieron un día de camino; entonces lo buscaron, y al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén en su busca.

Al tercer día lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, sus padres se quedaron atónitos y su madre le dijo: "Hijo mío, ¿por qué te has portado así con nosotros? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia". Él les respondió: "¿Por qué me andaban buscando? ¿No sabían que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?" Ellos no entendieron la respuesta que les dio.

Entonces volvió con ellos a Nazaret y siguió sujeto a su autoridad. Su madre conservaba en su corazón todas aquellas cosas.

 

Reflexión

 

Ciertamente Jesús se quedó en el templo sin avisarle a sus padres, lo cual produjo una gran angustia a nuestra madre. El problema es que nosotros no nos perdemos por quedarnos en la casa de Dios, sino todo lo contrario. Por ello, debemos de tomarnos fuertemente de la mano de María Santísima para que no nos vayamos a perder.

jueves, 26 de junio de 2025

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20250629

 

San Pedro y San Pablo

San Pedro, como uno de los apóstoles más prominentes de Jesucristo, tuvo un impacto significativo en la fundación y desarrollo de la Iglesia Católica, convirtiéndose en su primer Papa y símbolo de unidad.

San Pedro, originalmente llamado Simón, fue llamado por Jesús a seguirlo y se le dio el nombre de "Pedro", que significa "roca". Esto simboliza que Jesús construiría su Iglesia sobre él (Mateo 16:18). Esta afirmación ha sido central en la teología católica, señalando a Pedro como el líder visible de la comunidad cristiana. Su autoridad y papel se consolidan en el pasaje bíblico donde se le confiere "las llaves del reino de los cielos" (Mateo 16:19), otorgándole el poder de guiar a la Iglesia en la tierra.

 

San Pablo es una figura fundamental en el cristianismo, reconocido por sus enseñanzas, su labor misionera y su influencia en la formación de la doctrina y la práctica de la Iglesia, abriendo la fe a los gentiles.

San Pablo, originalmente conocido como Saulo de Tarso, fue un fariseo que perseguía a los primeros cristianos hasta que tuvo una experiencia de conversión dramática en el camino a Damasco, donde tuvo un encuentro con Jesucristo. Esta transformación lo llevó a dedicarse a la evangelización, viajando por todo el Imperio Romano y estableciendo comunidades cristianas en lugares clave como Éfeso, Corinto, Filipos y Tesalónica.

SANTOS PEDRO Y PABLO, APÓSTOLES Domingo 29 de junio 2025

 



La celebración de san Pedro y San Pablo permite reflexionar en estos dos testigos excepcionales de Jesucristo. La primera y la última lectura se ocupan de presentarnos dos episodios de la vida del pescador de Betsaida. La carta a Timoteo nos regala un fragmento del testamento espiritual de san Pablo. Pedro recibió la misión de confirmar en la fe y en la fidelidad a sus hermanos. Jesús le confió la tarea de ser testigo confiable del Evangelio. En el cumplimiento de dicha misión padeció cárceles y persecuciones y terminó rindiendo el supremo testimonio del martirio en Roma. De igual manera, el apóstol san Pablo comunica a sus lectores la inminencia de su partida. El apóstol de las naciones se siente satisfecho y así lo comparte para estimularnos a la fidelidad: "he competido en noble lucha, he corrido hasta la meta, me he mantenido fiel".

Pedro y Pablo poseen temperamentos diferentes y líneas también muy distintas. La forma como ambos encontraron al Señor ha marcado su apostolado. Pero ambos coinciden en la profundidad de su fe y en su amor fervoroso a Cristo. Pedro dice al Señor, "Señor, tú bien sabes que te amo". Pablo, por su parte: "Para mí, el vivir es Cristo". Ambos derramaron su sangre en Roma en estas fechas: Pedro, el año 64; Pablo, el 67.

 

APOSTOLES DE JESUCRISTO

Hech 12, 1-11: 2 Tim 4, 6-8. 17-18; Mt 16, 12-19

 

 

ANTÍFONA DE ENTRADA

 

Éstos son los que, viviendo en nuestra carne, con su sangre fecundaron a la Iglesia, bebieron del cáliz del Señor, y fueron hechos amigos suyos.

 

GLORIA

 

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.

Amén.

 

ORACIÓN COLECTA

 

Dios nuestro, tú que nos llenas de una venerable y santa alegría en la solemnidad de tus santos apóstoles Pedro y Pablo, concede a tu Iglesia que se mantenga siempre fiel a todas las enseñanzas de aquellos por quienes comenzó la propagación de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo...

 

LITURGIA DE LA PALABRA

 

PRIMERA LECTURA

 

Ahora si estoy seguro de que el Señor envió a su ángel, pura librarme de las manos de Herodes.

 

Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 12, 1-11

 

En aquellos días, el rey Herodes mandó apresar a algunos miembros de la Iglesia para maltratados. Mandó pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan, y viendo que eso agradaba a los judíos, también hizo apresar a Pedro. Esto sucedió durante los días de la fiesta de los panes Ázimos. Después de apresarlo, lo hizo encarcelar y lo puso bajo la vigilancia de cuatro turnos de guardia, de cuatro soldados cada turno. Su intención era hacerlo comparecer ante el pueblo después de la Pascua. Mientras Pedro estaba en la cárcel, la comunidad no cesaba

de orar a Dios por él.

La noche anterior al día en que Herodes iba a hacerlo comparecer ante el pueblo, Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, atado con dos cadenas y los centinelas cuidaban la puerta de la prisión. De pronto apareció el ángel del Señor y el calabozo se llenó de luz. El ángel tocó a Pedro en el costado, lo despertó y le dijo: "Levántate pronto".

Entonces las cadenas que le sujetaban las manos se le cayeron. El ángel le dijo: "Cíñete la túnica y ponte las sandalias", y Pedro obedeció. Después le dijo: "Ponte el manto y sígueme". Pedro salió detrás de él, sin saber si era verdad o no lo que el ángel hacía, y le parecía más bien que estaba soñando. Pasaron el primero y el segundo puesto de guardia y llegaron a la puerta de hierro que daba a la calle. La puerta se abrió sola delante de ellos.

Salieron y caminaron hasta la esquina de la calle y de pronto el ángel desapareció.

Entonces, Pedro se dio cuenta de lo que pasaba y dijo: "Ahora sí estoy seguro de que el Señor envió a su ángel para librarme de las manos de Herodes y de todo cuanto el pueblo judío esperaba que me hicieran”. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

 

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9

R/. El Señor me libró de todos mis temores.

 

Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al escucharlo. R/.

Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder. Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores. R/.

Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias. R/.

Junto a aquellos que temen al Señor el ángel del Señor acampa y los protege. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Dichoso el hombre que se refugia en él. R/.

 

SEGUNDA LECTURA

 

Ahora sólo espero la corona recibida.

 

De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 4, 6-8.17-18

 

Querido hermano: Ha llegado para mí la hora del sacrificio y se acerca el momento de mi partida. He luchado bien en el combate, he corrido hasta la meta, he perseverado en la fe.

Ahora sólo espero la corona merecida, con la que el Señor, justo juez, me premiará en aquel día, y no solamente a mí, sino a todos aquellos que esperan con amor su glorioso advenimiento.

Cuando todos me abandonaron, el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, por mi medio, se proclamara claramente el mensaje de salvación y lo oyeran todos los paganos.

Y fui librado de las fauces del león. El Señor me seguirá librando que todos los peligros y me llevará sano y salvo a su Reino celestial. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

 

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 16, 18

R/. Aleluya, aleluya.

 

Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella, dice el Señor. R/. Aleluya, aleluya.

 

EVANGELIO

 

Tú eres Pedro y yo te daré las llaves del Reino de los cielos.

 

Del santo Evangelio según san Mateo: 16,13-19

 

En aquel tiempo, cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?". Ellos le respondieron: "Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas".

Luego les preguntó: "Y ustedes ¿quién dicen que soy yo?". Simón Pedro tomó la palabra y le dijo: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo".

Jesús le dijo entonces: "pichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi Padre que está en los cielos! Y yo te digo a ti que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del Reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

 

PROFESIÓN DE FE

 

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

 

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.

Amén.

 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

 

Haz, Señor, que la oración de tus santos Apóstoles acompañe la ofrenda que te presentamos, y nos permita celebrar con devoción este santo sacrificio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

PREFACIO

 

La doble misión de san Pedro y san Pablo en la Iglesia

 

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y i salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.

Porque en los apóstoles Pedro y Pablo has querido darnos un motivo de alegría: Pedro fue el primero en confesar la fe; Pablo, el maestro que la anunció con claridad; Pedro consolidó la primitiva Iglesia con el resto de Israel; Pablo la extendió entre los paganos llamados a la fe.

De esta forma, Señor, por caminos diversos, congregaron a la única familia de Cristo; y coronados por el martirio, son igualmente venerados por tu pueblo.

Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin cesar: Santo, Santo, Santo...

 

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 16, 16, 18

 

Dijo Pedro a Jesús: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Jesús le respondió: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.

 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

 

Renovados por este sacramento, Señor, concédenos vivir de tal manera en tu Iglesia que, perseverando en la fracción del pan y en la enseñanza de los Apóstoles, tengamos un sólo corazón y un mismo espíritu, fortalecidos por tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20250629

 



 

«Así pues, apacentar las ovejas de Cristo es confirmar a los que creen en Cristo, para que no desfallezcan en la fe y trabajar con ahínco para que avancen más y más en la fe. No obstante, hay que tener muy en cuenta que esta misma atención al rebaño del Señor no hay que ejercerla con una solicitud uniforme, sino variada. Porque es necesario que el que gobierna provea diligentemente, a fin de que a sus súbditos no les falte la ayuda incluso material, y que solícito les dé ejemplo de virtud, al mismo tiempo que les exhorta de palabra. Y si sorprende a algunos que se oponen a los bienes espirituales —o incluso a los materiales que pertenecen a todos—, debe resistir todo lo que pueda a su violencia, corregir a esos mismos individuos —si acaso se equivocan— e incluso castigarles con justicia a la vez que misericordia, según la palabra del salmista, y no adular sus corazones con el óleo de un consentimiento nocivo. Porque también esto pertenece a la tarea de pastor. En efecto, el que descuida corregir los errores de los súbditos y curar las heridas de los pecados en ellos, en la medida de sus fuerzas, ¿con qué derecho pretende contarse entre los pastores de las ovejas de Cristo? Porque el pastor debe tener asentado en su corazón que no puede olvidar tratar a sus súbditos, no como algo propio, sino como rebaño de su Señor, según lo que se le dice a Pedro: "si me amas, apacienta a mis ovejas'! Dice "mías", no "tuyas'! "Ten en cuenta que mis ovejas te han sido encomendadas y, si me amas con perfección, acuérdate de gobernarlas como mías, con el fin de que busques en ellas mi gloria, mi imperio, mi ganancia, no los tuyos"» (San Beda el Venerable [c. 672-7356]. Homilías sobre los Evangelios. XXII, 8-9).

Evangelio del 27 de junio 2025 Lucas 15, 3-7

 



En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos y a los escribas esta parábola: "¿Quién de ustedes, si tiene cien ovejas y se le pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la que se le perdió hasta encontrarla? Y una vez que la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa, reúne a los amigos y vecinos y les dice: "Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido".

 

Yo les aseguro que también en el cielo habrá más alegría por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos, que no necesitan arrepentirse".

 

Reflexión

 

Una de las cosas que jamás comprenderemos es ¿por qué Dios nos ama de esta manera? ¿Por qué su amor va más allá de todo lo que podríamos nosotros imaginar? Cuando se le apareció Nuestro Señor a santa Margarita María, le mostró la herida de su corazón y le dijo: "Este es el corazón que tanto los ha amado".

 

Somos realmente privilegiados, pues como dice san Pablo, el Amor de Jesús es tanto y tan grande que se entregó por nosotros; que dejó su cielo hermoso para hacerse como uno de nosotros para que pudiéramos tener vida y tenerla en abundancia.

 

San Agustín dirá: "se hizo hombre a fin de que nosotros los hombres pudiéramos ser como él". Este es al paroxismo del amor de Dios por nosotros, que es capaz, como lo hemos oído hoy, de dejar a todo el rebaño e ir por nosotros, hombres necios y faltos de juicio.

miércoles, 25 de junio de 2025

Evangelio 26 de Junio 2025 Mateo 7, 21-29


 


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No todo el que me diga: "¡Señor, Señor"!, entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi Padre, que está en los cielos. Aquel día muchos me dirán: "¡Señor, Señor!, ¿no hemos hablado y arrojado demonios en tu nombre y no hemos hecho, en tu nombre, muchos milagros?" Entonces yo les diré en su cara: "Nunca los he conocido. Aléjense de mí, ustedes, los que han hecho el mal".

 

El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a un hombre prudente, que edificó su casa sobre roca. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella casa; pero no se cayó, porque estaba construida sobre roca.

 

El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica, se parece a un hombre imprudente, que edificó su casa sobre arena. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos, dieron contra aquella casa y la arrasaron completamente».

 

Cuando Jesús terminó de hablar, la gente quedó asombrada de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.

 

Reflexión

 

Jesús concluye esta gran catequesis sobre la vida cristiana con la invitación a vivirla. No se trata de ser "oyentes" de la palabra de Dios, sino actores; se trata, pues, de ponerla en práctica.

 

El hacer milagros, sanar personas, expulsar demonios, no es un signo de pertenencia a Jesús; estos signos pueden ser hechos también por obra del maligno. Por ello, no basta decir: "¡Señor, Señor!", sino vivir de acuerdo al Evangelio. Quien se dedica sólo a "escuchar" la palabra de Dios, y no hace un verdadero esfuerzo por vivirla, termina con una vida destrozada. En cambio, quien toma el camino angosto y entra por la puerta estrecha que conducen a la vida, encontrará que su vida se construye en la paz y la armonía interior.

martes, 24 de junio de 2025

Evangelio del 25 de junio 2025 Mateo 7, 15-20

 



En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuidado con los falsos profetas. Se acercan a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos?

Todo árbol bueno da frutos buenos y el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos y un árbol malo no puede producir frutos buenos. Todo árbol que no produce frutos buenos es cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los conocerán".

 

Reflexión

 

Hay hermanos a los que les gusta "aparentar" y hacerse pasar como personas muy piadosas mediante actos puramente externos, siendo que estos actos externos deben ser un claro reflejo de lo que se vive interiormente. El cristianismo, por el hecho de ser un estilo de vida centrado en el Evangelio, no puede ser disimulado.

Los frutos, es decir, lo que emerge naturalmente de la persona en situaciones cotidianas, manifiestan en realidad lo que se es. Si somos cristianos, esto se debe notar en nuestra manera de vestir, de hablar, de reaccionar y, sobre todo, de amar y servir.

lunes, 23 de junio de 2025

Evangelio del 24 de junio 2025 Lucas 1, 57-66. 80

 


Por aquellos días, le llegó a Isabel la hora de dar a luz y tuvo un hijo. Cuando sus vecinos y parientes se enteraron de que el Señor le había manifestado tan grande misericordia, se regocijaron con ella.

A los ocho días fueron a circuncidar al niño y le querían poner Zacarías, como su padre; pero la madre se opuso, diciéndoles: "No. Su nombre será Juan". Ellos le decían: "Pero si ninguno de tus parientes se llama así".

Entonces le preguntaron por señas al padre cómo quería que se llamara el niño. Él pidió una tablilla y escribió: "Juan es su nombre". Todos se quedaron extrañados. En ese momento a Zacarías se le soltó la lengua, recobró el habla y empezó a bendecir a Dios.

Un sentimiento de temor se apoderó de los vecinos, y en toda la región montañosa de Judea se comentaba este suceso. Cuantos se enteraban de ello se preguntaban impresionados: "¿Qué va a ser de este niño?" Esto lo decían, porque realmente la mano de Dios estaba con él.

El niño se iba desarrollando físicamente y su espíritu se iba fortaleciendo, y vivió en el desierto hasta el día en que se dio a conocer al pueblo de Israel.

 

Reflexión

 

El Evangelio de hoy nos presenta la gran alegría que trajo para toda la comarca el nacimiento de Juan el Bautista, el Precursor. Si algo le está haciendo falta hoy al mundo es esta "alegría" que nace del corazón.

Es necesario que cada uno de nosotros nos convirtamos en el instrumento de Dios para que la gente se dé cuenta de que la presencia de Cristo en el mundo es una realidad y que él es la única posibilidad que tiene para ser verdaderamente feliz. Nuestra sonrisa, nuestra alegría, nuestra sencillez ante las cosas y el mundo son la mejor invitación para que el mundo crea.

domingo, 22 de junio de 2025

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Evangelio del 23 de junio 2025 Mateo 7, 1-5

 




En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No juzguen, y no serán juzgados; porque así como juzguen los juzgarán y con la medida que midan los medirán.

¿Por qué miras la paja en el ojo de tu hermano y no te das cuenta de la viga que tienes en el tuyo? ¿Con qué cara le dices a tu hermano 'Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo', cuando tú llevas una viga en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga que tienes en el ojo, y luego podrás ver bien para sacarle a tu hermano la paja que lleva en el suyo".

 

Reflexión

 

Con este ejemplo, Jesús nos enseña cómo se ha de hacer y en qué consiste la "corrección fraterna". La primera cosa que debemos entender es que nosotros estamos llenos de defectos, muchas veces más grandes que los de nuestros propios hermanos. Esto nos ha de hacer humildes para no juzgar a los demás por sus debilidades e imperfecciones, superando el pensamiento de que nosotros somos mejores.

viernes, 20 de junio de 2025

Evangelio del 21 de junio 2025 Mateo 6, 24-34

 



En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Nadie puede servir a dos amos, porque odiará a uno y amará al otro, o bien obedecerá al primero y no hará caso al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero.

Por eso les digo que no se preocupen por su vida, pensando qué comerán o con qué se vestirán. ¿Acaso no vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Miren las aves del cielo, que ni siembran, ni cosechan, ni guardan en graneros y, sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿Acaso no valen ustedes más que ellas? ¿Quién de ustedes, a fuerza de preocuparse, puede prolongar su vida siquiera un momento?

¿Y por qué se preocupan del vestido? Miren cómo crecen los lirios del campo, que no trabajan ni hilan. Pues bien, yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vestía como uno de ellos. Y si Dios viste así a la hierba del campo, que hoy florece y mañana es echada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, hombres de poca fe?

No se inquieten, pues, pensando: ¿Qué comeremos o qué beberemos o con qué nos vestiremos? Los que no conocen a Dios se desviven por todas estas cosas; pero el Padre celestial ya sabe que ustedes tienen necesidad de ellas. Por consiguiente, busquen primero el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se les darán por añadidura. No se preocupen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá ya sus propias preocupaciones. A cada día le bastan sus propios problemas".

 

Reflexión

 

Vivimos en un mundo en donde todo tiene que estar ya previsto, pues vivimos en un mundo de resultados y que camina a una velocidad vertiginosa. Esto ha hecho que, poco a poco, vayamos confiando menos en Dios, que esté menos presente en toda nuestra actividad diaria, en nuestras juntas de planeación, en la organización de nuestra vida.

Y cuando nuestra preocupación se centra en preguntar a Jesús cómo debemos hacer las cosas, todo en nuestra vida cambia: nuestras actitudes, nuestra visión de la vida y sobre todo, la paz interior. Ten en cuenta a Jesús en tu vida diaria, en tu planeación, en tu industria, en todo, y verás que el reino de los cielos se manifestará maravillosamente en tu vida y en tu comunidad.

 

jueves, 19 de junio de 2025

Evangelio del 20 de junio 2025 Mateo 6, 19-23

 


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No acumulen ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el moho los destruyen, donde los ladrones perforan las paredes y se los roban. Más bien, acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el moho los destruyen, ni hay ladrones que perforen las paredes y se los roben; porque donde está tu tesoro, ahí también está tu corazón.

Tus ojos son la luz de tu cuerpo; de manera que, si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo tendrá luz. Pero si tus ojos están enfermos, todo tu cuerpo tendrá oscuridad. Y si lo que en ti debería ser luz, no es más que oscuridad, ¡qué negra no será tu propia oscuridad!"

 

Reflexión

 

En este pasaje, Jesús nos da dos grandes enseñanzas, la primera sobre el riesgo de atesorar, lo cual desvía el corazón del hombre y con mucha facilidad lo aparta de Dios, y la segunda, sobre el uso de nuestros ojos, los cuales son la fuente de luz u oscuridad para el corazón. Ya que estamos siendo testigos de la invasión de pornografía en todos los ámbitos de nuestra vida.

 

DOMINGO XII DEL TIEMPO ORDINARIO Domingo 22 de junio 2025

 




 

ESPÍRITU DE COMPUNCIÓN

Zac 12, 10-11, 13, 1; Gál 3, 26-29; Lc 9, 18-24

 

El profeta Zacarías fue revisado con gran cuidado por los escritores cristianos, varios de sus anuncios proféticos encajaban con algunas de las acciones que marcaron la pasión de Jesús. El hombre traspasado por un pueblo que finalmente se arrepiente de haber provocado esa violencia resulta significativo. Los cristianos hemos aprendido a entender que, si bien no participamos en su ejecución, es a causa de nuestra pecaminosidad que Jesús se entregó. El Señor Jesús anticipa a sus discípulos la existencia de un plan divino: "el Hijo del Hombre tiene que sufrir mucho". Cuando Jesús consigue descifrar que el desenlace violento que pondrá fin a su vida no es resultado de la confabulación de los dirigentes judíos, sino el misterioso proyecto del Padre, a fin de que irrumpa el reinado de Dios, decide entregarse. Por eso nos desvela su secreto último: perderla vida, significa ganarla.

 

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 27, 8-9

 

El Señor es la fuerza de su pueblo, defensa y salvación para su Ungido. Sálvanos, Señor, vela sobre nosotros y guíanos siempre.

 

GLORIA

 

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.

Amén.

 

ORACIÓN COLECTA

 

Señor, concédenos vivir siempre en el amor y respeto a tu santo nombre, ya que jamás dejas de proteger a quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo...

 

LITURGIA DE LA PALABRA

 

PRIMERA LECTURA

 

Mirarán al que traspasaron.

 

Del libro del profeta Zacarías: 12, 10-11; 13, 1

 

Esto dice el Señor: "Derramaré sobre la descendencia de David y sobre los habitantes de Jerusalén, un espíritu de piedad y de compasión y ellos volverán sus ojos hacia mí, a quien traspasaron con la lanza. Harán duelo, como se hace duelo por el hijo único y llorarán por él amargamente, como se llora por la muerte del primogénito.

En ese día será grande el llanto en Jerusalén, como el llanto en la aldea de Hadad-Rimón, en el valle de Meguido". En aquel día brotará una fuente para la casa de David y los habitantes de Jerusalén, que los purificará de sus pecados e inmundicias. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

 

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 62, 2abc. 24-4.5-5.8-9

R/. Señor, mi alma tiene sed de ti.

 

Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta está mi alma. Señor, todo mi ser te añora como el suelo reseco añora el agua. R/.

Para admirar tu gloria y tu poder, con este afán te busco en tu santuario. Pues mejores tu amor que la existencia; siempre, Señor, te alabarán mis labios. R/.

Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración mis manos. De lo mejor se saciará mi alma. Te alabaré con jubilosos labios. R/.

 

SEGUNDA LECTURA

 

Cuantos han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo.

 

De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 3, 26-29

 

Hermanos: Todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús, pues, cuantos han sido incorporados a Cristo por medio del bautismo, se han revestido de Cristo. Ya no existe diferencia entre judíos y no judíos, entre esclavos y libres, entre varón y mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús. Y si ustedes son de Cristo, son también descendientes de Abraham y la herencia que Dios le prometió les corresponde a ustedes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

 

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 27

R/. Aleluya, aleluya.

 

Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen. R/.

 

EVANGELIO

 

Tú eres el Mesías de Dios — Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho.

 

Del santo Evangelio según san Lucas: 9,18-24

 

Un día en que Jesús, acompañado de sus discípulos, había ido a un lugar solitario para orar, les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?". Ellos contestaron: "Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías, y otros, que alguno de los antiguos profetas que ha resucitado".

Él les dijo: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?". Respondió Pedro: "El Mesías de Dios". Él les ordenó severamente que no lo dijeran a nadie. Después les dijo: "Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho, que sea rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que sea entregado a la muerte y que resucite al tercer día".

Luego, dirigiéndose a la multitud, les dijo: "Si alguno quiere acompañarme, que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me siga. Pues el que quiera conservar para sí mismo su vida, la perderá; pero el que la pierda por mi causa, ése la encontrará". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

 

PROFESIÓN DE FE

 

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

 

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.

Amén.

 

PLEGARIA UNIVERSAL

 

Elevemos, hermanos, nuestros ojos al Señor y esperemos, confiados, su ayuda salvífica respondiendo: Escúchanos, Señor. (EL Escúchanos, Señor.)

Por el santo Padre, el Papa Francisco, por nuestro obispo N., y por todos los sacerdotes y diáconos de Jesucristo, roguemos al Señor.

Por el buen tiempo, por el fruto de las investigaciones de los estudiosos y por la prosperidad del trabajo de todos, roguemos al Señor.

Por las vírgenes consagradas al Señor y por los religiosos que trabajan en nuestras comunidades, roguemos al Señor.

Por todos los que hacen el bien en nuestras parroquias y por los que cuidan de los pobres y de los enfermos, roguemos al Señor.

Escucha, Padre de misericordia, las oraciones de tu pueblo y haz que seamos fieles discípulos de aquella sabiduría que reconoce como único maestro a Cristo elevado sobre la cátedra de la cruz, para que, fieles a sus enseñanzas, aprendamos a vencer las tentaciones y el miedo que germinan en nosotros y arraigan en el mundo, y caminemos con paso decidido hacia la vida eterna por el camino de la cruz. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

 

Recibe, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza y concédenos que, purificados por su eficacia, podamos ofrecerte el entrañable afecto de nuestro corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

PREFACIO

 

El Misterio de la salvación

 

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz, nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,

Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.

Hosanna en el cielo.

Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.

 

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 144, 15

 

Los ojos de todos esperan en ti, Señor; y tú les das la comida a su tiempo.

 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

 

Renovados, Señor, por el alimento del sagrado Cuerpo y la preciosa Sangre de tu Hijo, concédenos que lo que realizamos con asidua devoción, lo recibamos convertido en certeza de redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20250622

 


«El Salvador y Señor de todos se presentaba a sí mismo como modelo de una vida digna a sus santos discípulos cuando oraba solo, en su presencia. Pero tal vez había algo que preocupaba a sus discípulos y que provocaba en ellos pensamientos no del todo rectos. En efecto, veían hoy orara lo humano al que la víspera habían visto obrar prodigios a lo divino. En consecuencia, no carecería de fundamento que se hiciesen esta reflexión: "Qué cosa tan extraña! ¿Hemos de considerarlo como Dios o como hombre?! Con el fin de poner fin al tumulto de semejantes cavilaciones y tranquilizar su fluctuante fe, Jesús les plantea una cuestión, conociendo perfectamente de antemano lo que decían de él los que no pertenecían a la comunidad judía e incluso lo que de él pensaban los israelitas. Quería efectivamente apartarlos de la opinión de la muchedumbre y buscaba la manera de consolidar en ellos una fe recta. Les preguntó: ¿Quién dice la gente que soy yo? Una vez más es Pedro el que se adelanta a los demás, se constituye en portavoz del colegio apostólico, pronuncia palabras llenas de amor a Dios y hace una profesión de fe precisa e intachable en él, diciendo: El Mesías de Dios. Despierto está el discípulo, y el predicador de las verdades sagradas se muestra en extremo prudente. En efecto, no se limita a decir simplemente que es un Cristo de Dios, sino el Cristo, pues "cristos" hubo muchos, así llamados debido a la unción recibida de Dios por diversos títulos: algunos fueron ungidos como reyes, otros como profetas, otros finalmente, como nosotros, habiendo conseguido la salvación por este Cristo, Salvador de todos, y habiendo recibido la unción del Espíritu Santo, hemos recibido la denominación de "cristianos"» (San Cirilo de Alejandría [370-4441. Homilía 39 del Evangelio de lucas).

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20250622

 

En una sociedad que se deslumbra por el disfrute de los goces inmediatos y que no gusta de adquirir responsabilidades y deberes permanentes, parece demasiado ingenua la invitación a perder la vida a fin de ganarla. Más aún, cuando se percibe un desencanto con los ideales encaminados a edificar un mundo mejor y parecen prevalecer los egoísmos nacionalistas, se angosta más la posibilidad de comprender la paradoja del crucificado. No hay que extrañarse, la cruz de Cristo fue considerada desde los primeros tiempos como una necedad o un escándalo a los ojos de judíos y paganos. La manera de presentar congruentemente el misterio pascual de Jesucristo es viviendo en conformidad con él. Quienes se despreocupen, aunque sea de manera parcial de cuidar sus propios intereses y vivan generosamente, atendiendo las necesidades de los demás, están testimoniando la permanencia del camino cristiano.

miércoles, 18 de junio de 2025

Evangelio del 19 de junio 2025 Lucas 9, 11-17

 



En aquel tiempo, Jesús habló del Reino de Dios a la multitud y curó a los enfermos.

Cuando caía la tarde, los doce apóstoles se acercaron a decirle: "Despide a la gente para que vayan a los pueblos y caseríos a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar solitario". Él les contestó: "Denles ustedes de comer". Pero ellos le replicaron: "No tenemos más que cinco panes y dos pescados; a no ser que vayamos nosotros mismos a comprar víveres para toda esta gente". Eran como cinco mil varones.

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: "Hagan que se sienten en grupos como de cincuenta". Así lo hicieron, y todos se sentaron. Después Jesús tomó en sus manos los cinco panes y los dos pescados, y levantando su mirada al cielo, pronunció sobre ellos una oración de acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, para que ellos los distribuyeran entre la gente.

Comieron todos y se saciaron, y de lo que sobró se llenaron doce canastos.

 

Reflexión

 

Dentro de la teología de Lucas, este pasaje de la multiplicación de los panes viene a ilustrarnos cómo es que de un pan puede dar de comer a una multitud. Es interesante que, a pesar de ser varios panes, Jesús lo parte. Con ello nos muestra, antes de la Última Cena, cómo Jesús es el pan que se parte y se comparte.

En la Cena de Pascua, para instituir la Eucaristía, Jesús repite este signo de partir el pan, pero ahora ya no es pan sino que es su cuerpo. Por ello al comulgar participamos todos del mismo cuerpo de Cristo y en cada hostia, en cada fracción de pan, se nos da la comida completa, el Cristo total, por ello es una comida que sacia.

No es como la "comida" que nos ofrece el mundo y que solo nos vacía y causa indigestión. La Eucaristía, el pan partido y compartido, es la única comida capaz de darnos la plenitud y saciar nuestras ansias de eternidad y de amor. Cuando el hombre no se alimenta de este Pan, siempre está insatisfecho, en búsqueda y, no pocas veces, equivoca la comida y termina envenenado con lo que el mundo nos ofrece.

Es, pues, necesario revisar y tener cuidado en el alimento que le damos a nuestra alma (cine, televisión, revistas, radio, etc.). Recordemos que la Eucaristía es el pan que nos da la vida Eterna y que solo en Cristo encontraremos el camino, la Verdad y la Vida.

Busca alimentarte bien pero, sobre todo, busca alimentarte santamente del Pan que da la Vida de ese pan que se Parte y se comparte: Jesucristo nuestro Pan.