La celebración de san Pedro y San Pablo permite reflexionar
en estos dos testigos excepcionales de Jesucristo. La primera y la última lectura
se ocupan de presentarnos dos episodios de la vida del pescador de Betsaida. La
carta a Timoteo nos regala un fragmento del testamento espiritual de san Pablo.
Pedro recibió la misión de confirmar en la fe y en la fidelidad a sus hermanos.
Jesús le confió la tarea de ser testigo confiable del Evangelio. En el
cumplimiento de dicha misión padeció cárceles y persecuciones y terminó
rindiendo el supremo testimonio del martirio en Roma. De igual manera, el
apóstol san Pablo comunica a sus lectores la inminencia de su partida. El
apóstol de las naciones se siente satisfecho y así lo comparte para
estimularnos a la fidelidad: "he competido en noble lucha, he corrido
hasta la meta, me he mantenido fiel".
Pedro y Pablo poseen temperamentos diferentes y líneas también muy
distintas. La forma como ambos encontraron al Señor ha marcado su apostolado.
Pero ambos coinciden en la profundidad de su fe y en su amor fervoroso a
Cristo. Pedro dice al Señor, "Señor, tú bien sabes que te amo".
Pablo, por su parte: "Para mí, el vivir es Cristo". Ambos derramaron
su sangre en Roma en estas fechas: Pedro, el año 64; Pablo, el 67.
APOSTOLES DE JESUCRISTO
Hech 12, 1-11: 2 Tim 4, 6-8. 17-18; Mt 16, 12-19
ANTÍFONA DE ENTRADA
Éstos son los que, viviendo en nuestra carne, con su sangre fecundaron
a la Iglesia, bebieron del cáliz del Señor, y fueron hechos amigos suyos.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, tú que nos llenas de una venerable y santa alegría en la
solemnidad de tus santos apóstoles Pedro y Pablo, concede a tu Iglesia que se
mantenga siempre fiel a todas las enseñanzas de aquellos por quienes comenzó la
propagación de la fe. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ahora si estoy seguro de que el Señor envió a su ángel, pura librarme
de las manos de Herodes.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 12, 1-11
En aquellos días, el rey Herodes mandó apresar a algunos miembros de la
Iglesia para maltratados. Mandó pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan, y
viendo que eso agradaba a los judíos, también hizo apresar a Pedro. Esto
sucedió durante los días de la fiesta de los panes Ázimos. Después de
apresarlo, lo hizo encarcelar y lo puso bajo la vigilancia de cuatro turnos de
guardia, de cuatro soldados cada turno. Su intención era hacerlo comparecer
ante el pueblo después de la Pascua. Mientras Pedro estaba en la cárcel, la
comunidad no cesaba
de orar a Dios por él.
La noche anterior al día en que Herodes iba a hacerlo comparecer ante
el pueblo, Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, atado con dos cadenas y
los centinelas cuidaban la puerta de la prisión. De pronto apareció el ángel
del Señor y el calabozo se llenó de luz. El ángel tocó a Pedro en el costado,
lo despertó y le dijo: "Levántate pronto".
Entonces las cadenas que le sujetaban las manos se le cayeron. El ángel
le dijo: "Cíñete la túnica y ponte las sandalias", y Pedro obedeció.
Después le dijo: "Ponte el manto y sígueme". Pedro salió detrás de
él, sin saber si era verdad o no lo que el ángel hacía, y le parecía más bien
que estaba soñando. Pasaron el primero y el segundo puesto de guardia y
llegaron a la puerta de hierro que daba a la calle. La puerta se abrió sola
delante de ellos.
Salieron y caminaron hasta la esquina de la calle y de pronto el ángel
desapareció.
Entonces, Pedro se dio cuenta de lo que pasaba y dijo: "Ahora sí
estoy seguro de que el Señor envió a su ángel para librarme de las manos de
Herodes y de todo cuanto el pueblo judío esperaba que me hicieran”. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9
R/. El Señor me libró de todos mis temores.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me
siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al escucharlo. R/.
Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder.
Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores. R/.
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado,
porque el Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus
angustias. R/.
Junto a aquellos que temen al Señor el ángel del Señor acampa y los
protege. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Dichoso el hombre que se
refugia en él. R/.
SEGUNDA LECTURA
Ahora sólo espero la corona recibida.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 4, 6-8.17-18
Querido hermano: Ha llegado para mí la hora del sacrificio y se acerca
el momento de mi partida. He luchado bien en el combate, he corrido hasta la
meta, he perseverado en la fe.
Ahora sólo espero la corona merecida, con la que el Señor, justo juez,
me premiará en aquel día, y no solamente a mí, sino a todos aquellos que
esperan con amor su glorioso advenimiento.
Cuando todos me abandonaron, el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas
para que, por mi medio, se proclamara claramente el mensaje de salvación y lo
oyeran todos los paganos.
Y fui librado de las fauces del león. El Señor me seguirá librando que
todos los peligros y me llevará sano y salvo a su Reino celestial. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 16, 18
R/. Aleluya, aleluya.
Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y los poderes
del infierno no prevalecerán sobre ella, dice el Señor. R/. Aleluya, aleluya.
EVANGELIO
Tú eres Pedro y yo te daré las llaves del Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 16,13-19
En aquel tiempo, cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo,
hizo esta pregunta a sus discípulos: "¿Quién dice la gente que es el Hijo
del hombre?". Ellos le respondieron: "Unos dicen que eres Juan el
Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o alguno de los profetas".
Luego les preguntó: "Y ustedes ¿quién dicen que soy yo?".
Simón Pedro tomó la palabra y le dijo: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios
vivo".
Jesús le dijo entonces: "pichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque
esto no te lo ha revelado ningún hombre, sino mi Padre que está en los cielos!
Y yo te digo a ti que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.
Los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella. Yo te daré las llaves del
Reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo,
y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Haz, Señor, que la oración de tus santos Apóstoles acompañe la ofrenda
que te presentamos, y nos permita celebrar con devoción este santo sacrificio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
La doble misión de san Pedro y san Pablo en la Iglesia
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y i salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno.
Porque en los apóstoles Pedro y Pablo has querido darnos un motivo de
alegría: Pedro fue el primero en confesar la fe; Pablo, el maestro que la
anunció con claridad; Pedro consolidó la primitiva Iglesia con el resto de
Israel; Pablo la extendió entre los paganos llamados a la fe.
De esta forma, Señor, por caminos diversos, congregaron a la única
familia de Cristo; y coronados por el martirio, son igualmente venerados por tu
pueblo.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin
cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 16, 16, 18
Dijo Pedro a Jesús: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Jesús le
respondió: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados por este sacramento, Señor, concédenos vivir de tal manera en
tu Iglesia que, perseverando en la fracción del pan y en la enseñanza de los
Apóstoles, tengamos un sólo corazón y un mismo espíritu, fortalecidos por tu
amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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