En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuidado con los
falsos profetas. Se acercan a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro
son lobos rapaces. Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los
espinos o higos de los cardos?
Todo árbol bueno da frutos buenos y el árbol malo da frutos malos. Un
árbol bueno no puede producir frutos malos y un árbol malo no puede producir
frutos buenos. Todo árbol que no produce frutos buenos es cortado y arrojado al
fuego. Así que por sus frutos los conocerán".
Reflexión
Hay hermanos a los que les gusta "aparentar" y hacerse pasar
como personas muy piadosas mediante actos puramente externos, siendo que estos
actos externos deben ser un claro reflejo de lo que se vive interiormente. El
cristianismo, por el hecho de ser un estilo de vida centrado en el Evangelio,
no puede ser disimulado.
Los frutos, es decir, lo que emerge naturalmente de la persona en
situaciones cotidianas, manifiestan en realidad lo que se es. Si somos
cristianos, esto se debe notar en nuestra manera de vestir, de hablar, de
reaccionar y, sobre todo, de amar y servir.
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