XI DOMINGO
DE TIEMPO ORDINARIO Ciclo B
Domingo
14 de junio 2015
LLEGARÁ
A SER UN CEDRO MAGNÍFICO
Ez 17,
22-24; 2 Co 5,6-10; Mc 4.26-34
Las
imágenes del crecimiento vegetal son bastante idóneas para comprender el
proceso de maduración en la fe. Semillas que crecen sin que el agricultor
consiga descifrar el proceso de la siembra, la germinación y la fructificación,
pero que indudablemente es un dinamismo asombroso que ahora comprendemos y nos
sigue admirando. La vida que no cesa de crecer. Ese es el núcleo mismo de la
vida cristiana: el progreso en la identificación con Cristo. No hay prisa ni
urgencia de conseguir cambios espectaculares y vistosos. La pequeña semilla de
mostaza, pasa por todas las fases desde el ocultamiento en la tierra hasta el
desarrollo de una fronda tupida que anida a las aves del cielo. La maduración
del cristiano se va consolidando despacio, no sin altibajos. El proceso no se
ha de interrumpir: Cristo murió por nosotros, para que ya no vivamos para
nosotros mismos.
ANTÍFONA
DE ENTRADA Sal 26, 7. 9
Oye,
Señor, mi voz y mis clamores. Ven en mi ayuda, no me rechaces, ni me abandones,
Dios, salvador mío.
ORACIÓN
COLECTA
Señor
Dios, fortaleza de los que en ti esperan, acude bondadoso, a nuestro llamado y
puesto que sin ti nada puede nuestra humana debilidad, danos siempre la ayuda
de tu gracia, para que, en cumplimiento de tu voluntad, te agrademos siempre
con nuestros deseos y acciones. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA
DE LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA
Monición.-
En la primera lectura, Dios confirma que Él es el Señor de la vida y de la historia
y que es a través de los acontecimientos humildes y sencillos, que él realiza
maravillas.
Del
libro del profeta Ezequiel 17, 22-24
Esto
dice el Señor Dios: "Yo tomaré un renuevo de la copa de un gran cedro, de
su más alta rama cortaré un retoño. Lo plantaré en la cima de un monte excelso
y sublime. Lo plantaré en la montaña más alta de Israel. Echará ramas, dará
fruto y se convertirá en un cedro magnífico. En él anidarán toda clase de
pájaros y descansarán al abrigo de sus ramas.
Así,
todos los árboles del campo sabrán que yo, el Señor, humillo los árboles altos
y elevo los árboles pequeños; que seco los árboles lozanos y hago florecer los
árboles secos. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
SALMO
RESPONSORIAL
Del
salmo 91, 2-3. 13-14. 15-16
R/.
¡Qué bueno es darte gracias, Señor!
¡Qué
bueno es darte gracias, Dios altísimo, y celebrar tu nombre, pregonando tu amor
cada mañana y tu fidelidad, todas las noches! R/.
Los
justos crecerán como las palmas, como los cedros en los altos montes; plantados
en la casa del Señor, en medio de sus atrios darán flores. R/.
Seguirán
dando fruto en su vejez, frondosos y lozanos como jóvenes, para anunciar que en
Dios, mi protector, ni maldad ni injusticia se conocen. R/.
SEGUNDA
LECTURA
Monición.-
En la segunda lectura, le pide al hombre que camine guiado por la fe y que sea
agradable al Señor en espera de comparecer delante de Cristo para recibir el
premio o el castigo de nuestros actos.
De la
segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios 5, 6-10
Hermanos:
Siempre tenemos confianza, aunque sabemos que, mientras vivimos en el cuerpo,
estamos desterrados, lejos del Señor. Caminamos guiados por la fe, sin ver
todavía. Estamos, pues, llenos de confianza y preferimos salir de este cuerpo
para vivir con el Señor.
Por eso
procuramos agradarle, en el destierro o en la patria. Porque todos tendremos
que comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir el premio o el castigo
por lo que hayamos hecho en esta vida.
Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO
R/.
Aleluya, aleluya.
La
semilla es la palabra de Dios y el sembrador es Cristo; todo aquel que lo
encuentra vivirá para siempre. R/.
EVANGELIO
Monición.-
En el evangelio de hoy, Jesús nos instruye cómo crece el Reino de Dios en
nuestro interior. Lo hace utilizando la imagen de la semilla y la mostaza para
facilitar la comprensión.
Del
santo Evangelio según san Marcos 4, 26-34
En
aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "El Reino de Dios se parece a lo
que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las
noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la
tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las
espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los
granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la
cosecha".
Les dijo
también: "¿Con qué compararemos el Reino de Dios? ¿Con qué parábola lo
podremos representar? Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es
la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en
el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden
anidar a su sombra".
Y con
otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje, de acuerdo
con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en parábolas; pero a
sus discípulos les explicaba todo en privado.
Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice
Credo.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Oremos,
hermanos, al Señor que conoce lo que está escondido a nuestros ojos y sabe
cuáles son las verdaderas necesidades de los hombres, diciendo:
Señor
Jesús, escúchanos. (R/. Señor Jesús, escúchanos.)
Oremos
por la santa Iglesia, para que Dios, nuestro Señor, aumente el número de sus
fieles, aleje de ella toda división y escuche las plegarias que le dirigen
todos los cristianos del mundo, roguemos al Señor.
Oremos
también a nuestro Señor por los gobernantes de nuestra patria y de todos los
pueblos, para que Dios les dé sabiduría y fuerza para gobernar y dirigir con
paz y justicia el pueblo que tienen encomendado, roguemos al Señor.
Oremos
también por los que están lejos de su hogar, para que nuestro Señor les conceda
un viaje feliz, retornar con salud a sus familias y la realización plena de los
proyectos de su viaje.
Oremos
también a nuestro Señor por los que hoy nos hemos reunido aquí en su nombre y por
el párroco (pastor) que nos preside, para que nuestro Señor escuche nuestras
oraciones y nuestras peticiones le sean siembre agradables, roguemos al Señor.
Dios
nuestro, que siembras a manos llenas en nuestros corazones la semilla de la
verdad y de la gracia, escucha nuestras oraciones, concédenos acoger, con
humilde esperanza, y cultivar, con paciencia evangélica, el grano que tú has
sembrado en nosotros, convencidos de que, cuanto más profundamente arraigue tu
palabra en nuestras vidas, más amor y más justicia habrá en el mundo. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Tú que
con este pan y este vino que te presentamos das al género humano el alimento
que lo sostiene y el sacramento que lo renueva, concédenos, Señor, que nunca
nos falte esta ayuda para el cuerpo y el alma. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio
para los domingos del Tiempo ordinario.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN Sal 26, 4
Una
sola cosa he pedido y es lo único que busco, habitar en la casa del Señor todos
los días de mi vida.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor,
que esta santa comunión, que acabamos de recibir, así como significa la unión
de los fieles en ti, así también lleve a efecto la unidad en tu Iglesia. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-
El
centro del mensaje cristiano es paradójico. Ya no vivimos para nosotros mismos,
sino para Cristo que murió por nosotros. La frase adquiere sentido si
entendemos lo que es vivir con el yo descentrado sobre su propio eje. No se
trata de vivir mirándose al ombligo, sino de estar pendientes de las
situaciones que atraviesan quienes viven a nuestro lado. Porque es en su vida
que Jesús se manifiesta. Los hermanos más débiles son el lugar donde Jesús se
nos revela. No obstante, cabe admitir que no resulta sencillo lograrlo; pero eso
nos lanza a la segunda paradoja. La que formuló san Pablo afirmando: "ya
no vivo yo, es Cristo quien vive en mí". Para vivir orientados, sirviendo
y amando a los demás, es necesario dejar que la fuerza vivificante del Espíritu
de Jesús, nos convierta en organismos genéticamente modificados y nos potencie
en sintonía con su genética compasiva y amorosa.
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