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DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B
Domingo
7 de junio 2015
UN
VERDADERO ENFRENTAMIENTO
Una
lectura tipológica puede apreciarse entre el relato del libro del Génesis y el
Evangelio de san Marcos. La hostilidad entre la mujer y la serpiente, entre el
linaje de ambos, puede leerse de diversas maneras: como un enfrentamiento que
acontece en el interior del corazón humano entre el yo genuino moldeado a
imagen y semejanza de Dios y el instinto, simbolizado por la dimensión animal.
También puede considerarse el enfrentamiento entre la humanidad y los poderes
mundanos, que se oponen al proyecto de Dios. En el Evangelio el enfrentamiento
ocurre entre quienes defienden el viejo orden contrario al Reinado de Dios y
llegan al cinismo de identificar a Jesús con un aliado de Satanás, sin darse
cuenta que ellos mismos lo están siendo, al aliarse con los defensores del
orden imperial que victimizaba a las personas.
ANTÍFONA
DE ENTRADA Sal 26, 1-2
El
Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi
vida, ¿quién me hará temblar? Cuando me asaltan mis enemigos, tropiezan y caen.
ORACIÓN
COLECTA
Señor,
Dios, de quien todo bien procede, escucha nuestras súplicas y concédenos que
comprendiendo, por inspiración tuya, lo que es recto, eso mismo, bajo tu guía
lo hagamos realidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA
DE LA PALABRA
Primera
lectura
Monición.-
El Génesis narra la aparición del primer pecado en la humanidad, pero sobresale
la promesa de salvación, porque aunque el hombre se aleje de Dios. Él nunca lo
abandonará.
Del
libro del Génesis 3, 9-15
Después
de que el hombre y la mujer comieron del fruto del árbol prohibido, el Señor
Dios llamó al hombre y le preguntó: "¿Dónde estás?" Éste le
respondió: "Oí tus pasos en el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo,
y me escondí". Entonces le dijo Dios: "¿Y quién te ha dicho que
estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?"
Respondió
Adán: "La mujer que me diste por compañera me ofreció del fruto del árbol
y comí". El Señor Dios dijo a la mujer: "¿Por qué has hecho
esto?" Repuso la mujer: "La serpiente me engañó y comí".
Entonces
dijo el Señor Dios a la serpiente: "Porque has hecho esto, serás maldita
entre todos los animales y entre todas las bestias salvajes. Te arrastrarás
sobre tu vientre y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad
entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya; y su descendencia te
aplastará la cabeza, mientras tú tratarás de morder su talón".
Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Salmo
responsorial
Del
salmo 129, 12-13. 15.16hc. 17-18
R/.
Perdónanos, Señor, y viviremos
Desde
el abismo de mis pecados clamo a ti; Señor, escucha mi clamor; que estén
atentos tus oídos a mi voz suplicante. R/.
Si
conservaras el recuerdo de las culpas, ¿quién habría, Señor, que se salvara?
Pero de ti procede el perdón, por eso con amor te veneramos. R/.
Confío
en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra; mi alma aguarda al Señor,
mucho más que a la aurora el centinela. R/.
Como
aguarda a la aurora el centinela, aguarda Israel al Señor, porque del Señor
viene la misericordia y la abundancia de la redención, y él redimirá a su
pueblo de todas sus iniquidades. R/.
Segunda
lectura
Monición.-
San Pablo, en la segunda lectura, nos describe la fuerza de la fe como el
sostén de la vida y está convencido de que Aquel que resucitó a Jesús también
nos resucitará.
De la
segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios 4, 13-5, 1
Hermanos:
Como poseemos el mismo espíritu de fe que se expresa en aquel texto de la
Escritura: Creo, por eso hablo, también nosotros creemos y por eso hablamos,
sabiendo que aquel que resucitó a Jesús nos resucitará también a nosotros con
Jesús y nos colocará a su lado con ustedes. Y todo esto es para bien de
ustedes, de manera que, al extenderse la gracia a más y más personas, se
multiplique la acción de gracias para gloria de Dios.
Por
esta razón no nos acobardamos; pues aunque nuestro cuerpo se va desgastando,
nuestro espíritu se renueva de día en día. Nuestros sufrimientos momentáneos y
ligeros nos producen una riqueza eterna, una gloria que los sobrepasa con
exceso.
Nosotros
no ponemos la mira en lo que se ve, sino en lo que no se ve, porque lo que se
ve es transitorio y lo que no se ve es eterno. Sabemos que, aunque se desmorone
esta morada terrena, que nos sirve de habitación, Dios nos tiene preparada en
el cielo una morada eterna, no construida por manos humanas.
Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
Aclamación
antes del Evangelio
Jn 12,
31-32
R/.
Aleluya, aleluya.
Ya va a
ser arrojado el príncipe de este mundo. Cuando yo sea levantado de la tierra,
atraeré a todos hacia mí, dice el Señor. R/.
Evangelio
Monición.-
Los adversarios de Jesús, ante el bien que realiza, concluyen que está poseído
por Satanás. Jesús les explica que si fuera Satanás por qué no lo expulsaría.
Del
santo Evangelio según san Marcos 3, 20-35
En
aquel tiempo, Jesús entró en una casa con sus discípulos y acudió tanta gente,
que no los dejaban ni comer. Al enterarse sus parientes, fueron a buscarlo,
pues decían que se había vuelto loco.
Los
escribas que habían venido de Jerusalén, decían acerca de Jesús: "Este
hombre está poseído por Satanás, príncipe de los demonios, y por eso los echa
fuera".
Jesús
llamó entonces a los escribas y les dijo en parábolas: "¿Cómo puede
Satanás expulsar a Satanás? Porque si un reino está dividido en bandos
opuestos, no puede subsistir. Una familia dividida tampoco puede subsistir. De
la misma manera, si Satanás se rebela contra sí mismo y se divide, no podrá
subsistir, pues ha llegado su fin. Nadie puede entrar en la casa de un hombre
fuerte y llevarse sus cosas, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear la
casa.
Yo les
aseguro que a los hombres se les perdonarán todos sus pecados y todas sus
blasfemias. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo nunca tendrá perdón;
será reo de un pecado eterno". Jesús dijo esto, porque lo acusaban de estar
poseído por un espíritu inmundo.
Llegaron
entonces su madre y sus parientes; se quedaron fuera y lo mandaron llamar. En
torno a él estaba sentada una multitud, cuando le dijeron: "Ahí fuera
están tu madre y tus hermanos, que te buscan".
Él les
respondió: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?" Luego,
mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: "Éstos son mi
madre y mis hermanos. Porque el que cumple la voluntad de Dios, ése es mi
hermano, mi hermana y mi madre". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
Se dice
Credo.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Dirijamos,
hermanos, nuestra oración a Dios Padre misericordioso, con aquella confianza
filial que el Espíritu de Cristo ha infundido en nuestros corazones, diciendo:
Padre, escúchanos. (R/. Padre, escúchanos.)
Por el
santo Padre, el Papa Francisco, para que Dios, que lo eligió como obispo de
toda la Iglesia, le conceda una vida larga y feliz y lo asista en la misión de
gobernar el pueblo santo de Dios, roguemos al Señor.
Por
nuestra patria y por sus gobernantes, por todas las naciones y sus
responsables: para que Dios les inspire pensamientos y decisiones encaminados a
una paz verdadera, roguemos al Señor.
Por los
que están en camino de conversión, por los que se preparan a recibir el bautismo
o preparan el bautismo de sus hijos: para que Dios, nuestro Señor, les abra en
sus sacramentos las puertas de su misericordia e introduzca a los nuevos hijos
de la Iglesia en la vida nueva de Cristo Jesús, roguemos al Señor.
Por
nuestros familiares y amigos enfermos, para que Dios, nuestro Señor, escuche
sus súplicas, realice sus deseos y haga que, en su tribulación, experimenten el
gozo de la misericordia divina, roguemos al Señor.
Padre
santo, que has enviado a tu Hijo para librarnos de la esclavitud de Satanás,
escucha nuestras oraciones y sosténnos con la armadura de la fe, para que en la
lucha cotidiana contra el Maligno participemos de la victoria pascual de
Cristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Mira,
Señor, con bondad nuestro servicio para que esta ofrenda se convierta para ti
en don aceptable y para nosotros, en aumento de nuestra caridad. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN Sal 17, 3
Señor,
tú eres mi fortaleza, mi refugio, mi liberación y mi ayuda. Tú eres mi Dios.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor,
que la virtud medicinal de este sacramento nos cure por tu bondad de nuestras
maldades y nos haga avanzar por el camino recto. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-El Señor Jesús no era indudablemente una persona
violenta o conflictiva, pero tampoco era una persona cándida o ingenua, sabía
llamar a las cosas por su nombre, y decía sí o no, según correspondiera a cada
situación. No podía apoyar la inflexibilidad de los dirigentes de Israel que
aparecían como celosos guardianes de la ley, mientras que trataban con
indiferencia a las víctimas de la enfermedad; justificando todo un sistema de
marginación religiosa. Jesús se oponía con hechos y palabras a tal despropósito
y por tal motivo, lo juzgaban aliado de Satanás. Desde esa actitud ejemplar
podemos extraer orientaciones para los dilemas y situaciones de perplejidad
moral que afrontamos. Si las personas son más valiosas que las instituciones y
los ordenamientos sociales, no es conveniente promover el cumplimiento de un
determinado valor moral si tal defensa implica denigrar, menospreciar o
injuriar a quienes no quieren cumplir con ese ordenamiento religioso que a
nosotros parece tan natural.
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