DOMINGO
MUNDIAL DE LAS MISIONES
Domingo
18 de octubre 2015
ANTÍFONA
DE ENTRADA Cfr. Sal 16, 6. 8
Te
invoco, Dios mío, porque tú me respondes; inclina tu oído y escucha mis
palabras. Cuídame, Señor, como a la niña de tus ojos y cúbreme bajo la sombra
de tus alas.
Gloria
a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa
gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos
gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único,
Jesucristo.
Señor
Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten
piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque
sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el
Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN
COLECTA
Dios
todopoderoso y eterno, haz que nuestra voluntad sea siempre dócil a la tuya y
que te sirvamos con un corazón sincero. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA
DE LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA
Caminarán
los pueblos a tu luz.
Del
libro del profeta Isaías: 60, 1-6
Levántate
y resplandece, Jerusalén, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor
alborea sobre ti. Mira, las tinieblas cubren la tierra y espesa niebla envuelve
a los pueblos; pero sobre ti resplandece el Señor y en ti se manifiesta su
gloria. Caminarán los pueblos a tu luz y los reyes, al resplandor de tu aurora.
Levanta
los ojos y mira alrededor: todos se reúnen y vienen a ti; tus hijos llegan de
lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces verás esto radiante de
alegría; tu corazón se alegrará, y se ensanchará, cuando se vuelquen sobre ti
los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los pueblos. Te inundará una
multitud de camellos y dromedarios, procedentes de Madián y de Efá. Vendrán
todos los de Sabá trayendo incienso y oro y proclamando las alabanzas del
Señor.
Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO
RESPONSORIAL
Del
salmo 116
R/
Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio
Que
alaben al Señor todas las naciones, que lo aclamen todos los pueblos. /R
Porque
grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por siempre. /R
SEGUNDA
LECTURA
Acerquémonos
con plena confianza al trono de la gracia.
De la
carta a los hebreos: 4, 14-16
Hermanos:
Puesto que Jesús es el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote, que ha entrado
en el cielo, mantengamos firme la profesión de nuestra fe. En efecto, no
tenemos un sumo sacerdote que no sea capaz de compadecerse de nuestros
sufrimientos, puesto que él mismo ha pasado por las mismas pruebas que
nosotros, excepto el pecado.
Acerquémonos,
por tanto, con plena confianza al trono de la gracia, para recibir
misericordia, hallar la gracia y obtener ayuda en el momento oportuno.
Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mc 10, 45
R/.
Aleluya, aleluya.
El Hijo
del hombre vino a servir y a dar su vida por la salvación de todos. R/.
EVANGELIO
Del
santo Evangelio según san Marcos: 10, 35-45
En
aquel tiempo, se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le
dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte".
Él les dijo: "¿Qué es lo que desean?" Le respondieron: "Concede
que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu
gloria". Jesús les replicó: "No saben lo que piden. ¿Podrán pasar la
prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con el que yo seré
bautizado?" Le respondieron: "Sí podemos". Y Jesús les dijo:
"Ciertamente pasarán la prueba que yo voy a pasar y recibirán el bautismo
con el que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi
izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes está reservado".
Cuando
los otros diez apóstoles oyeron esto, se in-dignaron contra Santiago y Juan.
Jesús los reunió entonces a los Doce y les dijo: "Ya saben que los jefes
de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las
oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiera ser
grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que
sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo
sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos".
Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN
DE FE
Creo en
un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo
visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios
nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del
Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra
salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la
Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de
Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo
en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA
UNIVERSAL (DOMUND)
Oremos
hermanos, a Dios Padre, por medio de Jesucristo, su Hijo, que se entregó por la
salvación de todos, pidámosle: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para
que el Espíritu Santo fortalezca a los obispos y a los presbíteros de los
países de misiones y los asista de manera que conduzcan sus jóvenes Iglesias
hacia una verdadera madurez cristiana, roguemos al Señor. (R/. Te rogamos,
Señor.)
Para
que el Señor infunda su Espíritu Santo en los misioneros y haga que su
apostolado y su testimonio sean verdaderamente evangélicos y no de sabiduría
únicamente humana, roguemos al Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para
que los cristianos que viven en países de misiones den un testimonio verdadero
de amor a Jesucristo, se sientan ricos por el conocimiento del Evangelio y no
se avergüencen nunca de su pobreza humana, roguemos al Señor. (R/. Te rogamos,
Señor.)
Para
que nosotros y los miembros de nuestras comunidades consideremos como parte
integrante de nuestra fe la solicitud apostólica de transmitir la luz y la
alegría del Evangelio al mundo no cristiano, roguemos al Señor. (R/. Te
rogamos, Señor.)
Señor
Jesucristo, que sabes lo que hay en el interior de cada hombre y amas a todos,
porque por todos te has entregado, escucha nuestra oración y haz que sean
muchos los que tengan un amor tan grande que estén dispuesto, como tú, a
entregar la propia vida por los hermanos y para anunciarles el Evangelio el
Evangelio de salvación. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos,
Señor, el don de poderte servir con libertad de espíritu, para que, por la
acción purificadora de tu gracia, los mismos misterios que celebremos nos
limpien de toda culpa. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
DOMINICAL.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en
todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor
nuestro.
Quien, por su Misterio Pascual, realizó
la obra maravillosa de llamarnos de la esclavitud del pecado y de la muerte al
honor de ser estirpe elegida, sacerdocio
real, nación consagrada, pueblo
de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz
admirable, proclamemos ante el
mundo tus maravillas. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los
coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del universo…
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 32, 18-19
Los
ojos del Señor están puestos en sus hijos, en los que esperan en su
misericordia; para librarlos de la muerte, y reanimarlos en tiempo de hambre.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te
rogamos, Señor, que la frecuente recepción de es-tos dones celestiales produzca
fruto en nosotros y nos ayude a aprovechar los bienes temporales y alcanzar con
sabiduría los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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