DOMINGO V DE CUARESMA
Ciclo C
Domingo 13 de marzo
2016
YO TAMPOCO TE CONDENO
Cuando los israelitas estaban desterrados luego de varias
décadas en Babilonia, no disponían de la suficiente esperanza para encarar su
futuro. Vivían añorando su tierra, sus familias, su religión y su cultura.
Todos esos referentes habían sido brutalmente cortados con la emigración
forzada. El profeta conocido como el Segundo Isaías alienta a sus hermanos con
un mensaje aparentemente desmedido: las señales que Dios realizará superarán
con creces el gran signo del paso del mar en Egipto. No tiene caso añorar
nostálgicamente el pasado, porque se acerca un futuro pleno de bendiciones. En
el Evangelio de San Juan encontramos una situación diferente, una mujer
adúltera hostigada y a punto de ser lapidada, por la furia discriminatoria de
los varones, alcanza el perdón. El relato exhibe el tinte sexista de los
hombres de Israel. Jesús se pone del lado de la mujer y desmonta el mecanismo
de la violencia. Las dos palabras finales del Señor Jesús están en plena
armonía: perdón e invitación a recomenzar la vida desde los valores del Reino.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 42, 1-2
Señor, hazme justicia. Defiende mi causa contra gente sin
piedad, sálvame del hombre injusto y malvado, tú que eres mi Dios y mi defensa.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor Dios nuestro, que, con tu auxilio,
avancemos animosamente hacia aquel grado de amor con el que tu Hijo, por la
salvación del mundo, se entregó a la muerte. El que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Yo realizaré algo nuevo y daré de beber a mi pueblo.
Del libro del profeta Isaías: 43,16-21
Esto dice el Señor, que abrió un camino en el mar y un
sendero en las aguas impetuosas, el que hizo salir a la batalla a un formidable
ejército de carros y caballos, que cayeron y no se levantaron, y se apagaron
como una mecha que se extingue:
"No recuerden lo pasado ni piensen en lo antiguo; yo
voy a realizar algo nuevo. Ya está brotando. ¿No lo notan? Voy a abrir caminos
en el desierto y haré que corran los ríos en la tierra árida. Me darán gloria
las bestias salvajes, los chacales y las avestruces, porque haré correr agua en
el desierto, y ríos en el yermo, para apagar la sed de mi pueblo escogido. Entonces
el pueblo que me he formado proclamará mis alabanzas".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5. 6
R/. Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.
Cuando el Señor nos hizo volver del cautiverio, creíamos
soñar; entonces no cesaba de reír nuestra boca, ni se cansaba entonces la
lengua de cantar. R/.
Aun los mismos paganos con asombro decían: "¡Grandes
cosas ha hecho por ellos el Señor!" Y estábamos alegres, pues ha hecho
grandes cosas por su pueblo el Señor. R/.
Como cambian los ríos la suerte del desierto, cambia también
ahora nuestra suerte, Señor, y entre gritos de júbilo cosecharán aquellos que
siembran con dolor. R/.
Al ir, iban llorando, cargando la semilla; al regresar,
cantando vendrán con sus gavillas. R/.
SEGUNDA LECTURA
Todo lo considero como basura, con tal de asemejarme a
Cristo en su muerte.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 3, 7-14
Hermanos: Todo lo que era valioso para mí, lo consideré sin
valor a causa de Cristo. Más aún pienso que nada vale la pena en comparación
con el bien supremo, que consiste en conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por cuyo
amor he renunciado a todo, y todo lo considero como basura, con tal de ganar a
Cristo y de estar unido a él, no porque haya obtenido la justificación que
proviene de la ley, sino la que procede de la fe en Cristo Jesús, con la que
Dios hace justos a los que creen.
Y todo esto, para conocer a Cristo, experimentar la fuerza
de su resurrección, compartir sus sufrimientos y asemejarme a él en su muerte,
con la esperanza de resucitar con él de entre los muertos.
No quiero decir que haya logrado ya ese ideal o que sea ya
perfecto, pero me esfuerzo en conquistarlo, porque Cristo Jesús me ha
conquistado. No, hermanos, considero que todavía no lo he logrado. Pero eso sí,
olvido lo que he dejado atrás, y me lanzo hacia adelante, en busca de la meta y
del trofeo al que Dios, por medio de Cristo Jesús, nos llama desde el cielo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO JI 2, 12-13
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Todavía es tiempo, dice el Señor, conviértanse a mí de todo
corazón, porque soy compasivo y misericordioso. R/.
EVANGELIO
Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera
piedra.
Del santo Evangelio según san Juan: 8, 1-11
En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos y al
amanecer se presentó de nuevo en el templo, donde la multitud se le acercaba; y
él, sentado entre ellos, les enseñaba.
Entonces los escribas y fariseos le llevaron a una mujer
sorprendida en adulterio, y poniéndola frente a él, le dijeron: "Maestro,
esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos manda en la
ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú que dices?" Le preguntaban esto para
ponerle una trampa y poder acusarlo. Pero Jesús se agachó y se puso a escribir
en el suelo con el dedo. Como insistían en su pregunta, se incorporó y les
dijo: "Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera
piedra". Se volvió a agachar y siguió escribiendo en el suelo.
Al oír aquellas palabras, los acusadores comenzaron a
escabullirse uno tras otro, empezando por los más viejos, hasta que dejaron
solos a Jesús y a la mujer, que estaba de pie, junto a él.
Entonces Jesús se enderezó y le preguntó: "Mujer,
¿dónde están los que te acusaban? ¿Nadie te ha condenado?" Ella le
contestó: "Nadie, Señor". Y Jesús le dijo: "Tampoco yo te
condeno. Vete y ya no vuelvas a pecar".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por
obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el
poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y
está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a
juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la
carne y la vida eterna.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, amados hermanos, y pidamos la misericordia del Señor
para que, compadecido de su pueblo penitente, escuche nuestras plegarias: (R/.
Escúchanos, Señor.)
Para que el Redentor del mundo, que se entregó a la muerte
para vivificar a su pueblo, libere a la Iglesia de todo mal, roguemos al Señor.
Para que el Redentor del mundo, que oró en la cruz por
quienes lo crucificaban, interceda ante el Padre por los pecadores, roguemos al
Señor.
Para que el Redentor de mundo, que experimentó en la cruz el
sufrimiento y la angustia, se compadezca de los que sufren, les dé fortaleza y
paciencia y ponga fin a sus dolores, roguemos al Señor.
Para que el Redentor del mundo a nosotros, sus siervos, que
en estos días nos disponemos a recordar con veneración su cruz, nos reconforte
con la fuerza de su resurrección, roguemos al Señor.
Dios de bondad, que quieres renovar en Cristo el universo
entero, contempla nuestra miseria y, puesto que enviaste a tu Hijo al mundo no
para condenarlo, sino para salvarlo, escucha nuestras oraciones, perdona
nuestras culpas y haz que renazca en nuestros corazones la alegría de una vida
nueva y exultante. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Escúchanos, Dios todopoderoso, y concede a tus siervos, en
quienes infundiste la sabiduría de la fe cristiana, quedar purificados, por la
eficacia de este sacrificio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Prefacio II de Cuaresma
El espíritu de penitencia cuaresmal
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de
salvación darte gracias y alabarte, siempre y en todo lugar, Señor, Padre
santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque misteriosamente estableciste este
tiempo especial de gracia para que tus hijos busquen de nuevo la pureza del
corazón y así, libres de todo afecto desordenado, de tal manera se apliquen a
las realidades transitorias, que más bien pongan su corazón en las que duran
para siempre. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros
celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo... Prefacio I o II de Cuaresma.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 8, 10-11
¿Nadie te ha condenado, mujer? Nadie, Señor. Yo tampoco te
condeno. Ya no vuelvas a pecar.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Dios todopoderoso, que podamos contarnos siempre
entre los miembros de aquel cuyo Cuerpo y Sangre acabamos de comulgar. Él, que
vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Bendice, Señor, a tu pueblo, que espera los dones de tu
misericordia, y concédele recibir de tu mano generosa lo que tú mismo lo mueves
a pedir. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Recientemente el Papa
Francisco ha establecido reformas relativas al acceso de los divorciados a la
comunión eclesial, también ha ordenado se ofrezca un tratamiento más eficiente
y misericordioso y totalmente gratuito para quienes necesiten probar la nulidad
de su matrimonio. No es que esté poniendo rebajas para aligerar la práctica de
los valores evangélicos, ni tratando de congraciarse con una sociedad reacia a
las creencias cristianas; en realidad está tratando de hacer manifiesto el
rasgo compasivo y exigente que nos revela el Señor Jesús en el episodio de la
mujer adúltera: "yo tampoco te condeno. Vete en adelante no vuelvas a
pecar". No es la de Jesús una actitud complaciente con el adulterio, sino
compasiva con la fragilidad de la mujer adúltera. De ahí que la invite a vivir
relaciones amorosas en clave de justicia y fidelidad. En ese contexto la
invitación a no pecar, implicaba rehacer sus relaciones amorosas y
matrimoniales en clave de respeto y fidelidad.
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