DOMINGO XIV DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C
Domingo
3 de julio 2016
LA
DICHA DE VER A JESÚS
El
profeta Isaías describe con imágenes entusiastas la restauración de Jerusalén,
todos los israelitas afligidos por la desgracia de la ciudad de David, podrían
alegrarse por la llegada de la paz abundante. Dios consolaría a su pueblo,
otorgándole cuantiosas bendiciones, que de acuerdo con el contexto histórico
aquel, provendrían de los dones traídos por los pueblos vecinos. Aquello no
sería todavía la "humanidad nueva" de que nos habla san Pablo en la
carta a los Gálatas. Ese ensayo fraterno y justo que trae reconciliación y
entendimiento entre fuertes y débiles es difícil de aceptar y esperar. Tal como
dice el Evangelio, solamente la gente sencilla lo puede acoger. La gente de
letras y diplomas juzgó de iluso el proceder de Dios que invitaba a los suyos a
vivir en sintonía con la bondad y la fraternidad.
ANTÍFONA
DE ENTRADA Sal 47, 10-11
Meditamos,
Señor, los dones de tu amor, en medio de tu templo. Tu alabanza llega hasta los
confines de la tierra como tu fama. Tu diestra está llena de justicia.
GLORIA
Gloria
a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu
inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te
damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo
único, Jesucristo.
Señor
Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten
piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque
sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el
Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN
COLECTA
Señor
Dios, que por medio de la humillación de tu Hijo reconstruiste el mundo
derrumbado, concede a tus fieles una santa alegría, para que, a quienes
rescataste de la esclavitud del pecado, nos hagas disfrutar del gozo que no
tiene fin. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA
DE LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA
Yo
haré correr la paz sobre ella como un río.
Del
libro del profeta Isaías: 66, 10-14
Alégrense
con Jerusalén, gocen con ella todos los que la aman, alégrense de su alegría
todos los que por ella llevaron luto, para que se alimenten de sus pechos, se
llenen de sus consuelos y se deleiten con la abundancia de su gloria.
Porque
dice el Señor: "Yo haré correr la paz sobre ella como un río y la gloria
de las naciones como un torrente desbordado. Como niños serán llevados en el
regazo y acariciados sobre sus rodillas; como un hijo a quien su madre
consuela, así los consolaré yo. En Jerusalén serán ustedes consolados.
Al
ver esto se alegrará su corazón y sus huesos florecerán como un prado. Y los
siervos del Señor conocerán su poder".
Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO
RESPONSORIAL
Del
salmo 65,1-3a. 4-5. 6-7a. 16.20
R/.
Las obras del Señor son admirables.
Que
aclame al Señor toda la tierra; celebremos su gloria y su poder, cantemos un
himno de alabanza, digamos al Señor: "Tu obra es admirable". R/.
Que
se postre ante ti la tierra entera y celebre con cánticos tu nombre. Admiremos
las obras del Señor, los prodigios que ha hecho por los hombres. R/.
El
transformó el Mar Rojo en tierra firme y los hizo cruzar el Jordán a pie
enjuto. Llenémonos por eso de gozo y gratitud: El Señor es eterno y poderoso.
R/.
Cuantos
temen a Dios vengan y escuchen, y les diré lo que ha hecho por mí. Bendito sea
Dios que no rechazó mi súplica, ni me retiró su gracia. R/.
SEGUNDA
LECTURA
Llevo
en mi cuerpo la marca de los sufrimientos que he pasado por Cristo.
De
la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 6, 14-18
Hermanos:
No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor
Jesucristo, por el cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo.
Porque en Cristo Jesús de nada vale el estar circuncidado o no, sino el ser una
nueva creatura.
Para
todos los que vivan conforme a esta norma y también para el verdadero Israel,
la paz y la misericordia de Dios. De ahora en adelante, que nadie me ponga más
obstáculos, porque llevo en mi cuerpo la marca de los sufrimientos que he
pasado por Cristo. Hermanos, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con
ustedes. Amén.
Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Col 3, 15. 16
R/.
Aleluya, aleluya.
Que
en sus corazones reine la paz de Cristo; que la palabra de Cristo habite en
ustedes con toda su riqueza. R/.
EVANGELIO
El
deseo de paz de ustedes se cumplirá.
Del
santo Evangelio según san Lucas: 10, 1-12. 17-20
En
aquel tiempo, Jesús designó a otros setenta y dos discípulos y los mandó por
delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir, y les
dijo: "La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen, por lo
tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos. Pónganse en
camino; yo los envío como corderos en medio de lobos. No lleven ni dinero, ni
morral, ni sandalias y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
Cuando
entren en una casa digan: 'Que la paz reine en esta casa'. Y si allí hay gente
amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá.
Quédense en esa casa. Coman y beban de lo que tengan, porque el trabajador
tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. En cualquier ciudad donde
entren y los reciban, coman lo que les den. Curen a los enfermos que haya y
díganles: 'Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios'.
Pero
si entran en una ciudad y no los reciben, salgan por las calles y digan: 'Hasta
el polvo de esta ciudad que se nos ha pegado a los pies nos lo sacudimos, en
señal de protesta contra ustedes. De todos modos, sepan que el Reino de Dios
está cerca'. Yo les digo que en el día del juicio, Sodoma será tratada con
menos rigor que esa ciudad". Los setenta y dos discípulos regresaron
llenos de alegría y le dijeron a Jesús: "Señor, hasta los demonios se nos
someten en tu nombre". Él les contestó: "Vi a Satanás caer del cielo
como el rayo. A ustedes les he dado poder para aplastar serpientes y
escorpiones y para vencer toda la fuerza del enemigo, y nada les podrá hacer
daño. Pero no se alegren de que los demonios se les someten. Alégrense más bien
de que sus nombres están escritos en el cielo".
Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. Credo.
PROFESIÓN
DE FE
CREDO
NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo
en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo
lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de
Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del
Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra
salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la
Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de
Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo
en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Pidamos,
hermanos, al Señor que escuche nuestras súplicas y acoja nuestras peticiones.
Digamos confiadamente: Te rogamos, Señor.
R/.
Te rogamos, Señor.
Oremos
a Dios por el Papa Francisco, por nuestro obispo N., y por todos aquellos a los
que se han confiado nuestras almas; que nuestro Señor les dé la fuerza y
sabiduría para dirigir y gobernar santamente las comunidades que les han sido
encomendadas y puedan así dar buena cuenta cuando se les pida. Roguemos al
Señor. Te rogamos, Señor.
Oremos
también para que Dios nos conceda la paz; que él, que es la verdadera paz y el
origen de toda concordia, transmita la paz del cielo a la tierra, la paz
espiritual para nuestras almas y la paz temporal para nuestros días. Roguemos
al Señor. Te rogamos, Señor.
Pidamos
por los que se esfuerzan en seguir las sendas del Evangelio, para que nuestro
Señor los mantenga en este santo propósito hasta el fin de sus días; oremos
también por los que viven en pecado, para que nuestro Señor les dé la gracia de
convertirse, hacer penitencia y purificarse en el sacramento del perdón y
alcanzar así la salvación eterna. Roguemos al Señor. Te rogamos, Señor.
Oremos,
finalmente, a Dios nuestro Señor por los fieles difuntos, que han salido ya de
este mundo, especialmente por nuestros familiares, amigos y bienhechores, para
que el Señor, por su gran misericordia, los reciba en su gloria y los coloque
entre los santos y elegidos.
Roguemos
al Señor. Te rogamos, Señor.
Dios
nuestro, que al darnos la vocación cristiana nos pides estar siempre dispuestos
a anunciar el Evangelio por todo el mundo, escucha nuestras oraciones y
concédenos aquella valentía y libertad apostólicas que son necesarias para
hacer presente en el mundo tu palabra de amor y tu mensaje de paz. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
La
oblación que te ofrecemos, Señor, nos purifique, y nos haga participar, de día
en día, de la vida del reino glorioso. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Cristo,
huésped y peregrino en medio de nosotros
En
verdad es justo darte gracias, Señor, Padre santo, Dios de la alianza y de la
paz. Porque tú llámate a Abraham y le mandaste salir de su tierra, para que
constituirlo padre de todas las naciones. Tú suscitaste a Moisés para liberar a
tu pueblo y guiarlo a la tierra de promisión. Tú, en la etapa final de la historia,
has enviado a tu Hijo, como huésped y peregrino en medio de nosotros, para
redimirnos del pecado y de la muerte; y has derramado el Espíritu Santo, para
hacer de todas las naciones un solo pueblo nuevo, que tiene como meta, tu
Reino, como estado, la libertad de tus hijos, como ley, precepto del amor. Por
estos dones de tu benevolencia, unidos a los ángeles y a los santos, cantamos
con gozo el himno de tu gloria:
Santo,
Santo, Santo…
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN Mt 11, 28
Vengan
a mí, todos los que están fatigados y agobiados, y yo los aliviaré, dice el
Señor.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor,
que nos has colmado con tantas gracias, concédenos alcanzar los dones de la
salvación y que nunca dejemos de alabarte. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-Las migraciones de pueblos se intensifican en
todas direcciones, la gente se marcha de sitios inhabitables porque no se
siente segura. Reordenar la convivencia entre occidentales y musulmanes, entre
anglosajones y latinoamericanos no es asunto fácil. Los estereotipos, los
prejuicios, y algo de fanatismo, existen en ambos lados y dificulta la
convivencia armoniosa. Mientras más grandes sean las sociedades se torna más
difícil conciliar puntos de vistas divergentes. Las profecías de Isaías parecen
rebasadas por la cruda realidad que vivimos. Sin embargo, no podemos
desentendernos del mensaje cristiano alegando su carácter idealista. Los
sencillos de los que habla el Evangelio pueden acoger con apertura el mensaje
de Jesús y vivirlo coherentemente en el ámbito de su familia y en el de la
comunidad cristiana donde viven su fe. Es conveniente animarse con otros
discípulos para lograr que fructifique la semilla del Evangelio en nuestra
vida.
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