DOMINGO
XVII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C
Domingo
24 de julio 2016
NO
LA DESTRUIRÉ
La
negociación que sostiene Abrahán ante Dios en favor de los habitantes de Sodoma
es una hermosa lección sobre la justicia y la misericordia divina. Dios no se
desentiende de la suerte de los inocentes, ni es ajeno a la compasión. Al contrario,
es un padre compasivo y misericordioso que se complace en atender los ruegos de
sus hijos. Los humanos, como bien explica la parábola evangélica, encontramos
mayores dificultades en atender las súplicas que nos parecen inoportunas. La
disposición al perdón es exclusiva de Dios, los mortales necesitamos ser
exhortados una y otra vez a fin de practicar la misericordia. Desde esa certeza
el Señor Jesús nos anima a confiar decididamente en la bondad del Padre y
solicitarle el primero de todos los dones: la presencia de su Espíritu, como
guía y fortaleza de nuestra vida cristiana.
ANTÍFONA
DE ENTRADA Cfr. Sal 67, 6. 7. 36
Dios
habita en su santuario; Él nos hace habitar juntos en su casa; es la fuerza y
el poder de su pueblo.
GLORIA
Gloria
a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu
inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te
damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo
único, Jesucristo.
Señor
Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten
piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque
sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el
Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN
COLECTA
Señor
Dios, protector de los que en ti confían, sin ti, nada es fuerte, ni santo;
multiplica sobre nosotros tu misericordia para que, bajo tu dirección, de tal
modo nos sirvamos ahora de los bienes pasajeros, que nuestro corazón esté
puesto en los bienes eternos. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA
DE LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA
No
se enfade mi Señor, si sigo hablando.
Del
libro del Génesis: 18, 20-32
En
aquellos días, el Señor dijo a Abraham: "El clamor contra Sodoma y Gomorra
es grande y su pecado es demasiado grave. Bajaré, pues, a ver si sus hechos
corresponden a ese clamor; y si no, lo sabré". Los hombres que estaban con
Abraham se despidieron de él y se encaminaron hacia Sodoma. Abraham se quedó
ante el Señor y le preguntó: "¿Será posible que tú destruyas al inocente
junto con el culpable? Supongamos que hay cincuenta justos en la ciudad,
¿acabarás con todos ellos y no perdonarás al lugar en atención a esos cincuenta
justos? Lejos de ti tal cosa: matar al inocente junto con el culpable, de
manera que la suerte del justo sea como la del malvado; eso no puede ser. El
juez de todo el mundo ¿no hará justicia?" El Señor le contestó: "Si
encuentro en Sodoma cincuenta justos, perdonaré a toda la ciudad en atención a
ellos".
Abraham
insistió: "Me he atrevido a hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza.
Supongamos que faltan cinco para los cincuenta justos, ¿por esos cinco que
faltan, destruirás toda la ciudad?" Y le respondió el Señor: "No la
destruiré, si encuentro allí cuarenta y cinco justos".
Abraham
volvió a insistir: "Quizá no se encuentren allí más que cuarenta". El
Señor le respondió: "En atención a los cuarenta, no lo haré".
Abraham
siguió insistiendo: "Que no se enoje mi Señor, si sigo hablando, ¿y si
hubiera treinta?" El Señor le dijo: "No lo haré, si hay
treinta".
Abraham
insistió otra vez: "Ya que me he atrevido a hablar a mi Señor, ¿y si se
encuentran sólo veinte?" El Señor respondió: "En atención a los
veinte, no la destruiré".
Abraham
continuó: "No se enoje mi Señor, hablaré sólo una vez más, ¿y si se
encuentran sólo diez?" Contestó el Señor: "Por esos diez, no
destruiré la ciudad". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO
RESPONSORIAL
Del
salmo 137,1-2a. 2bcd-3.6-7ab.7c-8
R/.
Te damos gracias de todo corazón.
De
todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros ruegos. Te
cantaremos delante de tus ángeles, te adoraremos en tu templo. R/.
Señor,
te damos gracias por tu lealtad y por tu amor; siempre que te invocamos, nos
oíste y nos llenaste de valor. R/.
Se
complace el Señor en los humildes y rechaza al engreído. En las penas, Señor,
me infundes ánimo, me salvas del furor del enemigo. R/.
Tu
mano, Señor, nos pondrá a salvo y así concluirás en nosotros tu obra. Señor, tu
amor perdura eternamente; obra tuya soy, no me abandones. R/.
SEGUNDA
LECTURA
Les
dio a ustedes una vida nueva con Cristo, perdonándoles todos sus pecados.
De
la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 2,12-14
Hermanos:
Por el bautismo fueron ustedes sepultados con Cristo y también resucitaron con
él, mediante la fe en el poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos.
Ustedes
estaban muertos por sus pecados y no pertenecían al pueblo de la alianza. Pero
él les dio una vida nueva con Cristo, perdonándoles todos los pecados. El anuló
el documento que nos era contrario, cuyas cláusulas nos condenaban, y lo
eliminó clavándolo en la cruz de Cristo.
Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Rm 8, 15
R/.
Aleluya, aleluya.
Hemos
recibido un espíritu de hijos, que nos hace exclamar: ¡Padre! R/.
EVANGELIO
Pidan
y se les dará.
Del
santo Evangelio según san Lucas: 11, 1-13
Un
día, Jesús estaba orando y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:
"Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos".
Entonces
Jesús les dijo: "Cuando oren, digan: 'Padre, santificado sea tu nombre,
venga tu Reino, danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas,
puesto que también nosotros perdonamos a todo aquel que nos ofende, y no nos
dejes caer en tentación' ".
También
les dijo: "Supongan que alguno de ustedes tiene un amigo que viene a
medianoche a decirle: 'Préstame, por favor, tres panes, pues un amigo mío ha
venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle'. Pero él le responde desde
dentro: 'No me molestes. No puedo levantarme a dártelos, porque la puerta ya
está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados'. Si el otro sigue tocando, yo
les aseguro que, aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo,
por su molesta insistencia, sí se levantará y le dará cuanto necesite.
Así
también les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen
y se les abrirá. Porque quien pide, recibe; quien busca, encuentra, y al que
toca, se le abre. ¿Habrá entre ustedes algún padre que, cuando su hijo le pida
pescado, le dé una víbora? ¿O cuando le pida huevo, le dé un alacrán? Pues, si
ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el
Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan?" Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN
DE FE
CREDO
NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo
en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo
lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de
Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del
Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra
salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la
Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de
Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo
en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Pidamos,
hermanos, el auxilio del Espíritu Santo, para que inspire nuestras oraciones y
ruegue con nosotros por las necesidades del mundo, respondiendo: Te rogamos,
Señor. (R/. Te rogamos, Señor)
Para
los que empiezan a conocer a Cristo y desean la gracia del bautismo y para que
los que preparan el bautismo de sus hijos, pidamos el favor de Dios
todopoderoso. Te rogamos, Señor.
Para
nuestra ciudad (nuestro pueblo), para todos los que habitan en ella (él), y
para todos los pueblos y naciones, pidamos al Señor paz y prosperidad
abundantes. Te rogamos, Señor
Para
los que persiguen a la Iglesia y para los pecadores que viven intranquilos,
pidamos la luz del Espíritu y la gracia de la conversión. Te rogamos, Señor
Por
los que estamos aquí reunidos y por aquellos por los que queremos rezar,
pidamos al Señor que nos guarde a todos en la fe y nos reúna en el reino de su
Hijo. Te rogamos, Señor
Escucha,
Padre santo, la voz de tu Iglesia y haz que comprendamos el misterio de la
oración filial que tu Hijo Jesús nos enseñó; danos tu Espíritu, para que,
invocándote con aquella confianza y perseverancia que él nos enseñó, crezcamos
más y más en la experiencia de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe,
Señor, los dones que por tu generosidad te presentamos, para que, por el poder
de tu gracia, estos sagrados misterios santifiquen toda nuestra vida y nos
conduzcan a la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Nuestra
Humanidad salvada por la humanidad de Cristo
En
verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre
y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios poderoso y eterno. Porque reconocemos
como la obra de tu poder admirable no sólo haber socorrido nuestra débil
naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino también el haber previsto el
remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y así con lo que fue la causa de
nuestra ruina, con eso mismo nos diste la salvación, por Cristo, Señor nuestro.
Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a sus voces,
cantando humildemente tu alabanza
Santo,
Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos
están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna
en el cielo.
Bendito
el que viene en nombre del Señor
Hosanna
en el cielo.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN: Mt 5, 7-8
Dichosos
los misericordiosos, porque alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de
corazón, porque verán a Dios.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo
recibido, Señor, el sacramento celestial, memorial perpetuo de la pasión de tu
Hijo, concédenos que este don, que él mismo nos dio con tan inefable amor, nos
aproveche para nuestra salvación eterna. Él, que vive y reina por los siglos de
los siglos.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Vivir en una sociedad pluralista que arregla
sus asuntos con apego a esquemas de tolerancia y participación democrática
resulta desafiante para los creyentes. No podemos estar ausentes de nuestras
obligaciones ciudadanas, tampoco podemos reproducir acríticamente el sentir de
la mayoría, porque con frecuencia los consensos democráticos se asemejan a las
exigencias de la fe cristiana y en otras ocasiones se alejan de los valores
evangélicos. La tarea de discernir las implicaciones de la fe en las
circunstancias cambiantes y complejas de nuestra sociedad no es tarea fácil.
Nadie la puede realizar en lugar nuestro. Por eso necesitamos pedir y acoger el
auxilio del Espíritu Santo para tomar las decisiones y opciones que sean
conformes al mensaje de Jesús. No podemos imponer a otras personas nuestras
convicciones creyentes, pero tampoco podemos diluir la fuerza del Evangelio con
el afán de empatarnos con la opinión pública prevaleciente.
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