DOMINGO
XV DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C
Domingo
10 de julio 2016
EL
MANDAMIENTO ESTÁ A TU ALCANCE
La
conexión entre el Deuteronomio y el Evangelio de San Lucas es patente. La
relación con Dios puede vivirse de forma gozosa y plena si se aceptan sus mandamientos
como lo que realmente son: un referente y una orientación para aterrizar los
valores de la alianza. Las normas religiosas contenidas en el Decálogo y en
otros códigos presentes en el Pentateuco no son normas impuestas
arbitrariamente por el capricho de un legislador envidioso de la libertad
humana. Al contrario, Dios ama la vida libre y plena de todos sus hijos y
justamente, para impedir que los fuertes (propietarios, gobernantes, militares)
pasen por encima de los débiles (viudas, forasteros, huérfanos) se requiere
implementar un orden social basado en la fraternidad y la justicia. Tal como
escuchamos en el Evangelio, el Señor Jesús reivindica la validez de ese orden y
lo propone como camino que conduce a la vida eterna: aproximarse al necesitado.
ANTÍFONA
DE ENTRADA Cfr. Sal 16, 15
Por
serte fiel, yo contemplaré tu rostro, Señor, y al despertar, espero saciarme de
gloria.
GLORIA
Gloria
a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu
inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te
damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo
único, Jesucristo.
Señor
Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten
piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque
sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el
Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN
COLECTA
Señor
Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que andan extraviados para que
puedan volver al buen camino, concede a cuantos se profesan como cristianos
rechazar lo que sea contrario al nombre que llevan y cumplir lo que ese nombre
significa. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA
DE LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA
Los
mandamientos están muy a tu alcance para que puedas cumplirlos.
Del
libro del Deuteronomio: 30, 10-14
En
aquellos días, habló Moisés al pueblo y le dijo: "Escucha la voz del
Señor, tu Dios, que te manda guardar sus mandamientos y disposiciones escritos
en el libro de esta ley. Y conviértete al Señor tu Dios, con todo tu corazón y
con toda tu alma.
Estos
mandamientos que te doy, no son superiores a tus fuerzas ni están fuera de tu
alcance. No están en el cielo, de modo que pudieras decir: ` ¿Quién subirá por
nosotros al cielo para que nos los traiga, los escuchemos y podamos
cumplirlos?' Ni tampoco están al otro lado del mar, de modo que pudieras
objetar: ` ¿Quién cruzará el mar por nosotros para que nos los traiga, los
escuchemos y podamos cumplirlos?' Por el contrario, todos mis mandamientos
están muy a tu alcance, en tu boca y en tu corazón, para que puedas
cumplirlos".
Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO
RESPONSORIAL
Del
salmo 68, 14.17. 30-31. 33-34. 36ab.37
R/.
Escúchame, Señor, porque eres bueno.
A
ti, Señor, elevo mi plegaria, ven en mi ayuda pronto; escúchame conforme a tu
clemencia, Dios fiel en el socorro. Escúchame, Señor, pues eres bueno y en tu
ternura vuelve a mí tus ojos. R/.
Mírame
enfermo y afligido; defiéndeme y ayúdame, Dios mío. En mi cantar exaltaré tu
nombre, proclamaré tu gloria, agradecido. R/.
Se
alegrarán al verlo los que sufren; quienes buscan a Dios tendrán más ánimo,
porque el Señor jamás desoye al pobre ni olvida al que se encuentra encadenado.
R/.
Ciertamente
el Señor salvará a Sión, reconstruirá a Judá; la heredarán los hijos de su
siervos, quienes aman a Dios la habitarán. R/.
SEGUNDA
LECTURA
Todo
fue creado por medio de él y para él.
De
la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 1, 15-20
Cristo
es la imagen de Dios invisible, el primogénito de toda la creación, porque en
él tienen su fundamento todas las cosas creadas, del cielo y de la tierra, las
visibles y las invisibles, sin excluir a los tronos y dominaciones, a los
principados y potestades. Todo fue creado por medio de él y para él.
Él
existe antes que todas las cosas, y todas tienen su consistencia en él. Él es
también la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia. Él es el principio, el
primogénito de entre los muertos, para que sea el primero en todo.
Porque
Dios quiso que en Cristo habitara toda plenitud y por él quiso reconciliar
consigo todas las cosas, del cielo y de la tierra, y darles la paz por medio de
su sangre, derramada en la cruz.
Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 6, 63. 68
R/.
Aleluya, aleluya.
Tus
palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.
EVANGELIO
¿Quién
es mi prójimo?
Del
santo Evangelio según san Lucas: 10, 25-37
En
aquel tiempo, se presentó ante Jesús un doctor de la ley para ponerlo a prueba
y le preguntó: "Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida
eterna?" Jesús le dijo: "¿Qué es lo que está escrito en la ley? ¿Qué
lees en ella?" El doctor de la ley contestó: "Amarás al Señor tu
Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo
tu ser, ya tu prójimo como a ti mismo". Jesús le dijo: "Has
contestado bien; si haces eso, vivirás".
El
doctor de la ley, para justificarse, le preguntó a Jesús: "¿Y quién es mi
prójimo?" Jesús le dijo: "Un hombre que bajaba por el camino de
Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos ladrones, los cuales lo robaron, lo
hirieron y lo dejaron medio muerto. Sucedió que por el mismo camino bajaba un
sacerdote, el cual lo vio y pasó de largo. De igual modo, un levita que pasó
por ahí, lo vio y siguió adelante. Pero un samaritano que iba de viaje, al
verlo, se compadeció de él, se le acercó, ungió sus heridas con aceite y vino y
se las vendó; luego lo puso sobre su cabalgadura, lo llevó a un mesón y cuidó
de él. Al día siguiente sacó dos denarios, se los dio al dueño del mesón y le
dijo: 'Cuida de él y lo que gastes de más, te lo pagaré a mi regreso'. ¿Cuál de
estos tres te parece que se portó como prójimo del hombre que fue asaltado por
los ladrones?" El doctor de la ley le respondió: "El que tuvo
compasión de él". Entonces Jesús le dijo: "Anda y haz tú lo
mismo".
Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN
DE FE
CREDO
NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo
en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo
lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de
Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del
Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra
salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la
Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de
Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo
en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Que
nuestras oraciones lleguen, hermanos, a la presencia del Señor y que nuestros
ruegos sean escuchados por aquel que escruta el corazón de todos. Digamos
confiadamente: Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor.)
Pidamos
la sabiduría del Hijo de Dios para los que proclaman con fidelidad la palabra
divina y para todos los ministros que sirven a la Iglesia. Roguemos al Señor.
Escúchanos, Señor.
Por
Israel, el pueblo de la antigua alianza, por los cristianos separados de la
Iglesia católica y apostólica y por los que no conocen al Dios verdadero,
invoquemos al Señor, dueño de toda verdad. Escúchanos, Señor.
Por
los que viven lejos de su casa, por los encarcelados, por los débiles y
oprimidos, y por los justos que sufren persecución, oremos a Jesús el Salvador.
Escúchanos, Señor.
Invoquemos
con fe y devoción al Señor de la gloria por la paz y felicidad de los que ahora
estamos aquí, huéspedes en la casa del Señor. Roguemos al Señor. Escúchanos,
Señor.
Dios
misericordioso y omnipotente, que has querido resumir todos los preceptos de tu
ley en el mandamiento del amor, escucha nuestras oraciones y danos un corazón
solícito y generoso hacia los sufrimientos de nuestros hermanos, a imagen de tu
Hijo, el buen samaritano del mundo, que vive y reina por los siglos de los
siglos.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Mira,
Señor, los dones de tu Iglesia suplicante, y concede que, al recibirlos, sirvan
a tus fieles para crecer en santidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Prefacio
III para los Domingos del Tiempo Ordinario
Nuestra
Humanidad salvada por la humanidad de Cristo
En
verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre
y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios poderoso y eterno. Porque reconocemos
como la obra de tu poder admirable no sólo haber socorrido nuestra débil
naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino también el haber previsto el
remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y así con lo que fue la causa de
nuestra ruina, con eso mismo nos diste la salvación, por Cristo, Señor nuestro.
Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a sus voces,
cantando humildemente tu alabanza
Santo,
Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos
están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna
en el cielo.
Bendito
el que viene en nombre del Señor
Hosanna
en el cielo.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN Jn 6, 56
El
que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él, dice el Señor.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados
con los dones que hemos recibido, te suplicamos, Señor, que, participando
frecuentemente de este sacramento, crezcan los efectos de nuestra salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La sociedad actual parece no aceptar más
referentes a la hora de tomar decisiones que la conveniencia y la utilidad
personal. La búsqueda del bienestar general, la lealtad a los valores
universales y a las creencias religiosas no entusiasma a mucha gente. La
globalización de la liviandad ética y la ligereza moral es patente no solo en
los políticos que cambian cínicamente de un partido a otro, sino en la
subjetividad y el descaro con que se asumen actitudes egoístas y convenencieras
aunque vayan en detrimento de la Casa común, de la sociedad y de los más
débiles. Los mandamientos evangélicos resumidos en el amor a Dios y al prójimo
siguen ahí, como un desafío que por lo menos para los cristianos, tendría que
ser una "piedra en el zapato" que nos anime a vivir en congruencia
con nuestra fe.
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