LA NECESIDAD DE LA AUTOCRÍTICA
Sir 27, 5-8; Sal 91; 1 Cor 15, 54-58; Lc 6, 39-45
A veces las dificultades y problemas no son tan terribles, pues nos
ayudan a examinarnos y corregirnos. Es lo que sugieren las lecturas de este
domingo. Ben Sira, por ejemplo, utiliza la imagen de los metales preciosos que
deben ser cribados con el fin de explicar que hay momentos en que tenemos que
ser probados por el fuego de los problemas vitales y examinar nuestro proceder
para lograr crecer como seres humanos. En el Evangelio, Jesús avanza un paso
más. No es sólo la vida humana que necesita obstáculos, problemas y
autocrítica, sino también la fe cristiana. Mediante comparaciones que son
llamativas y tal vez un poco cómicas, los ciegos guiando a los ciegos, Jesús
nos exige reconocer que la autosatisfacción falsa y la falta de autocrítica son
obstáculos graves a en la vida cristiana.
ANTÍFONA DE ENTRADA
El Señor es mi refugio, lo invoqué y me libró. Me salvó porque me ama.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, que tu poder pacificador dirija el curso de los
acontecimientos del mundo y que tu Iglesia se regocije al poder servirte con
tranquilidad.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
No alabes a nadie antes de que hable.
Del libro del Eclesiástico (Sirácide): 27, 5-8
Al agitar el cernidor, aparecen las basuras; en la discusión aparecen
los defectos del hombre. En el horno se prueba la vasija del alfarero; la
prueba del hombre está en su razonamiento. El fruto muestra cómo ha sido el
cultivo de un árbol; la palabra muestra la mentalidad del hombre.
Nunca alabes a nadie antes de que hable, porque esa es la prueba del
hombre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 91, 2-3. 13-14. 15-16.
R/. ¡Qué bueno es darte gracias, Señor!
¡Qué bueno es darte gracias, Dios altísimo, y celebrar tu nombre,
pregonando tu amor cada mañana y tu fidelidad, ¡todas las noches! R/.
Los justos crecerán como las palmas, como los cedros en los altos
montes; plantados en la casa del Señor, en medio de sus atrios darán flores.
R/.
Seguirán dando fruto en su vejez, frondosos y lozanos como jóvenes,
para anunciar que, en Dios, mi protector, ni maldad ni injusticia se conocen.
R/.
SEGUNDA LECTURA
Nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 54-58
Hermanos: Cuando nuestro ser corruptible y mortal se revista de
incorruptibilidad e inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra de la
Escritura: La muerte ha sido aniquilada por la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu
victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pecado
y la fuerza del pecado es la ley. Gracias a Dios, que nos ha dado la victoria
por nuestro Señor Jesucristo.
Así pues, hermanos míos muy amados, estén firmes y permanezcan constantes,
trabajando siempre con fervor en la obra de Cristo, puesto que ustedes saben
que sus fatigas no quedarán sin recompensa por parte del Señor. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.
Iluminen al mundo con la luz del Evangelio reflejada en su vida. R/.
EVANGELIO
La boca habla de lo que está lleno el corazón.
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 39-45
En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos este ejemplo:
"¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo?
El discípulo no es superior a su maestro; pero cuando termine su aprendizaje,
será como su maestro.
¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que llevas en
el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: '¿Déjame quitarte la paja que
llevas en el ojo’, si no adviertes la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita!
Saca primero la viga que llevas en tu ojo y entonces podrás ver, para sacar la
paja del ojo de tu hermano.
No hay árbol bueno que produzca frutos malos, ni árbol malo que
produzca frutos buenos. Cada árbol se conoce por sus frutos. No se recogen
higos de las zarzas, ni se cortan uvas de los espinos.
El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón; y
el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón, pues la boca
habla de lo que está lleno el corazón". Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Invoquemos, queridos hermanos, a Dios Padre todopoderoso y pidámosle que
venga en ayuda de su pueblo y lo socorra en sus necesidades:
Pidamos al Señor, presente en su Iglesia, que la vivifique y haga
agradable a sus ojos, para que pueda alabarlo con los ángeles del cielo.
Oremos por los que tienen autoridad en el mundo: que su gobierno sea
justo para la tranquilidad de la Iglesia y el bienestar de todos los pueblos.
Oremos por los que viven lejos de su hogar, por los que están de viaje
y por los que se encuentran en peligro, para que Dios les envíe sus ángeles y
los proteja de todo mal.
Oremos por el pueblo aquí reunido, para que el Señor perdone nuestras
culpas, nos revele su luz y nos conceda proclamar con valentía el nombre de su
Hijo.
Escucha, Señor, nuestras oraciones y haz que la palabra que resuena en
tu Iglesia como fuente de sabiduría y norma de vida, nos ayude a comprender y
amar a nuestros hermanos, para que nunca seamos jueces presuntuosos, sino
portadores de bondad y de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, que haces tuyas nuestras ofrendas, que tú mismo nos das
para dedicarlas a tu nombre, concédenos que también nos alcancen la recompensa
eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFCIO
El Misterio de la salvación
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del extravío
de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz, nos libró
de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con los
ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar
el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho, y entonaré un himno de
alabanza al Dios Altísimo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados por estos dones de salvación, suplicamos, Señor, tu
misericordia, para que este sacramento que nos nutre en nuestra vida temporal
nos haga partícipes de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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