LA EPIFANÍA DEL SEÑOR
Domingo 5 de enero 2014
Primera lectura
Del libro del profeta Isaías: 60, 1-6
¡Levántate, resplandece, porque llega tu luz y la gloria del
Señor brilla sobre ti! Porque las tinieblas cubren la tierra y una densa
oscuridad, a las naciones, pero sobre ti brillará el Señor y su gloria
aparecerá sobre ti. Las naciones caminarán a tu luz y los reyes, al esplendor
de tu aurora.
Mira a tu alrededor y observa: todos se han reunido y vienen
hacia ti; tus hijos llegan desde lejos y tus hijas son llevadas en brazos. Al ver esto, estarás radiante, palpitará y se
ensanchará tu corazón, porque se volcarán sobre ti los tesoros del mar y las
riquezas de las naciones llegarán hasta ti. Te cubrirá una multitud de
camellos, de dromedarios de Madián y de Efá. Todos ellos vendrán desde Sabá,
trayendo oro e incienso, y pregonarán las alabanzas del Señor.
Salmo responsorial
Del Salmo 71
. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
_ Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es
hijo de reyes; así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres v regirá a tu
pueblo justamente. R.
_ Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era
tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro de la
tierra. R.
_ Los reyes de occidente y de las islas le ofrecerán sus
dones. Ante él se postrarán todos los reyes y todas las naciones. R
_ Al débil librará del poderoso y ayudará al que se
encuentra sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre salvará la vida al desdichado. R
Segunda lectura
De la Carta del apóstol san Pablo a los efesios: 3, 2-3, 5-6
Porque seguramente habrán oído hablar de la gracia de Dios,
que me ha sido dispensada en beneficio de ustedes. Fue por medio de una
revelación como se me dio a conocer este misterio, tal como acabo de
exponérselo en pocas palabras, que no fue manifestado a las generaciones
pasadas, pero que ahora ha sido revelado por medio del Espíritu a sus santos
apóstoles y profetas. Este misterio consiste en que también los paganos
participan de una misma herencia, son miembros de un mismo Cuerpo y
beneficiarios de la misma promesa en Cristo Jesús, por medio del Evangelio.
Evangelio
Del Evangelio según San Mateo 2, 1-12
Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de
Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: « ¿Dónde está el rey de los
judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a
adorarlo».
Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él
toda Jerusalén. Entonces reunió a todos
los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué
lugar debía nacer el Mesías. «En Belén
de Judea, –le respondieron–, porque así está escrito por el Profeta: “Y tú,
Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales
ciudades de Judá, porque de ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi pueblo,
Israel"».
Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de
averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envió
a Belén, diciéndoles: «Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y
cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle
homenaje».
Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que
habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde
estaba el niño. Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar
en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le
rindieron homenaje. Luego, abriendo sus
cofres, le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra. Y como recibieron en sueños
la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por
otro camino.
Comentario
La Epifanía del Señor
La venida de los Magos, presentados como primicia de los
gentiles, manifestándose Jesús como primicia de todos los pueblos
El término griego Epifanía tenía el significado de entrada
poderosa, por méritos propios, en la fama de las gentes, y se refería a la llegada
del rey a una ciudad. También servía para indicar la aparición de una divinidad
o una intervención prodigiosa de ella. Esta fiesta nación en las iglesias de
Oriente en la segunda mitad del s. IV, al mismo tiempo que la Navidad en
Occidente, y tenía como objeto celebrar el nacimiento y el bautismo de Cristo.
Posteriormente las dos fiestas se celebraron en todas partes, y la Epifanía
quedó en Oriente como memoria del Bautismo mientras que en Occidente se
propusieron celebrar sobre todo la venida de los Magos, presentados como
primicia de los gentiles, manifestándose Jesús como primicia de todos los
pueblos. Se revela así el misterio escondido en Dios: "Que también los
gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la Promesa en
Jesucristo, por el Evangelio". Es, pues, una solemnidad que desborda el
tema concreto de los Magos de Oriente, cuya venida se recuerda en la lectura
evangélica y cuyo significado es profetizado en la primera lectura y el salmo
responsorial. La Epifanía del Señor en la liturgia romana tiene tres momentos:
la adoración de los Magos, el Bautismo en el Jordán y las Bodas de Caná.
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