sábado, 20 de diciembre de 2014

IV DOMINGO DE ADVIENTO Ciclo B Domingo 21 de diciembre 2014



IV DOMINGO DE ADVIENTO Ciclo B

Domingo 21 de diciembre 2014



La promesa dinástica que Dios comunica por medio del profeta Natán a David ha marcado un salto importante en la reflexión sobre el mesianismo y las instituciones monárquicas en Israel. El rey pretendía erigir un templo al Señor, y luego del oráculo del profeta recibió una mejor noticia: Dios le construiría a él un templo, pero no hecho de piedra, sino una casa reinante, que se consolidaría para siempre. La narración de san Lucas que nos refiere el anuncio del nacimiento de Jesús incluye el cumplimiento de la promesa: el recién nacido restablecerá la dinastía de David. No desenvainará la espada, ni acaudillará ejércitos para adueñarse de Jerusalén. Ejercerá un nuevo modelo de realeza, donde prevalecerá el servicio, la empatía y la comunión con los más necesitados como las actitudes propias de la nueva época.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 45, 8

Cielos, destilen el rocío; nubes, lluevan la salvación; que la tierra se abra, y germine el Salvador.

No se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Te pedimos, Señor, que infundas tu gracia en nuestros corazones, para que, habiendo conocido, por el anuncio del ángel, la encarnación de tu Hijo, lleguemos, por medio de su pasión y de su cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura

Monición.- En la primera lectura leeremos la célebre profecía de Natán. Dicha profecía establece que Dios hará surgir un rey ideal que liberará al pueblo elegido.

Del segundo libro de Samuel: 7, 1-5. 8-12. 14. 16

Tan pronto como el rey David se instaló en su palacio y el Señor le concedió descansar de todos los enemigos que lo rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: "¿Te has dado cuenta de que yo vivo en una mansión de cedro, mientras el arca de Dios sigue alojada en una tienda de campaña?". Natán le respondió: "Anda y haz todo lo que te dicte el corazón, porque el Señor está contigo".
Aquella misma noche habló el Señor a Natán y le dijo: "Ve y dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: ‘¿Piensas que vas a ser tú el que me construya una casa, para que yo habite en ella? Yo te saqué de los apriscos y de andar tras las ovejas, para que fueras el jefe de mi pueblo, Israel. Yo estaré contigo en todo lo que emprendas, acabaré con tus enemigos y te haré tan famoso como los hombres más famosos de la tierra.
Le asignaré un lugar a mi pueblo, Israel; lo plantaré allí para que habite en su propia tierra. Vivirá tranquilo y sus enemigos ya no lo oprimirán más, como lo han venido haciendo desde los tiempos en que establecí jueces para gobernar a mi pueblo, Israel. Y a ti, David, te haré descansar de todos tus enemigos.
Además, yo, el Señor, te hago saber que te daré una dinastía; y cuando tus días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus padres, engrandeceré a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré su reino. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí, y tu trono será estable eternamente' ".Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial

Del salmo 88 R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos. R/.

Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi elegido: 'Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré tu trono eternamente'. R/.

El me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege y que me salva'. Yo jamás le retiraré mi amor, ni violaré el juramento que le hice". R/.


Segunda lectura

Monición.- Pablo concluye su carta a los romanos con una glorificación a Dios, porque ha revelado su misterio escondido a lo largo de los siglos: “la venida de su Hijo Jesucristo en la carne”

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 16, 25-27

Hermanos: A aquel que puede darles fuerzas para cumplir el Evangelio que yo he proclamado, predicando a Cristo, conforme a la revelación del misterio, mantenido en secreto durante siglos, y que ahora, en cumplimiento del designio eterno de Dios, ha quedado manifestado por las Sagradas Escrituras, para atraer a todas las naciones a la obediencia de la fe, al Dios único, infinitamente sabio, démosle gloria, por Jesucristo, para siempre. Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO

Lc 1, 38 R/. Aleluya, aleluya.

Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho. R/.

EVANGELIO

Monición.- El evangelista Lucas nos relata cómo Dios envió al ángel Gabriel a una pequeña población llamada Nazaret para anunciarle a María que sería la madre de Dios.

Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.
El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vasa concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin".
María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios". María contestó: "Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos a Jesús, luz y esperanza de la humanidad entera. Después de cada petición diremos: Ven, Señor Jesús.

Por la Iglesia, por todos los cristianos. Que vivamos la venida de Jesús con un corazón abierto y disponible, como María. Oremos.

Por todos los países del mundo, especialmente por la tierra donde nació Jesús. Que estas fiestas de Navidad sean ocasión de avanzar por los caminos de la paz, la justicia y la libertad. Oremos.

Por los pobres y necesitados. Que la preparación de la Navidad nos estimule a intensificar nuestra solidaridad con ellos. Oremos.

Por las madres y los padres que esperan el nacimiento de un hijo. Que vivan este momento con ilusión y con el compromiso de educarlo según los valores del Evangelio. Oremos.

Por todos nosotros. Que esta celebración nos ayude a prepararnos debidamente para el misterio del nacimiento del Hijo de Dios. Oremos.

Escucha, Señor, nuestra oración y ven a salvarnos. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que santifique, Señor, estos dones, colocados en tu altar, el mismo Espíritu Santo que fecundó con su poder el seno de la bienaventurada Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio II o IV de Adviento.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Is 7, 14

Miren: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien le pondrá el nombre de Emmanuel.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Habiendo recibido esta prenda de redención eterna, te rogamos, Dios todopoderoso, que, cuanto más se acerca el día de la festividad que nos trae la salvación, con tanto mayor fervor nos apresuremos a celebrar dignamente el misterio del nacimiento de tu Hijo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.


UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Hablar de promesas resulta cómodo porque los plazos fatales parecen distantes. El que obtiene un crédito o usa su tarjeta, se promete a sí mismo pagar oportunamente, pero los imprevistos y la falta de organización, lo ponen a ratos en la cartera vencida. Cumplirle a los otros y cumplirse a sí mismo es prueba de que se ha interiorizado la lealtad y la fidelidad. Las promesas que Dios ha hecho a su pueblo no son ofrecimientos vanos, sino compromisos que pretenden suscitar la adhesión de los creyentes. Las ofertas de salvación que Dios ha planteado a sus fieles no son acciones unilaterales. La respuesta de las personas es indispensable. El retraso o la anticipación de la salvación son proporcionales al grado de confianza, a la generosidad y decisión que la comunidad creyente muestre ante el designio de Dios.

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