I DOMINGO DE CUARESMA 2015 Ciclo B
Domingo 22 de febrero 2015
La solemne conclusión del relato del diluvio termina con
"buen sabor de boca". Dios no recurrirá jamás a otro castigo
destructor. El simbolismo del arco iris tendría que evocarnos esa bondadosa determinación.
Dios es amigo de las criaturas y ama la vida. Desde esa certeza podríamos
aprender la lección. Dios deja en manos de los humanos la responsabilidad de
cuidar su obra. Dios establece un pacto unilateral, y se auxilia de señales —el
arco iris en el cielo— para recordar y honrar su compromiso. La lección es
clara. Dios es fiel a su obra y a su palabra. Los que fuimos hechos a imagen y
semejanza de Dios tenemos referentes seguros y cercanos. El Evangelio de san
Marcos también comienza con un tono esperanzador: cesará el tiempo de los
opresores, Dios inaugura su reino por medio de la presencia amigable de su Hijo
Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 90, 15-16
Me invocará y yo lo escucharé; lo libraré y lo glorificaré;
prolongaré los días de su vida.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que por las prácticas anuales
de esta celebración cuaresmal, progresemos en el conocimiento del misterio de
Cristo, y traduzcamos su efecto en una conducta irreprochable. Por nuestro
Señor Jesucristo.
LITURGIA DE LA PALABRA
Primera lectura
Monición.-En la primera lectura escucharemos el relato de la
alianza que Dios estableció con el universo después del diluvio. Alianza que
evoca la renovación del cosmos entero por medio de Jesucristo.
Del libro del Génesis: 9, 8-15
En aquellos días, dijo Dios a Noé y a sus hijos: "Ahora
establezco una alianza con ustedes y con sus descendientes, con todos los
animales que los acompañaron, aves, ganados y fieras, con todos los que
salieron del arca, con todo ser viviente sobre la tierra. Ésta es la alianza
que establezco con ustedes: No volveré a exterminar la vida con el diluvio ni
habrá otro diluvio que destruya la tierra".
Y añadió: "Ésta es la señal de la alianza perpetua que
yo establezco con ustedes y con todo ser viviente que esté con ustedes: pondré
mi arco iris en el cielo como señal de mi alianza con la tierra, y cuando yo
cubra de nubes la tierra, aparecerá el arco iris y me acordaré de mi alianza
con ustedes y con todo ser viviente. No volverán las aguas del diluvio a
destruir la vida".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial
Del Salmo 24, 4bc-5ab. 6-7bc. 8-9
R/. Descúbrenos, Señor,
tus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu
doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza.
R/.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura.
Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores
el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus
caminos. R/.
Segunda lectura
Monición.- La segunda lectura es una antigua catequesis
bautismal de la Iglesia primitiva, es una alusión a la muerte y resurrección de
Cristo, quien nos ha alcanzado la salvación a través de su muerte en la cruz y
su resurrección.
De la primera carta del apóstol san Pedro: 3, 18-22
Hermanos: Cristo murió, una sola vez y para siempre, por los
pecados de los hombres; Él, el justo, por nosotros, los injustos, para llevarnos
a Dios; murió en su cuerpo y resucitó glorificado. En esta ocasión, fue a
proclamar su mensaje a los espíritus encarcelados, que habían sido rebeldes en
los tiempos de Noé, cuando la paciencia de Dios aguardaba, mientras se
construía el arca, en la que unos pocos, ocho personas, se salvaron flotando
sobre el agua. Aquella agua era figura del bautismo, que ahora los salva a
ustedes y que no consiste en quitar la inmundicia corporal, sino en el
compromiso de vivir con una buena conciencia ante Dios, por la resurrección de
Cristo Jesús, Señor nuestro, que subió al cielo y está a la derecha de Dios, a
quien están sometidos los ángeles, las potestades y las virtudes. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN Mt 4, 4
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra
que sale de la boca de Dios. R/.
Evangelio
Monición.- El evangelio de Marcos nos presenta a Jesús como
el nuevo Adán, el Mesías que trae a la humanidad la plenitud de paz y la
salvación eterna.
Del santo Evangelio según san Marcos: 1, 12-15
En aquel tiempo, el Espíritu impulsó a Jesús a retirarse al
desierto, donde permaneció cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivió allí
entre animales salvajes, y los ángeles le servían.
Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a
Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía: "Se ha cumplido el
tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Conviértanse y crean en el
Evangelio". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Intercedamos, amados hermanos, ante la divina clemencia,
implorando la misericordia divina en favor de todos los hombres y suplicando el
perdón para cuantos hemos pecado: (R/. Escúchanos, Señor.)
Para que, en este tiempo de Cuaresma, Dios conceda a todos
los fieles la fuerza necesaria para luchar contra el mal, convertirse de su
mala conducta y retornar al camino del bien, roguemos al Señor.
Para que quienes abundan en bienes de la tierra sepan
moderar el uso de sus propias riquezas en provecho de los necesitados y no
vivan absortos en los bienes de este mundo, roguemos al Señor.
Para que quienes se han alejado de la Iglesia causa de
nuestros escándalos o de nuestra tibieza se reincorporen a la familia de Dios,
y a nosotros el Señor nos perdone el pecado de escándalo, roguemos al Señor.
Para que nuestros corazones lleguen a ser, por medio de la
penitencia cuaresmal, aquella tierra fecunda en la que la Palabra de Dios
produce fruto del ciento por uno, roguemos al Señor.
Señor Dios, paciente y misericordioso, que, a través de las
distintas etapas de la historia, renuevas tu alianza con todas las
generaciones, escucha nuestras súplicas y prepara nuestros corazones a escuchar
a tu Hijo amado, para que, por medio de estos días de penitencia, alcancemos
una verdadera conversión del corazón y renovemos nuestra alianza contigo. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que nos hagas dignos de estos dones que
vamos a ofrecerte, ya que con ellos celebramos el inicio de este venerable
misterio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno, por Cristo, Señor nuestro. Porque El mismo, al abstenerse durante
cuarenta días de tomar alimento, consagró la práctica de nuestra penitencia
cuaresmal y, al rechazar las tentaciones del enemigo, nos enseñó a superar la
seducción del pecado, para que, después de celebrar con espíritu renovado el
misterio pascual, pasemos finalmente a la Pascua eterna. Por eso, con los coros
de los ángeles y santos, te cantamos el himno de alabanza, diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 4, 4
No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que
viene de Dios.
O Bien: Sal 90,4
El Señor te cubrirá con sus plumas y bajos sus alas
encontrarás refugio.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados, Señor, de este pan celestial que nutre la fe,
hace crecer la esperanza y fortalece la caridad, te suplicamos la gracia de
aprender a sentir hambre de aquel que es el pan vivo y verdadero, y a vivir de
toda palabra que procede de su boca. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Derrama sobre tu pueblo, Señor, la abundancia de tu
bendición para que su esperanza crezca en la adversidad, su virtud se
fortalezca en la tentación, y alcance la redención eterna. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Mucho antes que los
científicos modernos comenzaran a inventar sus términos técnicos para referirse
a los asuntos del medio ambiente, muchísimo tiempo antes de los agujeros en la
capa de ozono y los biocombustibles, ya los sabios de Israel habían
desentrañado la importancia de mantener una cuidadosa y amigable relación entre
todos los vivientes. Efectivamente en el relato del diluvio encontramos un
solemne juramento divino, donde Dios se impone la obligación de preservar la
vida. La destrucción no ocurrirá por una decisión autoritaria de parte de Dios;
por más que los humanos persistamos en el maltrato a su obra, el Creador sigue
decidido a cuidarla. La responsabilidad es nuestra. Jesús aparece al inicio del
Evangelio de San Marcos como alguien que vive en equilibrio con los animales y
todos los vivientes. También en ese aspecto es modelo y prototipo del hombre
nuevo.
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