DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B
Domingo 30 de agosto 2015
RELIGIÓN PURA Y SIN MANCHA
Existen formas descaradas y sutiles de traicionar la voluntad de Dios.
Olvidarse de las exigencias éticas de la alianza con Dios o enterrar los
preceptos y valores transmitidos en el Sinaí, es una forma aparentemente
discreta de anular la relación de amigable confianza con Dios; por otra parte,
interpretar de manera ventajosa las exhortaciones a vivir la compasión con los
ancianos y los necesitados, apelando a rebuscadas interpretaciones legalistas,
es una burda manipulación de la voluntad de Dios. En este último caso existe un
agravante, se conoce el designio de Dios y se le distorsiona, fingiendo
cumplirlo. La responsabilidad de quien conoce las entrañas del mensaje
cristiano es mucho mayor que quien apenas ha recibido una primera
evangelización.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 85, 3. 5
Dios mío, ten piedad de mí, pues sin cesar te invoco: Tú eres bueno y
clemente, y rico en misericordia con quien te invoca.
ORACIÓN COLECTA
Dios de toda virtud, de quien procede todo lo que es bueno, infunde en
nuestros corazones el amor de tu nombre, y concede que, haciendo más religiosa
nuestra vida, hagas crecer el bien que hay en nosotros y lo conserves con
solicitud amorosa. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Monición.- Dios le pide a su pueblo que escuche los mandamientos que le
va a enseñar. El pueblo se adhiere a la voluntad de Dios expresada en la Ley;
porque descubre en ella la presencia divina.
Del libro del Deuteronomio: 4, 1-2. 6-8
En aquellos días, habló Moisés al pueblo, diciendo: "Ahora,
Israel, escucha los mandatos y preceptos que te enseño, para que los pongas en
práctica y puedas así vivir y entrar a tomar posesión de la tierra que el
Señor, Dios de tus padres, te va a dar.
No añadirán nada ni quitarán nada a lo que les mando: Cumplan los
mandamientos del Señor que yo les enseño, como me ordena el Señor, mi Dios.
Guárdenlos y cúmplanlos porque ellos son la sabiduría y la prudencia de ustedes
a los ojos de los pueblos. Cuan-do tengan noticias de todos estos preceptos,
los pueblos se dirán: 'En verdad esta gran nación es un pueblo sabio y
prudente'.
Porque, ¿cuál otra nación hay tan grande que tenga dioses tan cercanos
como lo está nuestro Dios, siempre que lo invocamos? ¿Cuál es la gran nación
cuyos mandatos y preceptos sean tan justos como toda esta ley que ahora les
doy?"
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 14, 2-3ab. 3cd-4ab. 5
R/. ¿Quién será grato a tus ojos, Señor?
El hombre que procede honradamente y obra con justicia; el que es
sincero en sus palabras y con la legua a nadie desprestigia. R/.
Quien no hace mal al prójimo ni difama al vecino; quien no ve con
aprecio a los malvados, pero hora a quienes temen al Altísimo. R/.
Quien presta sin usura y quien no acepta soborno en perjuicio de
inocentes, ése será agradable a los ojos de Dios eternamente. R/,
SEGUNDA LECTURA
Monición.- El apóstol Santiago nos pide aceptar la esencia de la vida
cristiana: encarnar en la vida la Palabra de Dios que salva y practicarla; de
ahí surge el amor al prójimo.
De la carta del apóstol Santiago: 1, 17-18. 21-22. 27
Hermanos: Todo beneficio y todo don perfecto viene de lo alto, del
creador de la luz, en quien no hay ni cambios ni sombras. Por su propia
voluntad nos engendró por medio del Evangelio para que fuéramos, en cierto
modo, primicias de sus creaturas.
Acepten dócilmente la palabra que ha sido sembrada en ustedes y es
capaz de salvarlos. Pongan en práctica esa palabra y no se limiten a
escucharla, engañándose a ustedes mismos. La religión pura e intachable a los
ojos de Dios Padre, consiste en visitar a los huérfanos y a las viudas en sus
tribulaciones, y en guardarse de este mundo corrompido.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Sant 1, 18
R/. Aleluya, aleluya.
Por su propia voluntad, el Padre nos engendró por medio del Evangelio,
para que fuéramos, en cierto modo, primicias de sus creaturas. R/.
EVANGELIO
Monición.- El evangelio reporta una controversia entre Jesús y los
fariseos sobre algunas tradiciones humanas que cumplían al pié de la letra,
dejando de lado el mandamiento de Dios.
Del santo Evangelio según san Marcos: 7, 1-8. 1415. 21-23
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los fariseos y algunos escribas
venidos de Jerusalén. Viendo que algunos de los discípulos de Jesús comían con
las manos impuras, es decir, sin habérselas lavado, los fariseos y los escribas
le preguntaron: "¿Por qué tus discípulos comen con manos impuras y no
siguen la tradición de nuestros mayores?" (Los fariseos y los judíos, en
general, no comen sin lavarse antes las manos hasta el codo, siguiendo la
tradición de sus mayores; al volver del mercado, no comen sin hacer primero las
abluciones, y observan muchas otras cosas por tradición, como purificar los
vasos, las jarras y las ollas).
Jesús les contestó: "¡Qué bien profetizó Isaías sobre ustedes,
hipócritas, cuando escribió: Este pueblo me honra con los labios, pero su
corazón está lejos de mí. Es inútil el culto que me rinden, porque enseñan
doctrinas que no son sino preceptos humanos! Ustedes dejan a un lado el
mandamiento de Dios, para aferrarse a las tradiciones de los hombres".
Después, Jesús llamó a la gente y les dijo: "Escúchenme todos y
entiéndanme. Nada que entre de fuera puede manchar al hombre; lo que sí lo
mancha es lo que sale de dentro; porque del corazón del hombre salen las
intenciones malas, las fornicaciones, los robos, los homicidios, los
adulterios, las codicias, las injusticias, los fraudes, el desenfreno, las
envidias, la difamación, el orgullo y la frivolidad. Todas estas maldades salen
de dentro y manchan al hombre".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, al Señor que dé oídos a las súplicas de su pueblo,
diciendo: Escúchanos, Señor.
(R/. Escúchanos, Señor.)
Tengamos presente, hermanos, en nuestras oraciones a la Iglesia santa,
católica y apostólica, para que el Señor lo haga crecer en la fe, la esperanza
y la caridad. Roguemos al Señor.
Oremos también por los pecadores, por los encarcelados, por los
enfermos y por los que están lejos de sus hogares, para que el Señor los
proteja, los libere, les devuelva la salud y los consuele. Roguemos al Señor.
Oremos también por las almas de todos los difuntos, para que Dios, en
su bondad, quiera admitirlos en el coro de los santos y de los elegidos.
Roguemos al Señor.
Pidamos también por los que nos disponemos a celebrar la Eucaristía,
para que el Señor perdone sus culpas de los que vamos a participar de sus
sacramentos, otorgue sus premios a los que ejercerán los diversos ministerios y
dé la salvación a todos aquellos por los que ofrecemos nuestro sacrificio.
Roguemos al Señor.
Mira, Señor, a tu familia, reunida el domingo para celebrar la
resurrección de tu Hijo, y escucha con benevolencia sus súplicas; no permitas
que te honremos sólo con los labios, mientras nuestro corazón está lejos de ti,
ni que, dejando a un lado el mandamiento de Dios, nos aferremos a la tradición
de los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que esta ofrenda sagrada, Señor, nos traiga siempre tu bendición
salvadora, para que dé fruto en nosotros lo que realiza el misterio. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 30, 20
Qué grande es tu bondad, Señor, que tienes reservada para tus fieles.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados con el pan de esta mesa celestial, te suplicamos, Señor, que
este alimento de caridad fortalezca nuestros corazones, para que nos animemos a
servirte en nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Una sociedad aficionada al cuidado
de la imagen externa, obsesionada por alcanzar la eterna juventud y temerosa
del envejecimiento, no sabe apreciar la importancia de la dimensión interna de
la persona. El culto a las apariencias y el cuidado de la imagen produce un
tipo de persona ligera y sin convicciones. A este propósito cabe recordar que
el Señor Jesús enfatiza su propuesta innovadora: es más importante cuidar lo
que pasa en el interior que en el exterior. Las acciones fundamentales, las que
definen nuestra existencia, brotan de ese centro integrador que es nuestra
personalidad. El Evangelio de Jesús es una invitación a renovar permanente ese
yo profundo que nos identifica. Tarea exigente, que nunca termina, pero que
permite encontrar el sentido pleno de la vida.
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