jueves, 13 de agosto de 2015

DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 16 de agosto 2015



DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO  Ciclo B
Domingo 16 de agosto 2015

VIVIRÁ PARA SIEMPRE

La personificación de la Sensatez o la Sabiduría como una mujer hermosa que lanza sus pregones para atraer a los jóvenes inexpertos, aparece en reiteradas ocasiones en el libro de los Proverbios. Ahí ya se habla de un pan y un vino simbólicos, que no son nutrimento ni bebida, sino la imagen de un bien más preciado, a saber, la prudencia y la sensatez. El amplio discurso del Pan de vida que nos ha venido refiriendo el cuarto Evangelio, recurre indudablemente al lenguaje simbólico. Sin embargo, desde la tradición de nuestra fe católica, ese pan bajado del cielo no es un símbolo ambiguo, sino uno que hace referencia a la vida entregada por el Señor Jesús; entrega que celebramos y reavivamos en cada comida eucarística que celebramos.


ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 83, 10-1 1

Dios, protector nuestro, mira el rostro de tu Ungido. Un solo día en tu casa es más valioso, que mil días en cualquier otra parte.


ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que has preparado bienes invisibles para los que te aman, infunde en nuestros corazones el anhelo de amarte, para que, amándote en todo y sobre todo, consigamos tus promesas, que superan todo deseo. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

La primera lectura no dice que la sabiduría de Dios es la maestra de la humanidad y que sencillo la recibe gratuitamente; quien se acerca a ella, encuentra el camino de la vida.

Del libro de los Proverbios: 9, 1-6

La sabiduría se ha edificado una casa, ha preparado un banquete, ha mezclado el vino y puesto la mesa. Ha enviado a sus criados para que, desde los puntos que dominan la ciudad, anuncien esto: "Si alguno es sencillo, que venga acá".
Y a los faltos de juicio les dice: "Vengan a comer de mi pan y a beber del vino que he preparado. Dejen su ignorancia y vivirán; avancen por el camino de la prudencia".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 33, 2-3. 10-11. 12-13. 14-15

R/. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.

Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor; que se alegre su pueblo al escucharlo. R/.

Que amen al Señor todos sus fieles, pues nada faltará a los que lo aman. El rico empobrece y pasa hambre; a quien busca al Señor, nada le falta. R/.

Escúchame, hijo mío: voy a enseñarte cómo amar al Señor. ¿Quieres vivir y disfrutar la vida? Guarda del mal tu lengua y aleja de tus labios el engaño. Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y ve tras ella. R/.


SEGUNDA LECTURA

San Pablo no invita a la “vigilancia”. Lo que más importa es descubrir en todas las circunstancias la voluntad de Dios e inclusive procurar sacarle provecho a los momentos difíciles.

De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 5, 15-20

Hermanos: Tengan cuidado de portarse no como insensatos, sino como prudentes, aprovechando el momento presente, porque los tiempos son malos. No sean irreflexivos, antes bien, traten de entender cuál es la voluntad de Dios. No se embriaguen, porque el vino lleva al libertinaje. Llénense, más bien, del Espíritu Santo; expresen sus sentimientos con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantando con todo el corazón las alabanzas al Señor. Den continuamente gracias a Dios Padre por todas las cosas, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
 Jn 5, 56
R/. Aleluya, aleluya.

El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él, dice el Señor. R/.


EVANGELIO

En el evangelio, Jesús se ofrece como alimento, afirmando que su carne es verdadera comida y su sangre verdadera bebida y quien la come y la bebe tendrá vida eterna.

Del santo Evangelio según san Juan: 6, 51-58

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Yo soy el pan vivo, que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida".
Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: "¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?"
Jesús les dijo: "Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por Él, así también el que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá para siempre".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Credo.


PLEGARIA UNIVERSAL

Presentemos, hermanos, nuestras súplicas al Señor y pidámosle que atienda a sus hijos, según las necesidades de cada uno de ellos.  R/ Te lo pedimos, Padre.

Roguemos al Señor por quienes, a causa de su enfermedad, porque están el servicio de sus hermanos o por cualquier otro motivo, no han podido venir a celebrar con nosotros el domingo; a fin de que, ya que no pueden participar de la alegría de esta celebración, no se vean privados nunca del gozo del Señor. R/ Te lo pedimos, Padre.

Roguemos por los que ayudan a los pobres o hacen obras de misericordia en favor de sus hermanos, para que Dios premie abundantemente el bien que hacen, y lo que reparten a sus hermanos el Señor lo multiplique y lo convierta para ellos en premio de vida eterna. R/ Te lo pedimos, Padre.

Roguemos por los que están de viaje, por los que tienen que vivir fuera de su hogar o alejados de sus familiares y amigos, para que Dios los proteja de todo peligro, los ayude en sus dificultades y les conceda retornar, sanos y salvos, a sus hogares. R/ Te lo pedimos, Padre.

Roguemos finalmente por nosotros mismos, para que el Señor nos haga perseverar en la fe cristiana, nos ayude a conocer más y más el Evangelio de Cristo, fortalezca nuestra voluntad en el bien, nos guarde de todo mal y nos guarde de todo mal y nos conceda alcanzar la vida eterna. R/ Te lo pedimos, Padre.

Señor Dios, que cada domingo nos invitas como comensales y amigos a tu mesa, escucha las oraciones de tu Iglesia y fortalece su fe, para que, con valentía, proclame al mundo la esperanza en la resurrección final y la confianza de participar en el banquete festivo de tu reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, nuestros dones, con los que se realiza tan glorioso intercambio, para que, al ofrecerte lo que tú nos diste, merezcamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 129, 7

Con el Señor viene la misericordia, y la abundancia de su redención.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Unidos a Cristo por este sacramento, suplicamos humildemente, Señor, tu misericordia, para que, hechos semejantes a él aquí en la tierra, merezcamos gozar de su compañía en el cielo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.



UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Hay presencias ausentes que alientan nuestra existencia. Nuestros antepasados que han fallecido están en nuestro ADN y en nuestra memoria más íntima de diferentes maneras. Son los difuntos que jamás fallecen, sino que trascienden la finitud formando eso que en la fe llamamos: comunión de los santos. Quienes participamos sacramentalmente del cuerpo y la sangre de Jesucristo estamos participando de su muerte y su resurrección. Ya no quedamos arrinconados en la pura caducidad de la vida terrena. Emerge una comunión espiritual profunda entre el comulgante y el Señor que se entrega. Desde esa profunda espiritualidad podemos robustecer nuestra existencia cristiana para asumir con mayor generosidad y decisión, los compromisos que las mil necesidades de hombres y mujeres urgidos de paz, consuelo y de oportunidades de vida digna nos plantean.

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