DOMINGO
XXV DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B
Domingo
20 de septiembre 2015
DICE
QUE HAY QUIEN MIRA POR ÉL
El
linchamiento verbal que planean los malvados en contra del justo se ha repetido
numerosas veces en la historia humana. Quienes organizan su vida conforme a
unos principios éticos resultan personas congruentes, que incomodan a los
pragmáticos, que solo cuidan de sus propios intereses, pasando por encima del
interés ajeno. Lo que afirma el autor del libro de la Sabiduría de forma
genérica, se convirtió en historia de vida en la persona de Jesús. Los
dirigentes judíos se hartaron de la libertad con que Jesús interpretaba la ley
de Moisés, referente primario para los justos en Israel; cuando además comenzó
a cuestionar la viabilidad de los sacrificios y todos rituales cumplidos en el
templo de Jerusalén, lo condenaron a muerte. Afortunadamente el Padre miraba
por Él y lo rescató de la tumba.
ANTÍFONA
DE ENTRADA
Yo soy
la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé cuando me llamen en
cualquier tribulación, y siempre seré su Dios.
ORACIÓN
COLECTA
Señor
Dios, que has hecho del amor a ti y a los hermanos la plenitud de todo lo
mandado en tu santa ley, concédenos que, cumpliendo tus mandamientos,
merezcamos llegar a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA
DE LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA
Condenemos
al justo a una muerte ignominiosa.
Del
libro de la Sabiduría 2, 12. 17-20
Los
malvados dijeron entre sí: "Tendamos una trampa al justo, porque nos
molesta y se opone a lo que hacemos; nos echa en cara nuestras violaciones a la
ley, nos reprende las faltas contra los principios en que fuimos educados.
Veamos
si es cierto lo que dice, vamos a ver qué le pasa en su muerte. Si el justo es
hijo de Dios, Él lo ayudará y lo librará de las manos de sus enemigos.
Sometámoslo a la humillación y a la tortura, para conocer su temple y su valor.
Condenémoslo a una muerte ignominiosa, porque dice que hay quien mire por
él".
Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO
RESPONSORIAL
Del
salmo 53, 3-4. 5. 6. 8
R/. El
Señor es quien me ayuda.
Sálvame,
Dios mío, por tu nombre; con tu poder defiéndeme. Escucha, Señor, mi oración y
a mis palabras atiende. R/.
Gente
arrogante y violenta contra mí se ha levantado. Andan queriendo matarme. ¡Dios
los tiene sin cuidado! R/.
Pero el
Señor Dios es mi ayuda, Él, quien me mantiene vivo. Por eso te ofreceré con
agrado un sacrificio, y te agradeceré, Señor, tu inmensa bondad conmigo. R/.
SEGUNDA
LECTURA
Los
pacíficos siembran la paz y cosechan frutos de justicia.
De la
carta del apóstol Santiago: 3,16-4, 3
Hermanos
míos: Donde hay envidias y rivalidades, ahí hay desorden y toda clase de obras
malas. Pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios son puros, ante todo.
Además, son amantes de la paz, comprensivos, dóciles, están llenos de
misericordia y buenos frutos, son imparciales y sinceros. Los pacíficos
siembran la paz y cosechan frutos de justicia.
¿De
dónde vienen las luchas y los conflictos entre ustedes? ¿No es, acaso, de las
malas pasiones, que siempre están en guerra dentro de ustedes? Ustedes codician
lo que no pueden tener y acaban asesinando. Ambicionan algo que no pueden
alcanzar, y entonces combaten y hacen la guerra. Y si no lo alcanzan, es porque
no se lo piden a Dios. O si se lo piden y no lo reciben, es porque piden mal,
para derrocharlo en placeres. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. 2 Tes 2, 14)
R/.
Aleluya, aleluya.
Dios
nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro
Señor Jesucristo.
R/.
EVANGELIO
El Hijo
del hombre va a ser entregado. —Si alguno quiere ser el primero, que sea el
servidor de todos.
Del
santo Evangelio según san Marcos: 9, 30-37
En
aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero Él no quería que
nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: "El
Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán muerte, y
tres días después de muerto, resucitará". Pero ellos no entendían aquellas
palabras y tenían miedo de pedir explicaciones.
Llegaron
a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: "¿De qué discutían por el
camino?" Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían
discutido sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó,
llamó a los Doce y les dijo: "Si alguno quiere ser el primero, que sea el
último de todos y el servidor de todos".
Después,
tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: "El
que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me
reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado". Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo.
CREDO
NICENO CONSTANTINOPOLITANO
Creo en
un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo
visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios
nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del
Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra
salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la
Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de
Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo
en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Oremos,
hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades, para que nunca
falte a nadie la ayuda de nuestro amor y digamos: Te rogamos, Señor.
(R/. Te
rogamos, Señor.)
Por el
santo Padre, el Papa Francisco, por nuestro obispo N., y por todos los demás
obispos, por los presbíteros y diáconos; para que cuiden santamente el pueblo
que tienen encomendado, roguemos al Señor.
Por los
jefes de Estado y por los demás gobernantes, por los responsables del bien
común y por los que tienen en sus manos las riquezas del mundo; para que
fomenten la justicia, el bienestar, la paz y la libertad, roguemos al Señor.
Por los
que padecen hambre u otras necesidades, por los que están enfermos o se sienten
oprimidos, por los que añoran la patria o viven lejos de sus familias y de sus
hogares; para que experimenten el consuelo y la fortaleza de Dios, roguemos al
Señor.
Para
que Dios nos conceda el gozo del Espíritu, y el perdón de los pecados, la
perseverancia en la fe y en las buenas obras y la salvación eterna de nuestras
almas, roguemos al Señor.
Dios
nuestro, Padre de todos, que quieres que el último sea el primero y propusiste
a un niño como ejemplo para los discípulos, danos la sabiduría que viene de
arriba, para que acojamos la palabra de tu Hijo y entendamos que, ante tus
ojos, el primero ha de ser el servidor de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta
benignamente, Señor, los dones de tu pueblo, para que recibamos, por este
sacramento celestial, aquello mismo que el fervor de nuestra fe nos mueve a
proclamar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
DOMINICAL II: El misterio de la salvación
En
verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre
y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo
Señor nuestro. El cual, compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de
la Virgen; sufriendo la cruz, nos libró de eterna muerte y, resucitando, nos
dio vida eterna. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los
coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo,
Santo, Santo...
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN Sal 118, 4-5
Tú
promulgas tus preceptos para que se observen con exactitud. Ojalá que mi
conducta se ajuste siempre, al cumplimiento de tu voluntad (Sal 118, 4-5)
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A
quienes alimentas, Señor, con tus sacramentos, confórtanos con tu incesante
ayuda, para que en estos misterios recibamos el fruto de la redención y la
con-versión de nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Nunca han abundando las personas de una sola
pieza, san Pablo y Gandhi, Sócrates y Oscar Romero no se dan en serie. La
congruencia de una persona genera un respaldo ante sus conciudadanos, de manera
que estas personas se van convirtiendo en líderes que resultan amenazantes para
las instituciones. Cuando éstas son dirigidas por personas insensatas que solo
cuidan su poder, se lanzan en contra de los dirigentes sociales provistos de
legitimidad. La situación actual del país parece estar metida en un callejón
sin salida porque tanto las instituciones como los liderazgos, han resultado
poco creíbles. El Evangelio presenta la declaración reveladora que Jesús hizo a
sus discípulos, su liderazgo profético lo conduciría a la muerte violenta a
manos de los pretendidos representantes de Dios en Israel. Jesús vivió de
manera radical y eso lo condujo a la muerte, sin embargo esa muerte no fue un
desperdicio, sino una entrega generosa que cambió la historia para siempre.
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