DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C
Domingo
28 de agosto 2016
DIOS
PREFIERE A LOS HUMILDES
La
conocida parábola de los invitados al banquete nos da una lección clara sobre
los valores contraculturales que Jesús promovió en las aldeas y pueblos de
Galilea. La narración misma exhibe la visión estratificada de aquella sociedad,
donde cada persona reconocía su inferioridad o superioridad con relación al
honor de los demás. Nadie afirmaba en ese momento la igual dignidad de todas
las personas. Esa intuición genial presente desde los relatos del Génesis
parecía olvidada. Lo que el Señor Jesús realiza es una inversión de planos
realmente radical: ya no son los varones israelitas, ricos, sanos y observantes
de la ley de Moisés los que más importan a Dios, sino los niños, los débiles y
los pobres, las mujeres afligidas por la enfermedad o cualquier otra forma de
discriminación. En el imperio de Dios, al contrario del imperio de César
Tiberio, éstos serían los primeros y aquellos se convertirían en los últimos.
ANTÍFONA
DE ENTRADA Cfr. Sal 85, 3. 5
Dios
mío, ten piedad de mí, pues sin cesar te invoco: Tú eres bueno y clemente, y
rico en misericordia con quien te invoca.
GLORIA
Gloria
a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa
gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos
gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único,
Jesucristo.
Señor
Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten
piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque
sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el
Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN
COLECTA
Dios de
toda virtud, de quien procede todo lo que es bueno, infunde en nuestros
corazones el amor de tu nombre, y concede que, haciendo más religiosa nuestra
vida, hagas crecer el bien que hay en nosotros y lo conserves con solicitud
amorosa. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA
DE LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA
Hazte
pequeño y hallarás gracia ante el Señor.
Del
libro del Sirácide (Eclesiástico): 3, 19-21. 30-31
Hijo
mío, en tus asuntos procede con humildad y te amarán más que al hombre
dadivoso. Hazte tanto más pequeño cuanto más grande seas y hallarás gracia ante
el Señor, porque sólo él es poderoso y sólo los humildes le dan gloria. No hay
remedio para el hombre orgulloso, porque ya está arraigado en la maldad. El
hombre prudente medita en su corazón las sentencias de los otros, y su gran
anhelo es saber escuchar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del
salmo 67, 4-yac. 6-7ab. 10-11
R/.
Dios da libertad y riqueza a los cautivos.
Ante el
Señor, su Dios, gocen los justos, salten de alegría. Entonen alabanzas a su
nombre. En honor del Señor toquen la cítara. R/.
Porque
el Señor, desde su templo santo, a huérfanos y viudas da su auxilio; él fue
quien dio a los desvalidos casa, libertad y riqueza a los cautivos. R/.
A tu
pueblo extenuado diste fuerzas, nos colmaste, Señor, de tus favores y habitó tu
rebaño en esta tierra, que tu amor preparó para los pobres. R/.
SEGUNDA
LECTURA
Se han
acercado ustedes a Sión, el monte y la ciudad del Dios viviente.
De la
carta a los hebreos: 12, 18-19. 22-24
Hermanos:
Cuando ustedes se acercaron a Dios, no encontraron nada material, como en el
Sinaí: ni fuego ardiente, ni obscuridad, ni tinieblas, ni huracán, ni estruendo
de trompetas, ni palabras pronunciadas por aquella voz que los israelitas no
querían volver a oír nunca.
Ustedes,
en cambio, se han acercado a Sión, el monte y la ciudad del Dios viviente, a la
Jerusalén celestial, a la reunión festiva de miles y miles de ángeles, a la
asamblea de los primogénitos, cuyos nombres están escritos en el cielo. Se han
acercado a Dios, que es el juez de todos los hombres, y a los espíritus de los
justos que alcanzaron la perfección. Se han acercado a Jesús, el mediador de la
nueva alianza. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Mt 11, 29
R/.
Aleluya, aleluya.
Tomen
mi yugo sobre ustedes, dice el Señor, y aprendan de mí, que soy manso y humilde
de corazón. R/.
EVANGELIO
El que
se engrandece a sí mismo, será humillado y el que se humilla, será
engrandecido.
Del
santo Evangelio según san Lucas: 14, 1. 7-14
Un
sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos
estaban espiándolo. Mirando cómo los convidados escogían los primeros lugares,
les dijo esta parábola: "Cuando te inviten a un banquete de bodas, no te
sientes en el lugar principal, no sea que haya algún otro invitado más
importante que tú, y el que los invitó a los dos venga a decirte: 'Déjale el
lugar a éste', y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el último asiento.
Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el último lugar, para que, cuando
venga el que te invitó, te diga: 'Amigo, acércate a la cabecera'. Entonces te
verás honrado en presencia de todos los convidados. Porque el que se engrandece
a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido". Luego
dijo al que lo había invitado: "Cuando des una comida o una cena, no
invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos
ricos; porque puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso quedarías
recompensado. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los
lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no
tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los
justos".
Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN
DEFE
CREDO
NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en
un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo
visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios
nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del
Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra
salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la
Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de
Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo
en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén
PLEGARIA
UNIVERSAL
Pidamos,
hermanos, al Señor que dé oídos a las súplicas de su pueblo, diciendo:
Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor.)
Tengamos
presente, hermanos, en nuestras oraciones a la Iglesia santa, católica y
apostólica, para que el Señor lo haga crecer en la fe, la esperanza y la
caridad. Roguemos al Señor.
Oremos
también por los pecadores, por los encarcelados, por los enfermos y por los que
están lejos de sus hogares, para que el Señor los proteja, los libere, les
devuelva la salud y los consuele. Roguemos al Señor.
Oremos
también por las almas de todos los difuntos, para que Dios, en su bondad,
quiera admitirlos en el coro de los santos y de los elegidos. Roguemos al
Señor.
Pidamos
también por los que nos disponemos a celebrar la Eucaristía, para que el Señor
perdone sus culpas de los que vamos a participar de sus sacramentos, otorgue
sus premios a los que ejercerán los diversos ministerios y dé la salvación a
todos aquellos por los que ofrecemos nuestro sacrificio. Roguemos al Señor.
Dios nuestro,
que invitas a pobres y pecadores al banquete alegre de la nueva alianza,
escucha nuestras oraciones y haz que sepamos honrar a tu Hijo en los enfermos y
en los humildes, a fin de que, alrededor de tu mesa, nos reconozcamos
mutuamente como hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Que
esta ofrenda sagrada, Señor, nos traiga siempre tu bendición salvadora, para
que dé fruto en nosotros lo que realiza el misterio. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
PREFACIO
El
Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En
verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte
gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio
Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y
de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación
consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo,
Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos
están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna
en el cielo.
Bendito
el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN Sal 30, 20
Qué
grande es tu bondad, Señor, que tienes reservada para tus fieles.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados
con el pan de esta mesa celestial, te suplicamos, Señor, que este alimento de
caridad fortalezca nuestros corazones, para que nos animemos a servirte en
nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El marcador social más significativo que abre o
cierra puertas en nuestra sociedad es indudablemente la condición económica.
Quien dispone de ingresos superiores a la media recibe un trato de privilegio
en instituciones públicas y no se diga en bancos y centros comerciales, donde
la divisa fundamental es "tú vales por lo que tienes". Esa mentalidad
que penetra por todas partes es abiertamente contraria al espíritu del
Evangelio. El genuino mensaje de Jesús es incluyente y fraterno. En la vida del
Señor Jesús esto no fue un discurso políticamente correcto, sino fue su
práctica frecuente y cotidiana: vivió para atender y servir a los últimos y por
eso mismo, los primeros de Israel, representados en el Sanedrín, se aliaron con
los ocupantes romanos y lo quitaron de en medio. Como afirmara algún estudioso,
Jesús fue ejecutado entre otras cosas, por la forma como celebraba sus comidas,
desde la apertura y la inclusión a todas las personas.
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