sábado, 20 de febrero de 2021

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20210221

A veces, la Cuaresma parece un tiempo negativo: se percibe como una oportunidad de destruir el pecado. Aunque esta perspectiva tiene algo de verdad, es parcial. No se puede destruir sin tener una visión de cómo se va a recrear. Por eso, la Cuaresma no debe ser negativa sino positiva. Tenemos que trabajar para re-imaginamos a nosotros mismos y a nuestro mundo. En un mundo atado a las ideologías materialistas e inmanentistas, que se cree auto suficiente y piensa que la ciencia y la técnica tienen la llave de toda la realidad humana y cósmica, necesitamos una re-imaginación radical. ¿Por qué no soñamos un mundo abierto a lo trascendental, que abraza todos los aspectos del ser humano, que incluye a todos, y que se preocupa no con los fuertes y exitosos sino con los sencillos y los humildes?

 

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