DIOS Y EL MAL
Job 7,1-4.6-7; Sal 146; 1 Cor 9,16-19.22-23; Mc 1, 29-39
El sufrimiento, las calamidades no merecidas, y el
sentido de la vida ante la muerte (en pocas palabras, el milenario misterio del
mal), de esto trata el libro de Job. Nacido probablemente en Edom, un reino no
judío en la región de Haurán, en Transjordania, el libro es todo un drama,
alternando entre la fuerza del diálogo y la intensidad del dolor. Notable
contraste es el comportamiento de Jesús. Con calma y confianza, Jesús toma la
mano de la suegra agonizante de Pedro, se mueve entre la gente desesperada y
agolpada en su puerta, expulsa a muchos demonios, se levanta temprano para
hacer oración, y sale para predicar a otras partes. Así nos muestra la
respuesta de Dios al mal: en vez de desvanecer o darse por vencido, lo enfrenta
con tranquilidad y produce, desde sus profundidades dolorosas, frutos
extraordinarios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 94, 6-7
Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador
nuestro, porque él es nuestro Dios.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios
Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor, que guardes con incesante amor a
tu familia santa, que tiene puesto su apoyo sólo en tu gracia, para que halle
siempre en tu protección su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Se me han asignado noches de dolor.
Del libro de Job: 7, 1-4. 6-7
En aquel día, Job tomó la palabra y dijo: "La
vida del hombre en la tierra es como un servicio militar y sus días, como días
de un jornalero. Como el esclavo suspira en vano por la sombra y el jornalero
se queda aguardando su salario, así me han tocado en suerte meses de infortunio
y se me han asignado noches de dolor. Al acostarme, pienso: '¿Cuándo será de
día?'. La noche se alarga y me canso de dar vueltas hasta que amanece.
Mis días corren más aprisa que una lanzadera y se consumen sin esperanza. Recuerda, Señor, que mi vida es un soplo. Mis ojos no volverán a ver la dicha". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 146, 1-2. 3-4. 5-6.
R/. Alabemos al Señor, nuestro Dios.
Alabemos al Señor, nuestro Dios, porque es hermoso
y justo el alabarlo. El Señor ha reconstruido a Jerusalén y a los dispersos de
Israel los ha reunido. R/.
El Señor sana los corazones quebrantados y venda
las heridas, tiende su mano a los humildes y humilla hasta el polvo a los
malvados. R/.
Él puede contar el número de estrellas y llama a
cada una por su nombre. Grande es nuestro Dios, todo lo puede; su sabiduría no
tiene límites. R/.
SEGUNDA LECTURA
¡Ay de mí, si no anuncio el Evangelio!
De la primera carta del apóstol san Pablo a los
corintios: 9, 16-19. 22-23
Hermanos: No tengo por qué presumir de predicar el
Evangelio, puesto que ésa es mi obligación. ¡Ay de mí, si no anuncio el
Evangelio! Si yo lo hiciera por propia iniciativa, merecería recompensa; pero
si no, es que se me ha confiado una misión. Entonces, ¿en qué consiste mi
recompensa? Consiste en predicar el Evangelio gratis, renunciando al derecho
que tengo a vivir de la predicación.
Aunque no estoy sujeto a nadie, me he convertido en esclavo de todos, para ganarlos a todos. Con los débiles me hice débil, para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos, a fin de ganarlos a todos. Todo lo hago por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 8, 17
R/. Aleluya, aleluya.
Cristo hizo suyas nuestras debilidades y cargó con
nuestros dolores. R/.
EVANGELIO
Curó a muchos enfermos de diversos males.
Del santo Evangelio según san Marcos: 1,29-39
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue
con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en
cama, con fiebre, y enseguida le avisaron a Jesús. Él se le acercó, y tomándola
de la mano, la levantó.
En ese momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles.
Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios, pero no dejó que los demonios hablaran, porque sabían quién era él.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón y sus compañeros lo fueron a buscar, y al encontrarlo, le dijeron: "Todos te andan buscando". Él les dijo: "Vamos a los pueblos cercanos para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he venido". Y recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los demonios. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, al Padre del Unigénito, al Hijo
del Dios eterno y al Espíritu, fuente de todo bien: (R/. Escúchanos, Señor.)
Para la Iglesia inmaculada del Dios verdadero,
extendida por todo el mundo, pidamos la plena riqueza del amor de Dios,
roguemos al Señor.
Para los que gobiernan los pueblos y tienen en su
mano el destino de los hombres, pidamos el espíritu de justicia y el deseo de
servir con dedicación a sus súbditos, roguemos al Señor.
Por los débiles que se ven oprimidos y por los
justos que sufren persecución, oremos a Jesús el Salvador.
Para nosotros mismos, pidamos al Señor un temor
filial, un amor ferviente, una vida feliz y una buena muerte, roguemos al
Señor.
Dios nuestro, que nos has manifestado tu amor por medio de tu Hijo, que soportó nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores, escucha las oraciones de tu pueblo y haz que, siguiendo el ejemplo de Cristo, compartamos los sufrimientos de nuestros hermanos y animemos a los que sufren, iluminándolos con la luz de la esperanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios nuestro, que has creado los frutos de la
tierra sobre todo para ayuda de nuestra fragilidad, concédenos que también se
conviertan para nosotros en sacramento de eternidad. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
PREFACIO
Nuestra Humanidad salvada por la humanidad de
Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y
salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
poderoso y eterno. Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no
sólo haber socorrido nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad,
sino también el haber previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y
así con lo que fue la causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la
salvación, por Cristo, Señor nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo
eterno y nosotros nos unimos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 106, 8-9
Demos gracias al Señor por su misericordia, por las
maravillas que hace en favor de su pueblo; porque da de beber al que tiene sed
y les da de comer a los hambrientos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que quisiste hacernos participar de un
mismo pan y un mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera, que, hechos uno en
Cristo, demos frutos con alegría para la salvación del mundo. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Job 7,1-4.6-7; Sal 146; 1 Cor 9,16-19.22-23; Mc 1, 29-39
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
Mis días corren más aprisa que una lanzadera y se consumen sin esperanza. Recuerda, Señor, que mi vida es un soplo. Mis ojos no volverán a ver la dicha". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
R/. Alabemos al Señor, nuestro Dios.
Aunque no estoy sujeto a nadie, me he convertido en esclavo de todos, para ganarlos a todos. Con los débiles me hice débil, para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos, a fin de ganarlos a todos. Todo lo hago por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
R/. Aleluya, aleluya.
En ese momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles.
Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios, pero no dejó que los demonios hablaran, porque sabían quién era él.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón y sus compañeros lo fueron a buscar, y al encontrarlo, le dijeron: "Todos te andan buscando". Él les dijo: "Vamos a los pueblos cercanos para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he venido". Y recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los demonios. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Amén.
Dios nuestro, que nos has manifestado tu amor por medio de tu Hijo, que soportó nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores, escucha las oraciones de tu pueblo y haz que, siguiendo el ejemplo de Cristo, compartamos los sufrimientos de nuestros hermanos y animemos a los que sufren, iluminándolos con la luz de la esperanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
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