La reacción inicial de la gente es de asombro y admiración, pero más tarde, algunos se sienten ofendidos y rechazan a Jesús. Esta narración nos recuerda que el mensaje de Jesús puede ser desafiador y a veces difícil de aceptar, pero también es una invitación a abrazar su amor y misericordia.
Podemos reflexionar sobre cómo estamos llamados a seguir el ejemplo de Jesús en nuestro día a día, llevando esperanza y alivio a quienes nos rodean. También, es un momento para preguntarnos si estamos abiertos a las sorpresas y desafíos que el mensaje de Jesús nos presenta.
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