viernes, 27 de noviembre de 2015

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO Ciclo C Domingo 29 de noviembre 2015



PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO Ciclo C
Domingo 29 de noviembre 2015


SEÑOR NUESTRA JUSTICIA

El capítulo 33 de Jeremías es un oráculo de salvación que afirma la futura restauración de Jerusalén. No tiene caso repetir los mismos errores, habrá que desarraigar las tendencias idolátricas del corazón humano. Será necesario dejar de ser crédulos con los que dicen representar a Dios, mientras se convierten en sujetos llenos de privilegios. Los pastores de Israel se pastoreaban a sí mismos y se desentendían de la gente. La promesa de un nuevo David, que habrá de establecer la justicia y el derecho en la tierra, no ha envejecido. Una justicia y un derecho que en realidad lo sean y no esa degradada caricatura de la violencia destructora, ni de la furia justiciera, que destruye todo lo que toca, porque sus autores se sienten dueños de la verdad. El Señor Jesús nos advierte que sobrevendrán tiempos difíciles. Ya llegaron, necesitamos estar despiertos para no confundir la esclavitud con la liberación.


ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 24, 1-3

A ti, Señor, levanto mi alma; Dios mío, en ti confío, no quede yo defraudado, que no triunfen de mí mis enemigos; pues los que esperan en ti no quedan defraudados.


No se dice Gloria.


ORACIÓN COLECTA

Concede a tus fieles, Dios todopoderoso, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene a nosotros, para que, mediante la práctica de las buenas obras, colocados un día a su derecha, merezcamos poseer el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Yo haré nacer del tronco de David un vástago santo.

Del libro del profeta Jeremías: 33, 14-16

"Se acercan los días, dice el Señor, en que cumpliré la promesa que hice a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos días y en aquella hora, yo haré nacer del tronco de David un vástago santo, que ejercerá la justicia y el derecho en la tierra. Entonces Judá estará a salvo, Jerusalén estará segura y la llamarán 'el Señor es nuestra justicia' ".Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 24 R/. Descúbrenos, Señor, tus caminos.

Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza. R/.

Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos. R/.

Con quien guarda su alianza y sus mandatos, el Señor es leal y bondadoso. El Señor se descubre a quien lo teme y le enseña el sentido de su alianza. R/.


SEGUNDA LECTURA

Que el Señor los fortalezca hasta que Jesús vuelva.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 3, 12-4, 2

Hermanos: Que el Señor los llene y los haga rebosar de un amor mutuo y hacia todos los demás, como el que yo les tengo a ustedes, para que Él conserve sus corazones irreprochables en la santidad ante Dios, nuestro Padre, hasta el día en que venga nuestro Señor Jesús, en compañía de todos sus santos.
Por lo demás, hermanos, les rogamos y los exhortamos en el nombre del Señor Jesús a que vivan como conviene, para agradar a Dios, según aprendieron de nosotros, a fin de que sigan ustedes progresando. Ya conocen, en efecto, las instrucciones que les hemos dado de parte del Señor Jesús. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 84, 8

R/. Aleluya, aleluya.

Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación. R/.


EVANGELIO

Se acerca su liberación.

Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 25-28. 34-36

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra, las naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo de las olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad.
Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación. Estén alerta, para que los vicios, con el libertinaje, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda desprevenidos; porque caerá de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.

PLEGARIA UNIVERSAL

Sac: Mientras esperamos la venida definitiva del Señor, oremos para que su amor, su paz y su luz llenen nuestro mundo.
Después de cada petición diremos:

Ven, Señor Jesús.

Para que llegue el día en que todos los hombres y mujeres del mundo puedan vivir en paz, con esperanza, confiados en el futuro. Oremos.

Para que los gobernantes, los políticos, los que tienen el poder económico o militar, trabajen sinceramente por el bienestar de todos, y especialmente de los que menos tienen. Oremos.

Para que el pueblo de Israel, que recibió desde muy antiguo la llamada del Señor, se esfuerce al servicio de la paz y muestre ante el mundo el rostro amoroso de Dios. Oremos.

Para que todos nosotros, reunidos al empezar este Tiempo de Adviento, convirtamos nuestro corazón para preparar la venida del Señor. Oremos.

Sac: Ven, Señor Jesús, ven y renueva el camino de la humanidad. Tú, nuestro hermano, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
A: Amén.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, estos dones que te ofrecemos, tomados de los mismos bienes que nos has dado, y haz que lo que nos das en el tiempo presente para aumento de nuestra fe, se convierta para nosotros en prenda de tu redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO

Las dos venidas de Cristo

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, nuestro Señor. El cual, al venir por vez primera en la humildad de nuestra carne, realizó el plan de redención trazado desde antiguo y nos abrió el camino de la salvación, para que cuando venga de nuevo, en la majestad de su gloria, revelando así la plenitud de su obra, podamos recibir los bienes prometidos que ahora, en vigilante espera, confiamos alcanzar. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de su gloria:
Santo, Santo, Santo...


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 84, 13

El Señor nos mostrará su misericordia y nuestra tierra producirá su fruto.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te pedimos, Señor, que nos aprovechen los misterios en que hemos participado, mediante los cuales, mientras caminamos en medio de las cosas pasajeras, nos inclinas ya desde ahora a anhelar las realidades celestiales y a poner nuestro corazón en las que han de durar para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.



UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El cansancio y la desmoralización cunden en nuestra sociedad por la inacción y la falta de autoridades eficaces que preserven la vida, los bienes y el bienestar de las personas. La comunidad eclesial, que no es solamente la jerarquía, pero que también la incluye, parecemos estar sumidos en una situación de pasmo y aturdimiento; no atinamos a hacer otra cosa que lanzar más prédicas y discursos bienintencionados. Con planes, con leyes nuevas archivadas en los juzgados, únicamente con planes y cartas pastorales no se renovará la vida cristiana de nuestras comunidades. Es imprescindible y urgente llevar a cabo una autocrítica más profunda; necesitamos liderazgos apostólicos más creíbles, voces proféticas más valientes, que como Juan Bautista nos urjan a una profunda conversión. En esta crisis de esperanza, el profeta Jeremías nos anima a confiar en Dios, Señor de la justicia. Confiando en Dios, podremos realizar los gestos proféticos y las acciones congruentes que reaviven nuestra esperanza.

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