DOMINGO
III DE CUARESMA Ciclo C
Domingo
28 de febrero 2016
LA
HIGUERA ESTÉRIL
El
relato de vocación de Moisés encaja en cierto modo con la narración sobre la
higuera estéril. El nexo lo podemos ubicar en el asunto de la escasez de
frutos. La interpretación se sustenta en el hecho que la higuera de que habla
el Evangelio es un símbolo de una comunidad humana. La higuera estéril es la
asamblea de Israel que no ha entregado oportunamente los frutos de justica, paz
y compasión que cabría esperar. En ese sentido podemos aplicar la imagen a la
sociedad egipcia y afirmar que tampoco esa produjo los frutos de justicia y
hospitalidad que ameritaban los emigrantes hebreos que ahí trabajaban. Esas
instituciones estaban resultando disfuncionales, ni la comunidad creyente de
Israel producía los frutos esperados en tiempo de Jesús, ni la sociedad egipcia
había aprendido a tratar con dignidad a unos forasteros urgidos de encontrar
oportunidades para vivir en paz. Jesús y Moisés son las respectivas respuestas
de Dios a dicha esterilidad.
ANTÍFONA
DE ENTRADA Cfr. Sal 24, 15-16
Mis
ojos están siempre fijos en el Señor, pues él libra mis pies de toda trampa.
Mírame, Señor, y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido.
No
se dice Gloria.
ORACIÓN
COLECTA
Señor
Dios, fuente de misericordia y de toda bondad, que enseñaste que el remedio
contra el pecado está en el ayuno, la oración y la limosna, mira con agrado
nuestra humilde confesión, para que a quienes agobia la propia conciencia nos
reconforte siempre tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA
DE LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA
"Yo-soy"
me envía a ustedes.
Del
libro del Éxodo: 3, 1-8. 13-15
En
aquellos días, Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro, Jetró, sacerdote de
Madián. En cierta ocasión llevó el rebaño más allá del desierto, hasta el
Horeb, el monte de Dios, y el Señor se le apareció en una llama que salía de un
zarzal. Moisés observó con gran asombro que la zarza ardía sin consumirse y se
dijo: "Voy a ver de cerca esa cosa tan extraña, por qué la zarza no se
quema".
Viendo
el Señor que Moisés se había desviado para mirar, lo llamó desde la zarza:
"¡Moisés, Moisés!" Él respondió: "Aquí estoy". Le dijo
Dios: "¡No te acerques! Quítate las sandalias, porque el lugar que pisas
es tierra sagrada". Y añadió: "Yo soy el Dios de tus padres, el Dios
de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob".
Entonces
Moisés se tapó la cara, porque tuvo miedo de mirar a Dios. Pero el Señor le
dijo: "He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas
contra los opresores y conozco bien sus sufrimientos. He descendido para librar
a mi pueblo de la opresión de los egipcios, para sacarlo de aquellas tierras y
llevarlo a una tierra buena y espaciosa, una tierra que mana leche y
miel".
Moisés
le dijo a Dios: "Está bien. Me presentaré a los hijos de Israel y les
diré: 'El Dios de sus padres me envía a ustedes'; pero cuando me pregunten cuál
es su nombre, ¿qué les voy a responder?"
Dios
le contestó a Moisés: "Mi nombre es Yo-soy"; y añadió: "Esto les
dirás a los israelitas: 'Yo-soy me envía a ustedes'. También les dirás: 'El
Señor, el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de
Jacob, me envía a ustedes'. Éste es mi nombre para siempre. Con este nombre me
han de recordar de generación en generación".
Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO
RESPONSORIAL
Del
salmo 102, 1-2. 3-4. 6-7. 8 y 11
R/.
El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice
al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señor,
alma mía, y no te olvides de sus beneficios. R/.
El
Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; él rescata tu vida del
sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
El
Señor hace justicia y le da la razón al oprimido. A Moisés le mostró su bondad,
y sus prodigios al pueblo de Israel. R/.
El
Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para
perdonar. Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su
misericordia. R/.
SEGUNDA
LECTURA
La
vida del pueblo escogido, con Moisés, en el desierto, es una advertencia para
nosotros.
De
la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 10, 1-6. 10-12
Hermanos:
No quiero que olviden que en el desierto nuestros padres estuvieron todos bajo
la nube, todos cruzaron el Mar Rojo y todos se sometieron a Moisés, por una
especie de bautismo en la nube y en el mar. Todos comieron el mismo alimento
milagroso y todos bebieron de la misma bebida espiritual, porque bebían de una
roca espiritual que los acompañaba, y la roca era Cristo. Sin embargo, la
mayoría de ellos desagradaron a Dios y murieron en el desierto.
Todo
esto sucedió como advertencia para nosotros, a fin de que no codiciemos cosas
malas como ellos lo hicieron. No murmuren ustedes como algunos de ellos
murmuraron y perecieron a manos del ángel exterminador. Todas estas cosas les
sucedieron a nuestros antepasados como un ejemplo para nosotros y fueron
puestas en las Escrituras como advertencia para los que vivimos en los últimos
tiempos. Así pues, el que crea estar firme, tenga cuidado de no caer.
Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 17
R/.
Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Conviértanse,
dice el Señor, porque ya está cerca el Reino de los cielos. R/.
EVANGELIO
Si
no se convierten, perecerán de manera semejante.
Del
santo Evangelio según san Lucas: 13,1-9
En
aquel tiempo, algunos hombres fueron a ver a Jesús y le contaron que Pilato
había mandado matar a unos galileos, mientras estaban ofreciendo sus
sacrificios. Jesús les hizo este comentario: "¿Piensan ustedes que
aquellos galileos, porque les sucedió esto, eran más pecadores que todos los
demás galileos? Ciertamente que no; y si ustedes no se convierten, perecerán de
manera semejante. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de
Siloé, ¿piensan acaso que eran más culpables que todos los demás habitantes de
Jerusalén? Ciertamente que no; y si ustedes no se convierten, perecerán de
manera semejante".
Entonces
les dijo esta parábola: "Un hombre tenía una higuera plantada en su
viñedo; fue a buscar higos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: 'Mira,
durante tres años seguidos he venido a buscar higos en esta higuera y no los he
encontrado. Córtala. ¿Para qué ocupa la tierra inútilmente?' El viñador le
contestó: 'Señor, déjala todavía este año; voy a aflojar la tierra alrededor y
a echarle abono, para ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortaré'
".
Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN
DE FE
Creo
en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo
lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de
Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del
Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra
salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la
Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de
Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo
en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Instruidos
por el ejemplo de Jesús, el Señor, que en el desierto se entregaba a la
oración, oremos también nosotros con insistencia a nuestro Dios: (R/.
Escúchanos, Señor.)
Para
que todos los fieles, por medio de las penitencias y prácticas cuaresmales,
sean purificados de sus culpas y vean fortalecida su vida cristiana, roguemos
al Señor.
Para
que todos los pueblos alcancen la paz, la tranquilidad y el bienestar necesario
y puedan así buscar más fácilmente los bienes del cielo, roguemos al Señor.
Para
que el Señor conceda su fuerza a los que se ven tentados o se sienten turbados,
infunda el deseo de la conversión a los pecadores y otorgue el consuelo del
cielo a los que están tristes o abatidos, roguemos al Señor.
Para
que infunda en todos nosotros el deseo de una verdadera conversión, a fin de
que nos preparemos a celebrar debidamente el sacramento pascual de la
penitencia, roguemos al Señor.
Padre
santo y misericordioso, que nunca abandonas a tus hijo, sino que les revelas la
gloria de tu nombre, escucha nuestras oraciones y haz que sepamos acoger tus
enseñanzas con la sencillez de un niño y demos frutos de verdadera y continua
conversión. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Por
estas ofrendas, Señor, concédenos benigno el perdón de nuestras ofensas, y
ayúdanos a perdonar a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN Sal 83, 4-5
El
gorrión ha encontrado una casa, y la golondrina un nido donde poner sus polluelos:
junto a tus altares, Señor de los ejércitos, Rey mío y Dios mío. Dichosos los
que viven en tu casa y pueden alabarte siempre.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados
en la tierra con el pan del cielo, prenda de eterna salvación, te suplicamos,
Señor, que lleves a su plenitud en nuestra vida la gracia recibida en este
sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN
SOBRE EL PUEBLO
Dirige,
Señor, los corazones de tus fieles y da en tu bondad a tus siervos una gracia
tan grande que, cumpliendo en plenitud tus mandamientos, nos haga permanecer en
tu amor y en el de nuestro prójimo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Continuando con la imagen de las sociedades
estériles podemos lanzar una mirada a nuestra sociedad y advertir una serie de
disfuncionalidades y conflictos. A riesgo de que toda generalización pueda
resultar riesgosa e inexacta podemos sin embargo intentar una comparación. La
familia se encarga de crear relaciones armoniosas para que en su núcleo se
formen las personas; la sociedad y el Estado están encaminados a estimular la
presencia de ciudadanos responsables y participativos; la escuela entendida
como un proyecto unitario que abarca de preescolar a los estudios
universitarios, se aboca a formar profesionistas competentes que sirvan a la
sociedad; finalmente, la Iglesia está orientada a la generación de creyentes
que vivan su fe de manera congruente. Cuando una o varias de estas
instituciones no cumplen su cometido, se convierten en higuera estéril y dejan
a la persona y a la sociedad sin los frutos que podrían humanizarla.
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