Las
sociedades estériles
La
familia se encarga de crear relaciones armoniosas para que en su núcleo se
formen las personas; la sociedad y el Estado están encaminados a estimular la
presencia de ciudadanos responsables y participativos; la escuela entendida
como un proyecto unitario que abarca de preescolar a los estudios
universitarios, se aboca a formar profesionistas competentes que sirvan a la
sociedad; finalmente, la Iglesia está orientada a la generación de creyentes
que vivan su fe de manera congruente. Cuando una o varias de estas
instituciones no cumplen su cometido, se convierten en higuera estéril y dejan
a la persona y a la sociedad sin los frutos que podrían humanizarla.
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