DOMINGO I DE CUARESMA Ciclo C
Domingo 14 de febrero 2016
EL SEÑOR NOS SACÓ CON MANO FUERTE
La salvación no es una idea esotérica sobre sucesos que
tendrían lugar al término de la vida terrena. La salvación no dará comienzo
allá en la esfera celestial, sino que comienza desde el ámbito histórico en
este mundo, cuando se experimenta la acción liberadora de Dios, que libra a sus
fieles de las situaciones inhumanas en que los mantienen sus opresores. El
credo histórico de Israel así lo registra en el libro del Deuteronomio. El
Señor Jesús no venía a realizar acciones espectaculares para acreditar su autoridad,
ese proceder terminaría por desacreditarlo, por anteponer el reconocimiento
social al bien de las personas. Jesucristo se negó a realizar la terna de
signos que el diablo le proponía, porque sabía además que los signos de poder
solamente tenían justificación cuando iban encaminados a mejorar la vida de la
gente sencilla, afligida por un sinfín de carencias y enfermedades.
En este domingo se celebra el rito de "elección" o
"inscripción del nombre" para los catecúmenos que van a ser admitidos
a los sacramentos de la Iniciación Cristiana en la Vigilia Pascual. Se emplean
las oraciones y las intercesiones propias que aparecen en las pp. 935-936
(975-976).
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 90, 15-16
Me invocará y yo lo escucharé; lo libraré y lo glorificaré;
prolongaré los días de su vida.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que por las prácticas anuales
de esta celebración cuaresmal, progresemos en el conocimiento del misterio de
Cristo, y traduzcamos su efecto en una conducta irreprochable. Por nuestro
Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Profesión de fe del pueblo escogido.
Del libro del Deuteronomio: 26, 4-10
En aquel tiempo, dijo Moisés al pueblo: "Cuando
presentes las primicias de tus cosechas, el sacerdote tomará el cesto de tus
manos y lo pondrá ante el altar del Señor, tu Dios. Entonces tú dirás estas
palabras ante el Señor, tu Dios:
`Mi padre fue un arameo errante, que bajó a Egipto y se
estableció allí con muy pocas personas; pero luego creció hasta convertirse en
una gran nación, potente y numerosa.
Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos
impusieron una dura esclavitud.
Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el
Señor escuchó nuestra voz, miró nuestra humillación, nuestros trabajos y
nuestra angustia. El Señor nos sacó de Egipto con mano poderosa y brazo
protector, con un terror muy grande, entre señales y portentos; nos trajo a
este país y nos dio esta tierra, que mana leche y miel. Por eso ahora yo traigo
aquí las primicias de la tierra que tú, Señor, me has dado'. Una vez que hayas
dejado tus primicias ante el Señor, te postrarás ante él para adorarlo".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 90, 1-2. 10-11. 12-13. 14-15
R/. Tú eres mi Dios y en ti confío.
Tú, que vives al amparo del Altísimo y descansas a la sombra
del Todopoderoso, dile al Señor: "Tú eres mi refugio y fortaleza; tú eres
mi Dios y en ti confío". R/.
No te sucederá desgracia alguna, ninguna calamidad caerá
sobre tu casa, pues el Señor ha dado a sus ángeles la orden de protegerte a
donde quiera que vayas. R/.
Los ángeles de Dios te llevarán en brazos, para que no te
tropieces con las piedras, podrás pisar los escorpiones y las víboras y dominar
las fieras. R/.
"Puesto que tú me conoces y me amas, dice el Señor, yo
te libraré y te pondré a salvo. Cuando tú me invoques, yo te escucharé, y en
tus angustias estaré contigo, te libraré de ellas y te colmaré de
honores". R/.
SEGUNDA LECTURA
Profesión de fe del que cree en Jesucristo.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 10, 8-13
Hermanos: La Escritura afirma: Muy a tu alcance, en tu boca
y en tu corazón, se encuentra la salvación, esto es, el asunto de la fe que
predicamos. Porque basta que cada uno declare con su boca que Jesús es el Señor
y que crea en su corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, para que
pueda salvarse.
En efecto, hay que creer con el corazón para alcanzar la
santidad y declarar con la boca para alcanzar la salvación. Por eso dice la
Escritura: Ninguno que crea en él quedará defraudado, porque no existe
diferencia entre judío y no judío, ya que uno mismo es el Señor de todos,
espléndido con todos los que lo invocan, pues todo el que invoque al Señor como
a su Dios, será salvado por él.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 4
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra
que sale de la boca de Dios. R/.
EVANGELIO
El Espíritu llevó a Jesús al desierto; ahí lo tentó el
demonio.
Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 1-13
En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó
del Jordán y conducido por el mismo Espíritu, se internó en el desierto, donde
permaneció durante cuarenta días y fue tentado por el demonio. No comió nada en
aquellos días, y cuando se completaron, sintió hambre. Entonces el diablo le
dijo: "Si eres el Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en
pan". Jesús le contestó: "Está escrito: No sólo de pan vive el
hombre".
Después lo llevó el diablo a un monte elevado y en un
instante le hizo ver todos los reinos de la tierra y le dijo: "A mí me ha
sido entregado todo el poder y la gloria de estos reinos, y yo los doy a quien
quiero. Todo esto será tuyo, si te arrodillas y me adoras". Jesús le
respondió: "Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él sólo
servirás".
Entonces lo llevó a Jerusalén, lo puso en la parte más alta
del templo y le dijo: "Si eres el Hijo de Dios, arrójate desde aquí,
porque está escrito: Los ángeles del Señor tienen órdenes de cuidarte y de
sostenerte en sus manos, para que tus pies no tropiecen con las piedras".
Pero Jesús le respondió: "También está escrito: No tentarás al Señor, tu
Dios". Concluidas las tentaciones, el diablo se retiró de él, hasta que
llegara la hora.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
Creo
en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en
Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia
del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de
Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al
tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a
la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos
y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de
los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida
eterna.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Intercedamos, amados hermanos, ante la divina clemencia,
implorando la misericordia divina en favor de todos los hombres y suplicando el
perdón para cuantos hemos pecado: (R/. Escúchanos, Señor)
Para que, en este tiempo de Cuaresma, Dios conceda a todos
los fieles la fuerza necesaria para luchar contra el mal, convertirse de su
mala conducta y retornar al camino del bien, roguemos al Señor. (R/.
Escúchanos, Señor)
Para que quienes abundan en bienes de la tierra sepan
moderar el uso de sus propias riquezas en provecho de los necesitados y no
vivan absortos en los bienes de este mundo, roguemos al Señor (R/. Escúchanos,
Señor).
Para que quienes se han alejado de la Iglesia causa de
nuestros escándalos o de nuestra tibieza se reincorporen a la familia de Dios,
y a nosotros el Señor nos perdone el pecado de escándalo, roguemos al Señor. (R/.
Escúchanos, Señor)
Para que nuestros corazones lleguen a ser, por medio de la
penitencia cuaresmal, aquella tierra fecunda en la que la Palabra de Dios
produce fruto del ciento por uno, roguemos al Señor. (R/. Escúchanos, Señor)
Escucha, Señor, la voz de tu Iglesia que, desde el desierto
del mundo, te invoca, extiende sobre nosotros tu mano misericordiosa y haz que,
por medio de la penitencia, la austeridad y la acción, venzamos las tentaciones
del Maligno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que nos hagas dignos de estos dones que
vamos a ofrecerte, ya que con ellos celebramos el inicio de este venerable
misterio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Las tentaciones del Señor.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno, por Cristo, Señor nuestro. Porque El mismo, al abstenerse durante
cuarenta días de tomar alimento, consagró la práctica de nuestra penitencia
cuaresmal y, al rechazar las tentaciones del enemigo, nos enseñó a superar la
seducción del pecado, para que, después de celebrar con espíritu renovado el
misterio pascual, pasemos finalmente a la Pascua eterna. Por eso, con los coros
de los ángeles y santos, te cantamos el himno de alabanza, diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 4, 4
No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que
viene de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados, Señor, de este pan celestial que nutre la fe,
hace crecer la esperanza y fortalece la caridad, te suplicamos la gracia de
aprender a sentir hambre de aquel que es el pan vivo y verdadero, y a vivir de
toda palabra que procede de su boca. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Derrama sobre tu pueblo, Señor, la abundancia de tu
bendición para que su esperanza crezca en la adversidad, su virtud se
fortalezca en la tentación, y alcance la redención eterna. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Quien repite los
estereotipos consabidos de que la religión aliena a los creyentes o que los
creyentes se comportan "como borregos", además de que está haciendo
una generalización indebida, resulta harto anacrónica. Basta con revisar el
listado de los centros de atención a los migrantes, o los centros de atención a
los niños y ancianos desvalidos, o más aún, las instituciones defensoras de los
derechos humanos existentes en México, para darse cuenta de la significativa
cantidad de centros nacidos desde la inspiración cristiana. Ese solo dato
desmiente el prejuicio arriba citado y nos recuerda –a los cristianos puramente
nominales— que la vocación cristiana se autentifica en el discipulado, la
evangelización y la práctica desinteresada de la caridad cristiana. Las
numerosas situaciones de necesidad presentes en nuestras comunidades son una
oportunidad que nos permitirá vivir agradecidos con Dios y con los hermanos,
por haber sido salvados de la muerte y el egoísmo.
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