Adviento
Inicia nuevo año litúrgico
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL
UNIVERSO. Solemnidad instituida por el papa Pío XI (1922-1939), a través de la
Encíclica Quas Primas, en 1925. Después del Concilio Vaticano II (1962-1965),
quedó instituida en el último domingo del Tiempo Ordinario, con el propósito de
señalar el término del Año Litúrgico y, a partir de 1970, con el propósito de
destacar el carácter escatológico (del griego, estudio de los sucesos al final
de los tiempos) se le otorgó la actual denominación: "Nuestro Señor
Jesucristo, Rey del Universo".
Adviento (del latín adventus, venida,
llegada) es el tiempo de preparación de la Navidad. Junto con la Navidad y la
Epifanía forman una unidad que celebra la manifestación del Señor en nuestra
historia. Es el Tiempo con que se inaugura cada nuevo año litúrgico. Cuando
todos están hablando de las últimas semanas del año, nosotros, hablamos de las
primeras.
Con el Adviento iniciamos un nuevo
ciclo litúrgico. Los orígenes históricos del Tiempo de Adviento no son muy
claros. Se sabe que se fue formando entre los siglos IV y VI. Este Tiempo
litúrgico "comienza con las primeras Vísperas del domingo que coincide con
el 30 de noviembre o que es el más próximo a este día y finaliza antes de las
primeras Vísperas de Navidad" (Normas universales sobre el Calendario [1969],
n. 40). Sus personajes son el profeta Isaías, el precursor
Juan Bautista y la Madre, María
de Nazaret.
La liturgia del Adviento tiene un
claro carácter escatológico en su primera parte, hasta el 16 de diciembre,
mirando hacia la última venida del Señor al final de los tiempos. A partir del
día 17, la atención se dirige más concretamente a preparar la fiesta: nos
centramos en la gran noticia de que nuestro Dios ha querido ser
Dios-con-nosotros.
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