DOMINGO II DE ADVIENTO Ciclo A
Domingo 4 de
diciembre 2016
DEL SÍMBOLO A LA REALIDAD
El mensaje profético del capítulo
undécimo de Isaías describe por medio de imágenes del mundo animal y del mundo
sapiencial, la llegada del tiempo decisivo de la salvación. Todo eso será
realidad porque Israel rebosará del conocimiento del Señor. Desde dentro del
corazón de las personas brotará la voluntad de tratar con justicia a los
débiles. El oráculo de salvación combina la llegada de un gobernante ideal que
reinará conforme a la justicia. Los efectos de esa renovación social se harán
patentes en el inicio de unas relaciones exentas de violencia, entre las
personas que disponen de la fuerza y el poder económico (lobo, oso, león,
pantera) y los individuos carentes de poder (cordero, vaca, novillo, cabrito).
Ese retorno de la paz paradisíaca no se verificará de forma milagrosa, por eso
Juan Bautista exigía a quienes se bautizaban que, enmendaran su forma de vivir.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 30,
19. 30
Pueblo de Sión, mira que el Señor
va a venir para salvar a todas las naciones y dejará oír la majestad de su voz
para alegría de tu corazón.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y
misericordioso, haz que ninguna ocupación terrena sirva de obstáculo a quienes
van presurosos al encuentro de tu Hijo, antes bien, que el aprendizaje de la
sabiduría celestial, nos lleve a gozar de su presencia. El, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Les hará justicia a los pobres.
Del libro del profeta Isaías: 11,
1-10
En aquel día, brotará un renuevo
del tronco de Jesé, un vástago florecerá de su raíz. Sobre él se posará el
espíritu del Señor, espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y
fortaleza, espíritu de piedad y temor de Dios.
No juzgará por apariencias, ni
sentenciará de oídas; defenderá con justicia al desamparado y con equidad dará
sentencia al pobre; herirá al violento con el látigo de su boca, con el soplo
de sus labios matará al impío. Será la justicia su ceñidor, la fidelidad
apretará su cintura.
Habitará el lobo con el cordero,
la pantera se echará con el cabrito, el novillo y el león pacerán juntos y un
muchachito los apacentará. La vaca pastará con la osa y sus crías vivirán
juntas. El león comerá paja con el buey.
El niño jugará sobre el agujero
de la víbora; la criatura meterá la mano en el escondrijo de la serpiente. No
harán daño ni estrago por todo mi monte santo, porque así como las aguas colman
el mar, así está lleno el país de la ciencia del Señor.
Aquel día la raíz de Jesé se
alzará como bandera de los pueblos, la buscarán todas las naciones y será
gloriosa su morada.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 71, 1-2. 7-8. 12-13.17
R/. Ven, Señor, rey de justicia y
de paz.
Comunica, Señor, al rey tu
juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes; así tu siervo saldrá en defensa
de tus pobres y regirá a tu pueblo justamente. R/.
Florecerá en sus días la justicia
y reinará la paz, era tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un
extremo al otro de la tierra. R/.
Al débil librará del poderoso y
ayudará al que se encuentra sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará
la vida al desdichado. R/.
Que bendigan al Señor
eternamente, y tanto como el sol, viva su nombre. Que él sea la bendición del
mundo entero y lo aclamen dichoso las naciones. R/.
SEGUNDA LECTURA
Cristo salvó a todos los hombres.
De la carta del apóstol san Pablo
a los romanos: 15, 4-9
Hermanos: Todo lo que en el
pasado ha sido escrito en los libros santos, se escribió para instrucción
nuestra, a fin de que, por la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras,
mantengamos la esperanza.
Que Dios, fuente de toda
paciencia y consuelo, les conceda a ustedes vivir en perfecta armonía unos con
otros, conforme al espíritu de Cristo Jesús, para que, con un solo corazón y
una sola voz alaben a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Por lo tanto, acójanse los unos a
los otros como Cristo los acogió a ustedes, para gloria de Dios. Quiero decir
con esto, que Cristo se puso al servicio del pueblo judío, para demostrar la
fidelidad de Dios, cumpliendo las promesas hechas a los patriarcas y que por su
misericordia los paganos alaban a Dios, según aquello que dice la Escritura:
Por eso te alabaré y cantaré himnos a tu nombre. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc
3, 4. 6
R/. Aleluya, aleluya.
Preparen el camino del Señor, hagan
rectos sus senderos, y todos los hombres verán al Salvador. R/.
EVANGELIO
Conviértanse, porque ya está
cerca el Reino de los cielos.
Del santo Evangelio según san
Mateo: 3, 1-12
En aquel tiempo, comenzó Juan el
Bautista a predicar en el desierto de Judea, diciendo: "Conviértanse,
porque ya está cerca el Reino de los cielos". Juan es aquel de quien el
profeta Isaías hablaba, cuando dijo: Una voz clama en el desierto: Preparen el
camino del Señor, enderecen sus senderos.
Juan usaba una túnica de pelo de
camello, ceñida con un cinturón de cuero, y se alimentaba de saltamontes y de
miel silvestre. Acudían a oírlo los habitantes de Jerusalén, de toda Judea y de
toda la región cercana al Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en
el río.
Al ver que muchos fariseos y
saduceos iban a que los bautizara, les dijo: "Raza de víboras, ¿quién les
ha dicho que podrán escapar al castigo que les aguarda? Hagan ver con obras su
conversión y no se hagan ilusiones pensando que tienen por padre a Abraham,
porque yo les aseguro que hasta de estas piedras puede Dios sacar hijos de
Abraham. Ya el hacha está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no
dé fruto, será cortado y arrojado al fuego.
Yo los bautizo con agua, en señal
de que ustedes se han convertido; pero el que viene después de mí, es más
fuerte que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. El los
bautizará en el Espíritu Santo y su fuego. Él tiene el bieldo en su mano para
separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en su granero y quemará la paja
en un fuego que no se extingue".
Palabra del Señor. Gloria a ti,
Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre
Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo
invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del
Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de
Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por
quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación
bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y
se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio
Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo
en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Salgamos al encuentro del Señor,
que se acerca a nosotros con designios de paz, y presentémosle confiados
nuestra plegaria. Digamos confiadamente: Ven Señor Jesús. (R/. Ven Señor
Jesús.)
Para que la Iglesia viva alegre,
sin inquietarse por nada, y, llena de esperanza, crea que el Señor está cerca
de ella, roguemos al Señor.
Para que nuestro tiempo, con la
ayuda de Dios, goce de seguridad, de alegría y de paz, roguemos al Señor.
Para que el Señor, con su venida,
conforte los corazones abatidos y fortalezca las rodillas que se doblan,
roguemos al Señor.
Para que nuestra fe crea
firmemente en los dones que Dios nos promete y, ayudados por la gracia divina,
nos dispongamos a recibir los auxilios que él nos envía, roguemos al Señor.
Escucha, Dios todopoderoso y
eterno, nuestras oraciones y suscita en nosotros el deseo de una verdadera
conversión, para que, renovados por el Espíritu Santo, hagamos presente en toda
relación humana aquella justicia y aquella paz que la Encarnación de tu Hijo
hizo florecer en nuestra tierra. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean agradables, Señor,
nuestras humildes súplicas y ofrendas, y puesto que no tenemos merecimientos en
qué apoyarnos, socórranos el poderoso auxilio de tu benevolencia. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Prefacio de Adviento I
Las dos venidas de Cristo
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, nuestro Señor. El cual, al
venir por vez primera en la humildad de nuestra carne, realizó el plan de
redención trazado desde antiguo y nos abrió el camino de la salvación, para que
cuando venga de nuevo, en la majestad de su gloria, revelando así la plenitud
de su obra, podamos recibir los bienes prometidos que ahora, en vigilante
espera, confiamos alcanzar. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con
todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de su gloria:
Santo, Santo, Santo...
.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Bar 5, 5;
4, 36
Levántate, Jerusalén, sube a lo
alto, para que contemples la alegría que te viene de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados por el alimento que
nutre nuestro espíritu, te rogamos, Señor, que, por nuestra participación en
estos misterios, nos enseñes a valorar sabiamente las cosas de la tierra y a
poner nuestro corazón en las del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede utilizarse la fórmula de
bendición solemne, MR, p. 591 (598).
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO
TIEMPO.- Los cristianos maduros en la fe no necesitan recibir demasiados
sermones ni ser vigilados por cámaras para conducirse en sintonía con el
Evangelio. Si se han dejado mover por el Espíritu de Jesús, disponen de la
sabiduría y la sensatez necesarias para tratar con justicia y benevolencia a
sus hermanos, en particular a los más débiles. Han comprendido que Dios cuida y
protege con especial esmero a los pequeños y por eso mismo, se adecúan a sus
preferencias. La construcción de unas relaciones exentas de violencia tendrá
que ser uno de los rasgos distintivos de las genuinas comunidades cristianas.
Demasiado rápido nos acostumbramos a la "normalidad" de las
ejecuciones, los secuestros y tantas otras prácticas criminales. La violencia
afrenta al Creador, porque atenta contra la dignidad de las creaturas. El
mensaje de Isaías y Juan Bautista siguen teniendo vigencia en una sociedad
seducida por el señuelo del dinero conseguido a manos llenas, a través de los
negocios vinculados al crimen organizado.
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