sábado, 26 de marzo de 2022

DOMINGO IV DE CUARESMA Ciclo C Domingo 27 de marzo 2022

 



 

LA GRATUIDAD
Jos 5, 9. 10-12; Sal 33; Cor 5, 17-21; Lc 15,1-3.11-32
 
La llamada "parábola del hijo pródigo" tiene tanta riqueza humana y espiritual que ha suscitado un sinnúmero de interpretaciones. Para algunos, es un ataque contra la actitud legalista que se aferra a las leyes y reglas con la falta de compasión ilustrada por el hermano mayor (v. 29). Para otros, es una lección moral contra las atracciones del mundo que supuestamente hacen que el hijo pródigo deje a su familia y viva "de manera desordenada" (v. 13). Incluso hay quienes acusan al hijo pródigo de ser hipócrita, ya que vuelve a su padre no con signos de penitencia, sino con un discurso ensayado y calculado. Sea cual sea la interpretación que uno quiere hacer de esta parábola, es cierto que el personaje que siempre atrae más atención es el padre, quien exhibe una actitud de amor totalmente gratuito.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 66,10-11
 
Alégrate, Jerusalén, y que se reúnan cuantos te aman. Compartan su alegría los que estaban tristes, vengan a saciarse con su felicidad.
 
 
No se dice Gloria.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor Dios, que por tu Palabra realizas admirablemente la reconciliación del género humano, concede al pueblo cristiano prepararse con generosa entrega y fe viva a celebrar las próximas fiestas de la Pascua. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
El pueblo de Dios celebró la Pascua al entrar en la tierra prometida.
 
Del libro de Josué: 5, 9.10-12
 
En aquellos días, el Señor dijo a Josué: "Hoy he quitado de encima de ustedes el oprobio de Egipto".
Los israelitas acamparon en Guilgal, donde celebraron la Pascua, al atardecer del día catorce del mes, en la llanura desértica de Jericó. El día siguiente a la Pascua, comieron del fruto de la tierra, panes ázimos y granos de trigo tostados. A partir de aquel día, cesó el maná. Los israelitas ya no volvieron a tener maná, y desde aquel año comieron de los frutos que producía la tierra de Canaán. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 33,3-4.18-19. 20-21ab.
 
R/. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
 
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al escucharlo. R/.
 
Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder. Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores. R/.
 
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Dios nos reconcilió consigo por medio de Cristo.
 
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 5,17-21
 
Hermanos: El que vive según Cristo es una creatura nueva; para él todo lo viejo ha pasado. Ya todo es nuevo.
Todo esto proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por medio de Cristo y que nos confirió el ministerio de la reconciliación. Porque, efectivamente, en Cristo, Dios reconcilió al mundo consigo y renunció a tomar en cuenta los pecados de los hombres, y a nosotros nos confió el mensaje de la reconciliación. Por eso, nosotros somos embajadores de Cristo, y por nuestro medio, es como si Dios mismo los exhortara a ustedes. En nombre de Cristo les pedimos que se dejen reconciliar con Dios.
Al que nunca cometió pecado, Dios lo hizo "pecado" por nosotros, para que, unidos a él, recibamos la salvación de Dios y nos volvamos justos y santos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 15, 18
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
 
Me levantaré, volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Del santo Evangelio según 15, 1-3. 11-32
 
En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo. Por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: "Éste recibe a los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola: "Un hombre tenía dos hijos, y el menor de ellos le dijo a su padre: 'Padre' dame la parte de la herencia que me toca'. Y él les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se fue a un país lejano y allá derrochó su fortuna, viviendo de una manera disoluta. Después de malgastarlo todo, sobrevino en aquella región una gran hambre y él empezó a pasar necesidad. Entonces fue a pedirle trabajo a un habitante de aquel país, el cual mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de hartarse con las bellotas que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera.
Se puso entonces a reflexionar y se dijo: '¡Cuántos trabajadores en casa de mi padre tienen pan de sobra, y yo, aquí, me estoy muriendo de hambre! Me levantaré, volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo. Recíbeme como a uno de tus trabajadores'.
Enseguida se puso en camino hacia la casa de su padre. Estaba todavía lejos, cuando su padre lo vio y se enterneció profundamente. Corrió hacia él, y echándole los brazos al cuello. lo cubrió de besos. El muchacho le dijo: 'Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo'.
Pero el padre les dijo a sus criados: '¡Pronto!, traigan la túnica más rica y vístansela; pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies; traigan el becerro gordo y mátenlo. Comamos y hagamos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado'. Y empezó el banquete.
El hijo mayor estaba en el campo y al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y los cantos. Entonces llamó a uno de los criados y le preguntó qué pasaba. Éste le contestó: 'Tu hermano ha regresado y tu padre mandó matar el becerro gordo, por haberlo recobrado sano y salvo'. El hermano mayor se enojó y no quería entrar.
Salió entonces el padre y le rogó que entrara; pero él replicó: '¡Hace tanto tiempo que te sirvo, sin desobedecer jamás una orden tuya, y tú no me has dado nunca ni un cabrito para comérmelo con mis amigos! Pero eso sí, viene ese hijo tuyo, que despilfarró tus bienes con malas mujeres, y tú mandas matar el becerro gordo'.
El padre repuso: 'Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado' ". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO de los Apóstoles
 
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Oremos, hermanos, al Señor, que no desea la muerte del pecador, sino que se convierta y viva, y pidámosle que tenga misericordia de su pueblo penitente: (R/. Escúchanos, Señor.)
 
Para que Dios aumente la fe y fortalezca la voluntad de los que se preparan a recibir en estos días cuaresmales el sacramento de la penitencia y les conceda un verdadero arrepentimiento de sus culpas, roguemos al Señor.
 
Para que el Señor abra la inteligencia y el corazón de los incrédulos, de manera que lleguen al conocimiento de la verdad, y en la fe encuentren aquel descanso que tanto desea su corazón, roguemos al Señor.
 
Para que Dios conceda su ayuda a los enfermos, a los pobres, a los que se sienten tentados y a todos aquellos que con su sufrimiento participan de la cruz de Cristo, roguemos al Señor.
 
Para que todos nosotros perseveremos en el esfuerzo cuaresmal y lleguemos, purificados e iluminados, a las fiestas de Pascua que se acercan, roguemos al Señor.
 
Dios rico en misericordia, que acoges con el abrazo del perdón a tus hijos que, arrepentido, retornan a ti, escucha nuestras oraciones, perdona nuestras culpas y revístenos con vestiduras de fiesta, para que podamos participar en el banquete pascual. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Te presentamos, Señor, llenos de alegría, estas ofrendas para el sacrificio y pedimos tu ayuda para celebrarlo con fe sincera y ofrecerlo dignamente por la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
Prefacio IV de Cuaresma
 
Los frutos del ayuno
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y a alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque con el ayuno corporal, refrenas nuestras pasiones, elevas nuestro espíritu, nos fortaleces y recompensas, por Cristo Señor nuestro. Por El, los ángeles y los arcángeles, y todos los coros celestiales, celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza:
Santo, Santo, Santo...
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
 
 
Alégrate, hijo mío, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Señor Dios, luz que alumbra a todo hombre que viene a este mundo, ilumina nuestros corazones con el resplandor de tu gracia, para que podamos siempre pensar lo que es digno y grato a tus ojos y amarte con sincero corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
 
Protege, Señor, a quienes te invocan, ayuda a los débiles y reaviva siempre con tu luz a quienes caminan en medio de las tinieblas de la muerte; concédeles que, liberados por tu bondad de todos los males, alcancen los bienes supremos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

 


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