¿Quiénes somos como seres
humanos? En ciertos momentos, nos sentimos completamente aislados, como si
nadie recordase siquiera que existimos; en otros momentos, nos sentimos
agobiados por los demás, ya que sus demandas pueden parecernos sofocantes. En
sus artículos 2 al 4, la Lumen gentium (Constitución dogmática sobre la
Iglesia) del Concilio Vaticano II, ofrece una respuesta a nuestra pregunta. De
acuerdo con ella, somos un ícono de la Santísima Trinidad. Como las personas
divinas, tenemos nuestra identidad particular que distingue a cada uno de los
demás. Como las personas divinas, estamos también insertos necesariamente en
una comunidad. Somos al mismo tiempo individuos y miembros de comunidades. Es
un gran desafío de la vida humana equilibrar estas dos facetas esenciales la
individual y la comunitaria en una existencia armónica.
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