viernes, 28 de noviembre de 2025

Evangelio del 28 de noviembre 2025 Lucas 21, 29-33

 


En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos esta comparación: "Fíjense en la higuera y en los demás árboles. Cuando ven que empiezan a dar fruto, saben que ya está cerca el verano. Así también, cuando vean que suceden las cosas que les he dicho, sepan que el Reino de Dios está cerca. Yo les aseguro que antes de que esta generación muera, todo esto se cumplirá. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse".

Reflexión

La reflexión nos lleva a tres puntos fundamentales:

Vigila: Presta atención a los signos de los tiempos. No para adivinar fechas, sino para confirmar que el plan de Dios sigue en marcha.

Espera con Confianza: El brote de la higuera anuncia algo bueno: la llegada del verano (el Reino de Dios). La cercanía de Dios es motivo de alegría y no de terror.

Vive en la Palabra: Fía tu vida a las palabras de Jesús, pues son la única realidad que no será destruida ni pasará. Ellas son nuestro camino, nuestra verdad y nuestra vida eterna.

miércoles, 26 de noviembre de 2025

Evangelio del 27 de noviembre 2025 Lucas 21, 20-28

 


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando vean a Jerusalén sitiada por un ejército, sepan que se aproxima su destrucción. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en la ciudad, que se alejen de ella; los que estén en el campo, que no vuelvan a la ciudad; porque esos días serán de castigo para que se cumpla todo lo que está escrito. ¡Pobres de las que estén embarazadas y de las que estén criando en aquellos días! Porque vendrá una gran calamidad sobre el país y el castigo de Dios se descargará contra este pueblo. Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumpla el plazo que Dios les ha señalado. Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra las naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo de las olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación".

Reflexión

El texto nos enseña a ver las crisis y las tribulaciones no como un fin absoluto o solo como motivos de desesperación, sino como precursores de un nuevo comienzo. Nos llama a tener una fe proactiva: en lugar de huir o escondernos ante las dificultades del mundo, debemos levantar la cabeza con valentía y esperanza, sabiendo que cada señal de desorden nos acerca al propósito final de Dios y a nuestra liberación. La redención es la meta, y la vigilancia es el camino.

martes, 25 de noviembre de 2025

Evangelio 26 de noviembre 2025 Lucas 21, 12-19

 


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Los perseguirán y los apresarán, los llevarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernantes por causa mía. Con esto ustedes darán testimonio de mí. Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes. Los traicionarán hasta sus padres y hermanos, sus parientes y amigos. Matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes, conseguirán la vida".

 

Reflexión

Jesús es explícito al advertir que sus seguidores serán perseguidos, entregados y odiados por causa de su Nombre.

Sin embargo, Jesús transforma esta adversidad en una oportunidad. La persecución no es solo sufrimiento, sino una "ocasión para dar testimonio” Es en medio de la dificultad donde la fe se hace visible y poderosa.

Jesús les asegura que no deben preocuparse por lo que han de decir en su defensa, porque Él mismo les dará "palabras y sabiduría" que sus adversarios no podrán resistir.

Este texto nos llama a una reflexión profunda sobre nuestra propia perseverancia. Nos invita a:

No temer el conflicto que pueda surgir al vivir auténticamente la fe.

Depositar nuestra confianza no en nuestras propias fuerzas o elocuencia, sino en la ayuda que Jesús promete a través del Espíritu.

Entender que las dificultades son el crisol donde se prueba y se forja nuestra fe, y que al resistir con amor y constancia, estamos asegurando la vida eterna.

lunes, 24 de noviembre de 2025

Evangelio del 25 de noviembre 2025 Lucas 21, 5-11

 



En aquel tiempo, como algunos ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo: "Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando; todo será destruido". Entonces le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?" Él les respondió: "Cuídense de que nadie los engañe, porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: 'Yo soy el Mesías. El tiempo ha llegado'. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene que acontecer, pero todavía no es el fin". Luego les dijo: "Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles".

 

Reflexión

 

Este pasaje conocido como el "Discurso Apocalíptico" o sobre el fin de los tiempos, nos invita a reflexionar sobre la naturaleza transitoria de las cosas materiales y la importancia de la vigilancia interior y la fe inquebrantable.

El desafío es mantener la paz interior y el discernimiento en medio del caos. Debemos anclar nuestra esperanza no en el cuándo de los eventos, sino en quién nos sostiene en medio de ellos: Jesús.

La enseñanza central del pasaje no es predecir el futuro con precisión, sino preparar nuestros corazones para vivir en el presente. Si todo lo externo es pasajero, nuestra tarea es construir algo que permanezca.

Nos invita a despegarnos de la admiración por lo fugaz y a afianzar nuestra vida en lo único que es eterno: la Palabra y el amor de Cristo.

Reflexión 20251130


 

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20251130

 



"En comunión con la tradición viva de la Iglesia" es reconocer que no estamos solos. Somos parte de un cuerpo que trasciende el tiempo, una peregrinación que une al Cielo y a la Tierra. Nos llama a la humildad de recibir, a la valentía de vivir, y a la generosidad de transmitir esa misma vida a las generaciones futuras. Es abrazar la fe de la Iglesia como nuestra propia fe.

Imaginemos la Tradición como un río caudaloso. Este río nace en la Revelación de Dios (la Sagrada Escritura), fluye a través de los siglos alimentado por el Espíritu Santo, y nos trae las aguas vivas de la fe, la moral, la liturgia y la vida eclesial.

Estar en comunión con ella significa reconocer que nuestra fe no es una invención personal, sino un don recibido, custodiado y transmitido desde los Apóstoles. Nos une a la Iglesia primitiva, a los Padres, a los mártires y a los santos.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20251130

 

El llamado a construir una cultura favorable a la paz y al diálogo, que nos propone el Señor por medio del profeta (Isaías 2, 1-15), es algo más que urgente. Son demasiados los agravios y resentimientos añejos que confrontan a nuestra sociedad. La reconciliación auténtica no es el gesto del pacifista que simplemente renuncia a usar la violencia, sin moverse activamente a favor de nada. La paz verdadera no es otra cosa que el restablecimiento de las condiciones de justicia entre los ciudadanos. La reconciliación exige ensanchar las oportunidades para los que no las han tenido; castigar a los que delinquen y destruyen la convivencia pacífica; todas esas son tareas propias de quien pretenda construir la cultura de la paz con justicia. En el ámbito de nuestras responsabilidades públicas así estaremos preparando la venida del Señor. En el terreno de nuestra vida familiar o de nuestra relación íntima con Dios será necesario vivir en actitud de humildad y plena confianza.