Remar Mar Adentro
Remar Mar Adentro, pretende, como laicos comprometidos, presentar temas de reflexión para vivir el reino de Dios; levantando las anclas en una tarea asumida generosamente. Ricardo Huante Magaña
jueves, 1 de mayo de 2025
Evangelio del 2 de mayo 2025 Juan 6, 1-15
En aquel tiempo, Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea o
lago de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto las señales
milagrosas que hacía curando a los enfermos. Jesús subió al monte y se sentó
allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, festividad de los judíos. Viendo Jesús que
mucha gente lo seguía, le dijo a Felipe: "¿Cómo compraremos pan para que
coman éstos?" Le hizo esta pregunta para ponerlo a prueba, pues él bien
sabía lo que iba a hacer. Felipe le respondió: "Ni doscientos denarios de
pan bastarían para que a cada uno le tocara un pedazo de pan". Otro de sus
discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: "Aquí hay un
muchacho que trae cinco panes de cebada y dos pescados. Pero ¿qué es eso para
tanta gente?" Jesús le respondió: "Díganle a la gente que se
siente". En aquel lugar había mucha hierba. Todos, pues, se sentaron ahí;
y tan sólo los hombres eran unos cinco mil.
Enseguida tomó Jesús los panes, y después de dar gracias a Dios, se los
fue repartiendo a los que se habían sentado a comer. Igualmente les fue dando
de los pescados todo lo que quisieron. Después de que todos se saciaron, dijo a
sus discípulos: "Recojan los pedazos sobrantes, para que no se
desperdicien". Los recogieron y con los pedazos que sobraron de los cinco
panes llenaron doce canastos.
Entonces la gente, al ver la señal milagrosa que Jesús había hecho,
decía: "Este es, en verdad, el profeta que habría de venir al mundo".
Pero Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró de
nuevo a la montaña, él solo.
Reflexión
Quisiera hoy destacar dos pequeños elementos que surgen de nuestro
texto. El primero es la acción de gracias de Jesús. Esto es algo que se ha
perdido mucho en nuestra vida.
Con la mayor naturalidad nos sentamos a comer y nos paramos de la mesa
sin haber agradecido a Dios el don que nos ha dado. Ciertamente es producto de
nuestro trabajo, pero ser agradecidos es don de Dios, pues todos los dones nos
vienen de su generosa mano. El otro elemento en el cual podemos reflexionar es
el de "no ser desperdiciados". Esto parece trivial pero mucha comida
y mucho tiempo se tira a la basura por descuido nuestro. En un mundo en donde
hay miles de gentes que mueren de hambre, o no tienen un trabajo, lo menos que
podemos hacer es no desperdiciar.
Debemos aprender a servirnos lo que vamos a comer y a guardar lo que
sobró para que no se tire. Asimismo no debemos desperdiciar nuestro tiempo, si
verdaderamente lo reconocemos como don de Dios; tirarlo o desaprovecharlo, es
desaprovechar el don de Dios. Esta instrucción de Jesús nos abrirá la puerta no
sólo a la caridad y a la generosidad, sino a valorar lo que tenemos y a usarlo
correctamente.
miércoles, 30 de abril de 2025
Evangelio del 1 de mayo 2025 Juan 3, 31-36
"El que viene de lo alto está por encima de todos; pero el que
viene de la tierra pertenece a la tierra y habla de las cosas de la tierra. El
que viene del cielo está por encima de todos. Da testimonio de lo que ha visto
y oído, pero nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica
que Dios es veraz. Aquel a quien Dios envió habla las palabras de Dios, porque
Dios le ha concedido sin medida su Espíritu.
El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. El que cree en
el Hijo tiene vida eterna. Pero el que es rebelde al Hijo no verá la vida,
porque la cólera divina perdura en contra de él".
Reflexión
Es interesante el binomio que utiliza San Juan en este pasaje.
Fijémonos que dice: "El que cree en el Hijo tiene vida eterna. Pero el que
es rebelde al Hijo no verá la vida". De manera que no basta creer, sino
que es necesario obedecer.
Es esencial creer, pero esto es fundamentalmente un don de Dios (pues quién puede creer que un hombre resucitó hace dos mil años y aún está vivo, si no es porque Dios se lo atestigua en el corazón); sin embargo, obedecer es una respuesta libre de nuestra voluntad a la fe en el Resucitado. Jesús nos probó que es Dios resucitando, probémosle que realmente creemos en su resurrección y en él mismo, llevando una vida conforme al Evangelio. Creo que es justo, ¿no?
EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20250504
«El Señor Jesús, antes de su pasión, como sabéis, eligió a sus
discípulos, a los que dio el nombre de apóstoles. Entre ellos, Pedro fue el
único que representó la totalidad de la Iglesia casi en todas partes. Por ello,
en cuanto que él sólo representaba en su persona a la totalidad de la Iglesia,
pudo escuchar estas palabras: Te daré las llaves del reino de los cielos.
Porque estas llaves las recibió no un hombre único, sino la Iglesia única. De
ahí la excelencia de la persona de Pedro, en cuanto que él representaba la
universalidad y la unidad de la Iglesia, cuando se le dijo: Yo te entrego,
tratándose de algo que ha sido entregado a todos. Pues, para que sepáis que la
Iglesia ha recibido las llaves del reino de los cielos, escuchad lo que el
Señor dice en otro lugar a todos sus apóstoles: Recibid el Espíritu Santo. Ya
continuación: A quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados; a
quienes se los retengáis les quedan retenidos. En este mismo sentido, el Señor,
después de su resurrección, encomendó también a Pedro sus ovejas para que las
apacentara. No es que él fuera el único de los discípulos que tuviera el
encargo de apacentar las ovejas del Señor; es que Cristo, por el hecho de
referirse a uno solo, quiso significar con ello la unidad de la Iglesia; y, si
se dirige a Pedro con preferencia a los demás, es porque Pedro es el primero
entre los apóstoles. No te entristezcas, apóstol; responde una vez, responde
dos, responde tres. Venza por tres veces tu profesión de amor, ya que por tres
veces el temor venció tu presunción. Tres veces ha de ser desatado lo que por
tres veces habías ligado. Desata por el amor lo que habías ligado por el temor.
A pesar de su debilidad, por primera, por segunda y por tercera vez encomendó
el Señor sus ovejas a Pedro» (San Agustín [354-4301 Sermón 295. 1-2.418).
DOMINGO III DE PASCUA Ciclo C Domingo 4 de mayo 2025
LA PESCA MILAGROSA
Hech 5, 27-32. 40-41; Sal 29; Apoc 5. 11-14; Jn 21, 1-19
Juan nos presenta la narración sobre la aparición de Jesús, la cual,
aunque se diferencia de las anteriores por el lugar donde acontece (en Galilea
en vez de Jerusalén), ostenta los mismos rasgos cristológicos. Encontramos la
misma confusión acerca de la identidad de Cristo, el mismo énfasis en la
realidad de su cuerpo resucitado y la misma reacción de alegría al reconocer a
Cristo. Pero aquí se enlazan dichas características cristológicas con otras que
son eclesiológicas (la eclesiología es la parte de la teología cristiana que
estudia el papel de la Iglesia como una comunidad). Entre éstas se destaca la
pesca milagrosa, pues ésta claramente simboliza a la Iglesia que, gracias a la
predicación pascual de los apóstoles, crece de manera
milagrosa. El gran intérprete de la Biblia, San Jerónimo (ca. 342-420),
llegó a sugerir que el número de pescados simboliza la universalidad de la
Iglesia, ya que para la zoología antigua las especies de peces sólo sumaban
ciento cincuenta y tres.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 65, 1-2
Aclama a Dios, tierra entera. Canten todo un himno a su nombre, denle
gracias y alábenlo. Aleluya.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que tu pueblo se regocije siempre al verse renovado y
rejuvenecido, para que, al alegrarse hoy por haber recobrado la dignidad de su
adopción filial, aguarde seguro su gozosa esperanza el día de la resurrección.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Nosotros somos testigos de todo esto y también lo es el Espíritu Santo.
Del libro de los Hechos de los apóstoles: 5, 27-32. 40-41
En aquellos días, el sumo sacerdote reprendió a los apóstoles y les
dijo: "Les hemos prohibido enseñar en nombre de ese Jesús; sin embargo,
ustedes han llenado a Jerusalén con sus enseñanzas y quieren hacernos
responsables de la sangre de ese hombre".
Pedro y los otros apóstoles replicaron: "Primero hay que obedecer
a Dios y luego a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a
quien ustedes dieron muerte colgándolo de la cruz. La mano de Dios lo exaltó y
lo ha hecho Jefe y Salvador, para dar a Israel la gracia de la conversión y el
perdón de los pecados. Nosotros somos testigos de todo esto y también lo es el
Espíritu Santo, que Dios ha dado a los que lo obedecen".
Los miembros del sanedrín mandaron azotar a los apóstoles, les
prohibieron hablar en nombre de Jesús y los soltaron. Ellos se retiraron del
sanedrín, felices de haber padecido aquellos ultrajes por el nombre de Jesús.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 29,2.4. 5-6. 11-12a. 13b.
R/. Te alabaré, Señor, eternamente. Aleluya.
Te alabaré, Señor, pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos.
Tú, Señor, me salvaste de la muerte y a punto de morir, me reviviste. R/.
Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre, porque su ira
dura un solo instante y su bondad, toda la vida. El llanto nos visita por la
tarde; por la mañana, el júbilo. R/.
Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi ayuda. Convertiste mi
duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente. R/.
SEGUNDA LECTURA
Digno es el Cordero, que fue inmolado, de recibir el poder y la
riqueza.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 5, 11-14
Yo, Juan, tuve una visión, en la cual oí alrededor del trono de los
vivientes y los ancianos, la voz de millones y millones de ángeles, que
cantaban con voz potente: "Digno es el Cordero, que fue inmolado, de
recibir el poder y la riqueza, la sabiduría y la fuerza, el honor, la gloria y
la alabanza".
Oí a todas las creaturas que hay en el cielo, en la tierra, debajo de
la tierra y en el mar -todo cuanto existe-, que decían: ''Al que está sentado
en el trono y al Cordero, la alabanza, el honor, la gloria y el poder, por los
siglos de los siglos".
Y los cuatro vivientes respondían: ''Amén''. Los veinticuatro ancianos
se postraron en tierra y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.
Resucitó Cristo, que creó todas las cosas y se compadeció de todos los
hombres. R/.
EVANGELIO
Jesús tomó el pan y el pescado y se los dio a los discípulos.
Del santo Evangelio según san Juan: 21, 1-19
En aquel tiempo, Jesús se les apareció otra vez a los discípulos junto
al lago de Tiberíades. Se les apareció de esta manera: Estaban juntos Simón
Pedro, Tomás (llamado el Gemelo), Natanael (el de Caná de Galilea), los hijos
de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: "Voy a
pescar". Ellos le respondieron: 'También nosotros vamos contigo".
Salieron y se embarcaron, pero aquella noche no pescaron nada.
Estaba amaneciendo, cuando Jesús se apareció en la orilla, pero los
discípulos no lo reconocieron. Jesús les dijo: "Muchachos, ¿han pescado
algo?". Ellos contestaron: "No". Entonces él les dijo:
"Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán peces". Así lo
hicieron, y luego ya no podían jalar la red por tantos pescados.
Entonces el discípulo a quien amaba Jesús le dijo a Pedro: "Es el
Señor". Tan pronto como Simón Pedro oyó decir que era el Señor, se anudó a
la cintura la túnica, pues se la había quitado, y se tiró al agua. Los otros
discípulos llegaron en la barca, arrastrando la red con los pescados, pues no
distaban de tierra más de cien metros.
Tan pronto como saltaron a tierra vieron unas brasas y sobre ellas un
pescado y pan. Jesús les dijo: "Traigan algunos pescados de los que acaban
de pescar".
Entonces Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la
red, repleta de pescados grandes. Eran ciento cincuenta y tres y a pesar de que
eran tantos, no se rompió la red. Luego les dijo Jesús: "Vengan a
almorzar". y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Quién
eres?, porque ya sabían que era el Señor.
Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio y también el pescado. Ésta fue
la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de resucitar de
entre los muertos.
Después de almorzar le preguntó Jesús a Simón Pedro: "Simón, hijo
de Juan, ¿me amas más que éstos?". Él le contestó: "Sí, Señor, tú
sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos".
Por segunda vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me
amas?". Él le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero".
Jesús le dijo: "Pastorea mis ovejas".
Por tercera vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me
quieres?". Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado por
tercera vez si lo quería y le contestó: "Señor, tú lo sabes todo; tú bien
sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas.
Yo te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la ropa e ibas a
donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y
te llevará a donde no quieras". Esto se lo dijo para indicarle con qué
género de muerte habría de glorificar a Dios. Después le dijo:
"Sígueme". Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
Credo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder
de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y
está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a
juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la
carne y la vida eterna.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Invoquemos, amados hermanos, a Cristo, triunfador del pecado y de la
muerte, que siempre intercede por nosotros diciendo: Te rogamos, Señor. R/. Te
rogamos, Señor.
Para que Cristo, el Señor, atraiga hacia sí el corazón de los fieles y
fortalezca sus voluntades, de manera que busquen los bienes de allá arriba,
donde él está sentado a la derecha de Dios, roguemos al Señor.
Para que Cristo, amo supremo de la creación, haga que todos los pueblos
gocen abundantemente de la paz que en sus apariciones otorgó a los discípulos,
roguemos al Señor.
Para que Cristo, el destructor de la muerte y el médico de toda
enfermedad, se compadezca de los débiles y desdichados y aleje del mundo el
hambre, las guerras y todos los males, roguemos al Señor.
Para que Cristo, el Señor, salve y bendiga nuestra parroquia
(comunidad), y conceda la paz, la alegría y el descanso de las fatigas a los
que hoy nos hemos reunido aquí para celebrar su triunfo, roguemos al Señor.
Acrecienta, en nosotros, Padre misericordioso, la luz de la fe, para
que en los signos sacramentales, sepamos reconocer siempre a tu Hijo, que se
manifiesta constantemente a nosotros, sus discípulos, y haz que, llenos del
Espíritu Santo, proclamemos con valentía ante los hombres que Cristo es el
Señor. Él, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que, jubilosa, tu Iglesia te presenta, y
puesto que es a ti a quien debe su alegría, concédele también disfrutar de la
felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Restauración universal por el Misterio Pascual
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en este tiempo en que Cristo,
nuestra Pascua, fue inmolado. Porque destruida la antigua situación de pecado,
se renueva todo lo que estaba caído y en Cristo se restablece la integridad de
nuestra vida. Por eso, con esta efusión del gozo pascual, el mundo entero se
desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los
arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 24, 35
Dijo Jesús a sus discípulos: Vengan a comer. Y tomó un pan y lo
repartió entre ellos. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20250504
martes, 29 de abril de 2025
Evangelio del 30 de abril 2025 Juan 3, 16-21
"Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que
todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no
envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por
él. El que crea en él no será condenado; pero el que no cree ya está condenado
por no haber creído en el Hijo único de Dios.
La causa de la condenación es ésta: habiendo venido la luz al mundo, los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo aquel que hace el mal, aborrece la luz y no se acerca a ella, para que sus obras no se descubran. En cambio, el que obra el bien conforme a la verdad, se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios".
Reflexión
San Pablo en su carta a los Romanos no sale del asombro en cuanto al
desmedido amor de Dios, pues dice: "Por un hombre bueno alguien estaría
dispuesto a dar su vida, pero Dios probó que nos ama, dando a su Hijo por
nosotros que somos malos".
Su resurrección nos abrió las puertas a la alegría y al gozo, a la
confianza infinita en el amor y el perdón del Padre que nos ha amado, nos ama y
no dejará jamás de amarnos. Y lo mejor es que no puede hacer otra cosa que
amarnos de manera infinita. ¿No sé si te habías dado cuenta del gran amor que
Dios tiene por ti? Te invito a hacerte consciente del gran amor de Dios en tu
vida.