ANTÍFONA DE ENTRADA
Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé cuando
me llamen en cualquier tribulación, y siempre seré su Dios.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has hecho del amor a ti y a los hermanos la plenitud de
todo lo mandado en tu santa ley, concédenos que, cumpliendo tus mandamientos,
merezcamos llegar a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos
de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Contra los que obligan a los pobres a venderse.]
Del libro del profeta Amos 8, 4-7
Escuchen esto los que buscan al pobre sólo para arruinarlo y andan
diciendo: “¿Cuándo pasará el descanso del primer día del mes para vender
nuestro trigo, y el descanso del sábado para reabrir nuestros graneros?”
Disminuyen las medidas, aumentan los precios, alteran las balanzas,
obligan a los pobres a venderse; por un par de sandalias los compran y hasta
venden el salvado como trigo.
El Señor, gloria de Israel, lo ha jurado: “No olvidaré jamás ninguna de
estas acciones”.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos Señor.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 112
R. Que alaben al Señor todos sus siervos.
— Bendito sea el Señor, alábenlo sus siervos. Bendito sea el Señor,
desde ahora y para siempre. R.
— Dios está sobre todas las naciones, su gloria por encima de los
cielos. ¿Quién hay como el Señor? ¿Quién iguala al Dios nuestro? R.
— Él tiene en las alturas su morada y sin embargo de esto, bajar se
digna su mirada para ver tierra y cielo. R.
— Él levanta del polvo al desvalido y saca al indigente del estiércol
para hacerlo sentar entre los grandes, los jefes de su pueblo. R.
SEGUNDA LECTURA
[Pidan a Dios por todos los hombres, porque él quiere que todos se
salven.]
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 2, 1-8
Te ruego, hermano, que ante todo se hagan oraciones, plegarias,
súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, y en particular, por los
jefes de Estado y las demás autoridades, para que podamos llevar una vida
tranquila y en paz, entregada a Dios y respetable en todo sentido.
Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro salvador, pues él quiere que
todos los hombres se salven y todos lleguen al conocimiento de la verdad,
porque no hay sino un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres,
Cristo Jesús, hombre él también, que se entregó como rescate por todos.
Él dio testimonio de esto a su debido tiempo y de esto yo he sido
constituido, digo la verdad y no miento, pregonero y apóstol para enseñar la fe
y la verdad.
Quiero, pues, que los hombres, libres de odios y divisiones, hagan
oración dondequiera que se encuentren, levantando al cielo sus manos puras.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 2 Cor 8, 9
R. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su
pobreza.
R. Aleluya.
EVANGELIO
[No pueden ustedes servir a Dios y al dinero.]
Del santo Evangelio según san Lucas 16, 1-13
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
“Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue
acusado ante él de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: "¿Es
cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante
ya no serás administrador".
Entonces el administrador se puso a pensar: "¿Qué voy a hacer
ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra y me
da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener a alguien que
me reciba en su casa, cuando me despidan".
Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo. Al primero
le preguntó: "¿Cuánto le debes a mi amo?" El hombre respondió:
"Cien barriles de aceite". El administrador le dijo: "Toma tu
recibo, date prisa y haz otro por cincuenta". Luego preguntó al siguiente:
"Y tú, ¿cuánto debes?" Este respondió: "Cien sacos de
trigo". El administrador le dijo: "Toma tu recibo y haz otro por
ochenta".
El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido con
habilidad. Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios
que los que pertenecen a la luz.
Y yo les digo: Con el dinero, tan lleno de injusticias, gánense amigos
que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo.
El que es fiel en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes; y
el que es infiel en las cosas pequeñas, también es infiel en las grandes. Si
ustedes no son fieles administradores del dinero, tan lleno de injusticias,
¿quién les confiará los bienes verdaderos? Y si no han sido fieles en lo que no
es de ustedes, ¿quién les confiará lo que sí es de ustedes?
No hay criado que pueda servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al
otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo. En resumen, no pueden
ustedes servir a Dios y al dinero”.
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti Señor
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Oremos por todos los hombres y por todas sus necesidades, para que
nunca falte a nadie la ayuda de nuestro amor, Oremos diciendo:
Escucha, Señor, nuestra oración.
Por quienes han sido llamados por el Señor para conducir los destinos
de nuestra Iglesia, para que cuiden santamente el pueblo que tienen
encomendado, roguemos al Señor. R.
Por los gobernantes y por los que tienen en sus manos las riquezas del
mundo, para que fomenten la justicia, la paz y la libertad, roguemos al Señor.
R.
Por los que padecen necesidades, por los que añoran la patria o viven
lejos de sus hogares, para que experimenten el consuelo y la fortaleza de Dios,
roguemos al Señor. R.
Para que Dios nos conceda el perdón de los pecados, la perseverancia en
la fe y en las buenas obras y la salvación eterna, roguemos al Señor. R.
Dios nuestro, que nos llamas a amarte y a servirte como a único Señor,
líbranos del deseo desordenado de poseer riquezas y haz que -alzando al cielo
nuestras manos limpias- te rindamos un culto puro, agradable a tus ojos. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta benignamente, Señor, los dones de tu pueblo, para que recibamos,
por este sacramento celestial, aquello mismo que el fervor de nuestra fe nos
mueve a proclamar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Historia de la salvación
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno, por Cristo, Señor nuestro. Porque naciendo, restauró nuestra naturaleza
caída; padeciendo en la cruz, borró nuestros pecados; resucitando de entre los
muertos, nos proporcionó el acceso a la vida eterna, y ascendiendo hasta ti,
Padre, nos abrió las puertas del Reino de los cielos. Por eso, unidos a la
multitud de los ángeles y de los santos, te aclamamos, llenos de alegría:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 10, 14
Yo soy el buen pastor, dice el Señor; y conozco a mis ovejas, y ellas
me conocen a mí.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes alimentas, Señor, con tus sacramentos, confórtanos con tu
incesante ayuda, para que en estos misterios recibamos el fruto de la redención
y la conversión de nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.