Las cosas que realmente valen en la vida son tan imperceptibles o pasadas por alto una y otra vez. Quizá sea por naturaleza pero tendemos a estacionarnos y detener la vida en asuntos materiales o problemas con solución que de momento quizá no encontremos. Un acto tan simple como extender la mano a alguien más necesitado o realizar buenas obras de corazón pueden llegar a enriquecer tu espíritu muchísimo más de lo que te puedas imaginar.
CVCLAVOZ.
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