DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C
Domingo 18 de septiembre 2016
LA DENUNCIA Y EL EXHORTO
El tema es el mismo, a saber, la relación del ser humano con
los bienes materiales. Las riquezas cuantiosas deslumbran el corazón humano y
si éste no se encuentra arraigado en los valores espirituales, termina siendo
esclavizado. El profeta Amós denuncia con claridad el cinismo de los
comerciantes sin escrúpulos que adulteran medidas, encarecen los alimentos y
peor aún, convierten a los pobres en mercancía con tal de aumentar sus
ganancias. La tentación de conseguir la riqueza sin trabajo y de realizar
negocios inmorales es tan vieja como la humanidad. En el exhorto del Evangelio
el Señor Jesús pondera la habilidad y la astucia del administrador que renuncia
a sus derechos con tal de congraciarse con los deudores de su amo. El
administrador conoce las relaciones de patronazgo y clientela y sabe sacarles
partido. Mientras el profeta Amós denuncia actos inhumanos e inmorales, el
Señor Jesús por su parte, nos anima a utilizar sensatamente los bienes para
favorecer a los necesitados.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los
escucharé cuando me llamen en cualquier tribulación, y siempre seré su Dios.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama
el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te
glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre
todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas
el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten
piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has hecho del amor a ti y a los hermanos la
plenitud de todo lo mandado en tu santa ley, concédenos que, cumpliendo tus
mandamientos, merezcamos llegar a la vida eterna. Por nuestro Señor
Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Contra los que obligan a los pobres a venderse.
Del libro del profeta Amós: 8, 4-7
Escuchen esto los que buscan al pobre sólo para arruinarlo y
andan diciendo: "¿Cuándo pasará el descanso del primer día del mes para
vender nuestro trigo, y el descanso del sábado para reabrir nuestros
graneros?" Disminuyen las medidas, aumentan los precios, alteran las
balanzas, obligan a los pobres a venderse; por un par de sandalias los compran
y hasta venden el salvado como trigo. El Señor, gloria de Israel, lo ha jurado:
"No olvidaré jamás ninguna de estas acciones". Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 112, 1-2. 4-6. 7-8
R/. Que alaben al Señor todos sus siervos.
Bendito sea el Señor, alábenlo sus siervos. Bendito sea el
Señor, desde ahora y para siempre. R/.
Dios está sobre todas las naciones, su gloria por encima de
los cielos. ¿Quién hay como el Señor? ¿Quién iguala al Dios nuestro? R/.
Él tiene en las alturas su morada y sin embargo de esto,
bajar se digna su mirada para ver tierra y cielo. R/.
Él levanta del polvo al desvalido y saca al indigente del
estiércol para hacerlo sentar entre los grandes, los jefes de su pueblo. R/.
SEGUNDA LECTURA
Pidan a Dios por todos los hombres, porque él quiere que
todos se salven.
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 2, 1-8
Te ruego, hermano, que ante todo se hagan oraciones,
plegarias, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, y en
particular, por los jefes de Estado y las demás autoridades, para que podamos
llevar una vida tranquila y en paz, entregada a Dios y respetable en todo
sentido.
Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, pues él
quiere que todos los hombres se salven y todos lleguen al conocimiento de la
verdad, porque no hay sino un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los
hombres, Cristo Jesús, hombre él también, que se entregó como rescate por
todos.
Él dio testimonio de esto a su debido tiempo y de esto yo he
sido constituido, digo la verdad y no miento, pregonero y apóstol para enseñar
la fe y la verdad. Quiero, pues, que los hombres, libres de odios y divisiones,
hagan oración dondequiera que se encuentren, levantando al cielo sus manos
puras.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 2 Co 8, 9
R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos
con su pobreza. R/.
EVANGELIO
No pueden ustedes servir a Dios y al dinero.
Del santo Evangelio según san Lucas: 16, 1-13
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Había
una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él
de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: ` ¿Es cierto lo que me
han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás
administrador'. Entonces el administrador se puso a pensar: ` ¿Que voy a hacer
ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra y me
da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener a alguien que
me reciba en su casa, cuando me despidan'.
Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo.
Al primero le preguntó: ` ¿Cuánto le debes a mi amo?' El hombre respondió:
'Cien barriles de aceite'. El administrador le dijo: 'Toma tu recibo, date
prisa y haz otro por cincuenta'.
Luego preguntó al siguiente: 'Y tú, ¿cuánto debes?' Éste
respondió: 'Cien sacos de trigo'. El administrador le dijo: 'Toma tu recibo y
haz otro por ochenta'. El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había
procedido con habilidad. Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles
en sus negocios, que los que pertenecen a la luz.
Y yo les digo: Con el dinero, tan lleno de injusticias,
gánense amigos que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo. El que es fiel
en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes; y el que es infiel en
las cosas pequeñas, también es infiel en las grandes. Si ustedes no son fieles
administradores del dinero, tan lleno de injusticias, ¿quién les confiará los
bienes verdaderos? Y si no han sido fieles en lo que no es de ustedes, ¿quién
les confiará lo que sí es de ustedes? No hay criado que pueda servir a dos
amos, pues odiará a uno y amará al otro, o se apegará al primero y despreciará
al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero".
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo
y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor,
Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios
de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros,
los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu
Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus
necesidades, para que nunca falte a nadie la ayuda de nuestro amor y digamos:
Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Por el santo Padre, el Papa Francisco, por nuestro obispo
N., y por todos los demás obispos, por los presbíteros y diáconos; para que
cuiden santamente el pueblo que tienen encomendado, roguemos al Señor.
Por los jefes de Estado y por los demás gobernantes, por los
responsables del bien común y por los que tienen en sus manos las riquezas del
mundo; para que fomenten la justicia, el bienestar, la paz y la libertad,
roguemos al Señor.
Por los que padecen hambre u otras necesidades, por los que
están enfermos o se sienten oprimidos, por los que añoran la patria o viven
lejos de sus familias y de sus hogares; para que experimenten el consuelo y la
fortaleza de Dios, roguemos al Señor.
Para que Dios nos conceda el gozo del Espíritu, y el perdón
de los pecados, la perseverancia en la fe y en las buenas obras y la salvación
eterna de nuestras almas, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que nos llamas a amarte y a servirte como
único Señor, ten piedad de nuestra débil condición humana y escucha nuestras
oraciones; líbranos del deseo de poseer riquezas y haz que, alzando al cielo
nuestras manos limpias, te rindamos un culto puro, agradable a tus ojos. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta benignamente, Señor, los dones de tu pueblo, para que
recibamos, por este sacramento celestial, aquello mismo que el fervor de
nuestra fe nos mueve a proclamar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de
salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio
Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y
de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación
consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el
cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN S al 118, 4-5
Tú promulgas tus preceptos para que se observen con
exactitud. Ojalá que mi conducta se ajuste siempre, al cumplimiento de tu
voluntad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes alimentas, Señor, con tus sacramentos, confórtanos
con tu incesante ayuda, para que en estos misterios recibamos el fruto de la
redención y la conversión de nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El dilema de fondo que
planteó el Señor Jesús con absoluta claridad contrapone a Dios con el dinero.
Es necesario elegir entre la confianza en Dios o la falsa certeza que ofrece la
riqueza abundante. Dios, la persona más compasiva y amorosa no hipoteca nuestra
libertad, sino que la preserva. Dios no cancela nuestra libertad, al contrario,
la defiende y estimula. En cambio, las riquezas van asfixiando nuestro corazón,
nos van revistiendo de una ilusoria seguridad. Probablemente hemos escuchado a
personas que imaginan tener el futuro asegurado por la prosperidad del negocio
o la cuantía de los bienes materiales que poseen. Nada más engañoso, puesto que
la vida humana no depende de los bienes. Quien haya aprendido a trabajar
honestamente, quien esté atento a reconocer la perdurable benevolencia del
Padre celestial, se sentirá seguro de su bendición y trabajará y emprenderá
diversas iniciativas, sabiendo que su esfuerzo será bendecido por el Señor
amigo de la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario