DOMINGO
V DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B
Domingo 4 de
febrero 2018
UNA
AGLOMERACIÓN CADA VEZ MÁS FRECUENTE
El libro de
Job no es solamente la biografía de un ser humano tocado duramente por el
sufrimiento. Es la imagen colectiva de millones de inocentes que sufren. El que
se queja de tener como herencia meses baldíos y noches de fatiga, tiene razonen
afirmar que sus días se le van gastando en la desesperanza. Una vida semejante
a la del esclavo, que suspira por un momento de respiro. El Evangelio de san
Marcos nos presenta a una multitud de galileos afligidos por "diversos
males", tanto físicos como psicológicos que de un modo u otro terminaban
sumiendo a las personas en el sufrimiento y la desesperanza. Los enfermos
conservaban todavía una leve esperanza. Se escuchaban rumores de las curaciones
numerosas que hacía Jesús en Cafarnaúm. Ya había una salida. Dios se había
acercado para salvarlos de su condición miserable.
ANTÍFONA DE
ENTRADA Sal 94, 6-7
Entremos y
adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro, porque él es nuestro Dios.
GLORIA
Gloria a Dios
en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria
te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias,
Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único,
Jesucristo.
Señor Dios,
Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad
de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que
estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú
eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo
en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN
COLECTA
Te rogamos,
Señor, que guardes con incesante amor a tu familia santa, que tiene puesto su
apoyo sólo en tu gracia, para que halle siempre en tu protección su fortaleza.
Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE
LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA
Se me han asignado
noches de dolor
Del libro de
Job: 7, 1-4. 6-7
En aquel día,
Job tomó la palabra y dijo: "La vida del hombre en la tierra es como un
servicio militar y sus días, como días de un jornalero. Como el esclavo suspira
en vano por la sombra y el jornalero se queda aguardando su salario, así me han
tocado en suerte meses de infortunio y se me han asignado noches de dolor. Al
acostarme, pienso: ¿Cuándo será de día?'. La noche se alarga y me canso de dar
vueltas hasta que amanece.
Mis días
corren más aprisa que una lanzadera y se consumen sin esperanza. Recuerda,
Señor, que mi vida es un soplo. Mis ojos no volverán a ver la dicha".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO
RESPONSORIAL
Del salmo
146, 1-2. 3-4. 5-6
R/. Alabemos
al Señor, nuestro Dios.
Alabemos al
Señor, nuestro Dios, porque es hermoso y justo el alabarlo. El Señor ha
reconstruido a Jerusalén y a los dispersos de Israel los ha reunido. R/.
El Señor sana
los corazones quebrantados y venda las heridas, tiende su mano a los humildes y
humilla hasta el polvo a los malvados. R/.
Él puede
contar el número de estrellas y llama a cada una por su nombre. Grande es
nuestro Dios, todo lo puede; su sabiduría no tiene límites. R/.
SEGUNDA LECTURA
¡Ay de mí, si
no anuncio el Evangelio!
De la primera
carta del apóstol san Pablo a los corintios: 9, 16-19. 22-23
Hermanos: No
tengo por qué presumir de predicar el Evangelio, puesto que ésa es mi
obligación. ¡Ay de mí, si no anuncio el Evangelio! Si yo lo hiciera por propia
iniciativa, merecería recompensa; pero si no, es que se me ha confiado una
misión. Entonces, ¿en qué consiste mi recompensa? Consiste en predicar el
Evangelio gratis, renunciando al derecho que tengo a vivir de la predicación.
Aunque no
estoy sujeto a nadie, me he convertido en esclavo de todos, para ganarlos a
todos. Con los débiles me hice débil, para ganar a los débiles. Me he hecho
todo a todos, a fin de ganarlos a todos. Todo lo hago por el Evangelio, para
participar yo también de sus bienes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Mt 8, 17
R/. Aleluya,
aleluya.
Cristo hizo
suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores. R/.
EVANGELIO
Curó a muchos
enfermos de diversos males.
Del santo
Evangelio según san Marcos: 1, 29-39
En aquel
tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón
y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre, y enseguida le
avisaron a Jesús. Él se le acercó, y tomándola de la mano, la levantó. En ese
momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles.
Al atardecer,
cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos y poseídos del
demonio, y todo el pueblo se apiñó junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de
diversos males y expulsó a muchos demonios, pero no dejó que los demonios
hablaran, porque sabían quién era él.
De madrugada,
cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar
solitario, donde se puso a orar. Simón y sus compañeros lo fueron a buscar, y
al encontrarlo, le dijeron: "Todos te andan buscando". Él les dijo:
"Vamos a los pueblos cercanos para predicar también allá el Evangelio,
pues para eso he venido". Y recorrió toda Galilea, predicando en las
sinagogas y expulsando a los demonios.
Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE
FE
CREDO
NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un
sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo
visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios
nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del
Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra
salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la
Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de
Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo
en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Oremos,
hermanos, al Padre del Unigénito, al Hijo del Dios eterno y al Espíritu, fuente
de todo bien: (R/. Escúchanos, Señor.)
Para la
Iglesia inmaculada del Dios verdadero, extendida por todo el mundo, pidamos la
plena riqueza del amor de Dios, roguemos al Señor.
Para los que
gobiernan los pueblos y tienen en su mano el destino de los hombres, pidamos el
espíritu de justicia y el deseo de servir con dedicación a sus súbditos,
roguemos al Señor
Por los
débiles que se ven oprimidos y por los justos que sufren persecución, oremos a
Jesús el Salvador
Para nosotros
mismos, pidamos al Señor un temor filial, un amor ferviente, una vida feliz y
una buena muerte, roguemos al Señor.
Dios nuestro,
que nos has manifestado tu amor por medio de tu Hijo, que soportó nuestras
debilidades y cargó con nuestros dolores, escucha las oraciones de tu pueblo y
haz que, siguiendo el ejemplo de Cristo, compartamos los sufrimientos de
nuestros hermanos y animemos a los que sufren, iluminándolos con la luz de la
esperanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE
LAS OFRENDAS
Señor Dios
nuestro, que has creado los frutos de la tierra sobre todo para ayuda de
nuestra fragilidad, concédenos que también se conviertan para nosotros en
sacramento de eternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio
de la salvación
En verdad es
justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y
alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del extravío de los
hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz, nos libró de la
muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con los ángeles y
los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno
de tu gloria:
Santo, Santo,
Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están
el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el
cielo.
Bendito el
que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE
LA COMUNIÓN. Crf. Sal 106, 8-9
Demos gracias
al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace en favor de su
pueblo; porque da de beber al que tiene sed y les da de comer a los
hambrientos.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios,
que quisiste hacernos participar de un mismo pan y un mismo cáliz, concédenos
vivir de tal manera, que, hechos uno en Cristo, demos frutos con alegría para
la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Muy bien
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