UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO
TIEMPO
La sociedad norteamericana atraviesa una fuerte polarización, los
partidarios de la creencia en la supremacía de la raza blanca fomentan
prejuicios y construyen barreras contra latinos, musulmanes y afroamericanos.
Por otra parte, están los partidarios de la inclusión que también se han dejado
tocar por la superioridad moral y se han puesto a derribar estatuas de
generales secesionistas y hasta del mismo Cristóbal Colón. La segregación no
era exclusiva de la sociedad judía que marginaba a los leprosos. En nuestro
país no faltan agrupaciones intolerantes que descalifican a alguna figura
pública por provenir de la cultura judía o por ser partidario declarado de una
determinada ideología progresista o conservadora. La ignorancia, el fanatismo y
los prejuicios son muy difíciles de desarraigar. Resultan más demoledores e
incomprensibles cuando se quieren justificar en el nombre de Dios.
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