viernes, 16 de marzo de 2018

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20180318



UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO

Las estadísticas recientes sobre las prácticas y creencias religiosas en México muestran un descenso significativo en el número de personas que se confiesan cristianas o católicas y que, a la vez, están convencidas de una vida perdurable después de la muerte. Por una serie de razones se propaga cierta visión cerrada a la esperanza en la vida futura. Desde esa perspectiva se complica asumir opciones más generosas y decididas a favor de los demás. Quien piense que la vida es una realidad perecedera, pretenderá estirarla al máximo, viviendo demasiado centrado en sí mismo. Quien aprenda, como Jesús, que la vida es un regalo del Padre, que nos fue dada sin condiciones y que, de la misma manera, la vida y muerte salvadora de Jesucristo nos pavimentará el camino para participar de la plenitud de su vida podrá vivir conforme a la lección del grano de trigo.

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