DOMINGO III
DE CUARESMA Ciclo B
Domingo 4 de
marzo 2018
NO TENDRÁS
OTROS DIOSES
El libro del
Éxodo nos presenta una de las versiones del Decálogo. Las famosas diez palabras
que sirven de referente para vivir una relación justa con Dios y con los
semejantes. Las primeras palabras establecen con claridad la forma correcta de
relacionarnos con Dios. Solamente él amerita que le amemos con total entrega.
Ninguna otra realidad, ni humana ni material, puede ser amada como amamos a
Dios. Él está por encima de cualquier otro valor o vínculo. De ahí que se
prohíba afanarse por conseguir riquezas a costa de la explotación o del trabajo
excesivo de los animales y de los débiles. El descanso es una interrupción del
trabajo productivo que nos humaniza. No se puede "endiosar" la
ganancia. Por eso mismo, Jesús reacciona con gran firmeza cuando derriba las mesas
en el templo. Los promotores del culto religioso en realidad son pura
apariencia: les importa el negocio y en manera alguna la fidelidad a Dios.
ANTÍFONA DE
ENTRADA Cfr. Sal 24, 15-16
Mis ojos
están siempre fijos en el Señor, pues él libra mis pies de toda trampa. Mírame,
Señor, y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido.
No se dice
Gloria.
ORACIÓN
COLECTA
Señor Dios,
fuente de misericordia y de toda bondad, que enseñaste que el remedio contra el
pecado está en el ayuno, la oración y la limosna, mira con agrado nuestra
humilde confesión, para que a quienes agobia la propia conciencia nos
reconforte siempre tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE
LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA
La ley fue
dada por Dios a Moisés.
Del libro del
Éxodo: 20, 1-17
En aquellos
días, el Señor promulgó estos preceptos para su pueblo en el monte Sinaí,
diciendo: "Yo soy el Señor, tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto y
de la esclavitud. No tendrás otros dioses fuera de mí; no te fabricarás ídolos
ni imagen alguna de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o en
el agua, y debajo de la tierra. No adorarás nada de eso ni le rendirás culto,
porque yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso, que castiga la maldad de los
padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me
odian; pero soy misericordioso hasta la milésima generación de aquellos que me
aman y cumplen mis mandamientos.
No harás mal
uso del nombre del Señor, tu Dios, porque no dejará el Señor sin castigo a
quien haga mal uso de su nombre. Acuérdate de santificar el sábado. Seis días
trabajarás y en ellos harás todos tus quehaceres; pero el día séptimo es día de
descanso, dedicado al Señor, tu Dios. No harás en él trabajo alguno, ni tú, ni
tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni el
forastero que viva contigo. Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la
tierra, el mar y cuanto hay en ellos, pero el séptimo, descansó. Por eso
bendijo el Señor el sábado y lo santificó.
Honra a tu
padre y a tu madre para que vivas largos años en la tierra que el Señor, tu
Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás
falso testimonio contra tu prójimo. No codiciarás la casa de tu prójimo, ni a
su mujer, ni a su esclavo, ni a su esclava, ni su buey, ni su burro, ni cosa
alguna que le pertenezca". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO
RESPONSORIAL
Del salmo 18,
8. 9. 10. 11
R/. Tú
tienes, Señor, palabras de vida eterna.
La ley del
Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras
del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
En los
mandamientos de Dios hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los
preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad
de Dioses santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son
verdaderos y enteramente justos. R/.
Que te sean
gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón. Haz, Señor, que
siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación. R/.
SEGUNDA
LECTURA
Predicarlo y
a Cristo crucificado, escándalo para los hombres, pero sabiduría de Dios para
los llamados.
De la primera
carta del apóstol san Pablo a los corintios: 1, 22-25
Hermanos: Los
judíos exigen señales milagrosas y los paganos piden sabiduría. Pero nosotros
predicamos a Cristo crucificado, que es escándalo para los judíos y locura para
los paganos; en cambio, para los llamados, sean judíos o paganos, Cristo es la
fuerza y la sabiduría de Dios. Porque la locura de Dios es más sabia que la
sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza de
los hombres. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn, 3, 16
R/. Honor y
gloria a ti, Señor Jesús.
Tanto amó
Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él
tenga vida eterna. R/.
EVANGELIO
Destruyan
este templo y en tres días lo reconstruiré.
Del santo
Evangelio según san Juan: 2, 13-25
Cuando se
acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró en el
templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas con sus
mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y
sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo
las monedas; y a los que vendían palomas les dijo: "Quiten todo de aquí y
no conviertan en un mercado la casa de mi Padre".
En ese
momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito: El celo de tu
casa me devora.
Después
intervinieron los judíos para preguntarle: "¿Qué señal nos das de que
tienes autoridad para actuar así?". Jesús les respondió: "Destruyan
este templo y en tres días lo reconstruiré". Replicaron los judíos:
"Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo
vas a levantar en tres días?". Pero él hablaba del templo de su cuerpo.
Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, se acordaron sus
discípulos de que había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las
palabras que Jesús había dicho.
Mientras
estuvo en Jerusalén para las fiestas de Pascua, muchos creyeron en él, al ver
los prodigios que hacía. Pero Jesús no se fiaba de ellos, porque los conocía a
todos y no necesitaba que nadie le descubriera lo que es el hombre, porque él
sabía lo que hay en el hombre. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE
FE
CREDO de los
Apóstoles
Creo en Dios,
Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su
único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu
Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue
crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día
resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha
de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los
santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Instruidos
por el ejemplo de Jesús, el Señor, que en el desierto se entregaba a la
oración, oremos también nosotros con insistencia a nuestro Dios: (R/.
Escúchanos, Señor.)
Para que
todos los fieles, por medio de las penitencias y prácticas cuaresmales, sean
purificados de sus culpas y vean fortalecida su vida cristiana, roguemos al
Señor.
Para que
todos los pueblos alcancen la paz, la tranquilidad y el bienestar necesario y puedan
así buscar más fácilmente los bienes del cielo, roguemos al Señor.
Para que el
Señor conceda su fuerza a los que se ven tentados o se sienten turbados,
infunda el deseo de la conversión a los pecadores y otorgue el consuelo del
cielo a los que están tristes o abatidos, roguemos al Señor.
Para que
infunda en todos nosotros el deseo de una verdadera conversión, a fin de que
nos preparemos a celebrar debidamente el sacramento pascual de la penitencia,
roguemos al Señor.
Señor, Dios
nuestro, abre nuestros corazones a tus mandatos y haz que penetremos en la
sabiduría de la cruz, para que, liberados del egoísmo que nos aprisiona,
alcancemos los dones del Espíritu Santo y lleguemos a ser templo vivo en el que
tú deseas recibir nuestra adoración. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE
LAS OFRENDAS
Por estas
ofrendas, Señor, concédenos benigno el perdón de nuestras ofensas, y ayúdanos a
perdonar a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Prefacio de
Cuaresma III
Los frutos de
la penitencia
En verdad es
justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo
lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque has querido que
en nuestras privaciones voluntarias encontremos un motivo para bendecirte, ya
que nos ayudan a refrenar nuestras pasiones desordenadas y, al damos ocasión de
compartir nuestros bienes con los necesitados, nos hacen imitadores de tu
generosidad. Por eso, con todos los ángeles, te glorificamos y te aclamamos
diciendo:
Santo, Santo,
Santo...
ANTÍFONA DE
LA COMUNIÓN Sal 83, 4-5
El gorrión ha
encontrado una casa, y la golondrina un nido donde poner sus polluelos: junto a
tus altares, Señor de los ejércitos, Rey mío y Dios mío. Dichosos los que viven
en tu casa y pueden alabarte siempre.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados
en la tierra con el pan del cielo, prenda de eterna salvación, te suplicamos,
Señor, que lleves a su plenitud en nuestra vida la gracia recibida en este
sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE
EL PUEBLO
Dirige,
Señor, los corazones de tus fieles y da en tu bondad a tus siervos una gracia
tan grande que, cumpliendo en plenitud tus mandamientos, nos haga permanecer en
tu amor y en el de nuestro prójimo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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