TODOS VERÁN LA SALVACIÓN DE DIOS
Con mucho entusiasmo y una gran convicción el
profeta Baruc anima a sus lectores a alegrarse por la llegada de los israelitas
repatriados. Es necesario ponerse la diadema de la victoria, ponerse de pie y
alegrarse porque Dios cumple su palabra. Él es quien encabeza la columna de los
repatriados que retornan. Recurriendo al lenguaje hiperbólico, el profeta
imagina que barrancos y colinas se nivelarán a fin de asegurar la marcha de los
caminantes. Con esas mismas imágenes se expresó también Isaías y, a partir de
las mismas, inició Juan Bautista su movimiento de renovación general en la vida
de Israel. Una transformación de fondo no se opera de manera sencilla, antes
bien, es necesario recurrir a un relato y un símbolo poderoso. Juan Bautista
reaviva el tema del paso del Jordán y lo asocia al bautismo y la confesión de
pecados. Desde esa narrativa pretendía sentar las bases para un cambio
verdadero, nacido del interior de la persona.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 30, 19. 30
Pueblo de Sión, mira que el Señor va a venir para
salvar a todas las naciones y dejará oír la majestad de su voz para alegría de
tu corazón.
No se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, haz que ninguna
ocupación terrena sirva de obstáculo a quienes van presurosos al encuentro de
tu Hijo, antes bien, que el aprendizaje de la sabiduría celestial, nos lleve a
gozar de su presencia. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Dios mostrará su grandeza.
Del libro del profeta Baruc: 5, 1-9:
Jerusalén, despójate de tus vestidos de luto y
aflicción, y vístete para siempre con el esplendor de la gloria que Dios te da;
envuélvete en el manto de la justicia de Dios y adorna tu cabeza con la diadema
de la gloria del Eterno, porque Dios mostrará tu grandeza a cuantos viven bajo
el cielo. Dios te dará un nombre para siempre: "Paz en la justicia y
gloria en la piedad".
Ponte de pie, Jerusalén, sube a la altura, levanta
los ojos y contempla a tus hijos, reunidos de oriente y de occidente, a la voz
del espíritu, gozosos porque Dios se acordó de ellos. Salieron a pie, llevados
por los enemigos; pero Dios te los devuelve llenos de gloria, como príncipes
reales.
Dios ha ordenado que se abajen todas las montañas y
todas las colinas, que se rellenen todos los valles hasta aplanar la tierra,
para que Israel camine seguro bajo la gloria de Dios. Los bosques y los árboles
fragantes le darán sombra por orden de Dios. Porque el Señor guiará a Israel en
medio de la alegría y a la luz de su gloria, escoltándolo con su misericordia y
su justicia.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5.6
R/. Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.
Cuando el Señor nos hizo volver del cautiverio,
creíamos soñar; entonces no cesaba de reír nuestra boca, ni se cansaba entonces
la lengua de cantar. R/.
Aun los mismos paganos con asombro decían:
"¡Grandes cosas ha hecho por ellos el Señor!". Y estábamos alegres,
pues ha hecho grandes cosas por su pueblo el Señor. R/.
Como cambian los ríos la suerte del desierto,
cambia también ahora nuestra suerte, Señor, y entre gritos de júbilo cosecharán
aquellos que siembran con dolor. R/.
Al ir, iban llorando, cargando la semilla; al
regresar, cantando vendrán con sus gavillas. R/.
SEGUNDA LECTURA
Manténganse limpios e irreprochables para el día de
Cristo.
De la carta apóstol san Pablo a los filipenses: 1,
4-6. 8-11
Hermanos: Siempre que pido por ustedes, lo hago con
gran alegría, porque han colaborado conmigo en la causa del Evangelio, desde el
primer día hasta ahora. Estoy convencido de que aquel que comenzó en ustedes
esta obra, la irá perfeccionando siempre hasta el día de la venida de Cristo
Jesús.
Dios es testigo de cuánto los amo a todos ustedes
con el amor entrañable con que los ama Cristo Jesús. Y ésta es mi oración por
ustedes: Que su amor siga creciendo más y más y se traduzca en un mayor
conocimiento y sensibilidad espiritual. Así podrán escoger siempre lo mejor y
llegarán limpios e irreprochables al día de la venida de Cristo, llenos de los
frutos de la justicia, que nos viene de Cristo Jesús, para gloria y alabanza de
Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 3, .4.6
R/. Aleluya, aleluya.
Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus
senderos, y todos los hombres verán al Salvador. R/.
EVANGELIO
Todos verán la salvación de Dios.
Del santo Evangelio según san Lucas: 3, 1-6
En el año décimo quinto del reinado del César
Tiberio, siendo Poncio Pilato procurador de Judea; Herodes, tetrarca de
Galilea; su hermano Filipo, tetrarca de las regiones de Iturea y Traconítide; y
Lisarías, tetrarca de Abilene; bajo el pontificado de los sumos sacerdotes Anás
y Caifás, vino la palabra de Dios en el desierto sobre Juan, hijo de Zacarías.
Entonces comenzó a recorrer toda la comarca del
Jordán, predicando un bautismo de penitencia para el perdón de los pecados,
como está escrito en el libro de las predicciones del profeta Isaías:
Ha resonado una voz en el desierto: Preparen el
camino del Señor, hagan rectos sus senderos. Todo valle será rellenado, toda
montaña y colina, rebajada; lo tortuoso se hará derecho, los caminos ásperos
serán allanados y todos los hombres verán la salvación de Dios. Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Salgamos al encuentro del Señor, que se acerca a
nosotros con designios de paz, y presentémosle confiados nuestra plegaria.
Digamos confiadamente: Ven Señor Jesús.
(R/. Ven Señor Jesús.)
Para que la Iglesia viva alegre, sin inquietarse
por nada, y, llena de esperanza, crea que el Señor está cerca de ella, roguemos
al Señor
Para que nuestro tiempo, con la ayuda de Dios, goce
de seguridad, de alegría y de paz, roguemos al Señor
Para que el Señor, con su venida, conforte los
corazones abatidos y fortalezca las rodillas que se doblan, roguemos al Señor.
Para que nuestra fe crea firmemente en los dones
que Dios nos promete y, ayudados por la gracia divina, nos dispongamos a
recibir los auxilios que él nos envía, roguemos al Señor.
Señor Dios, grande en el amor, que llamas a los
humildes al esplendor de tu reino, escucha nuestra oración y endereza nuestro
camino hacia ti; abaja los montes elevados de nuestra soberbia, para que
celebremos con fe ardiente la venida de Jesucristo, tu Hijo. El, que vive y
reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes
súplicas y ofrendas, y puesto que no tenemos méritos en qué apoyarnos, nos
socorra el poderoso auxilio de tu benevolencia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Cristo, Señor y Juez de la historia
En verdad es justo darte gracias, es nuestro deber
cantar en tu honor himnos de bendición y de alabanza, Padre todopoderoso,
principio y fin de todo lo creado. Tú nos has ocultado el día y la hora en que
Cristo, tu Hijo. Señor y juez de la historia, aparecerá sobre las nubes del
cielo, revestido de poder y de gloria. En aquel día terrible y glorioso pasará
la figura de este mundo y nacerán los cielos nuevos y la tierra nueva. E] mismo
Señor que entonces se nos mostrará lleno de gloria, viene ahora a nuestro
encuentro en cada hombre y en cada acontecimiento, para que lo recibamos en la
fe y por el amor demos testimonio de la espera dichosa de su Reino. Por eso,
anhelando su venida gloriosa, unidos a los ángeles y a los santos, cantamos el
himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Bar 5, 5; 4, 36
Levántate, Jerusalén, sube a lo alto, para que
contemples la alegría que te viene de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados por el alimento que nutre nuestro
espíritu, te rogamos, Señor, que, por nuestra participación en estos misterios,
nos enseñes a valorar sabiamente las cosas de la tierra y a poner nuestro
corazón en las del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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