¿QUÉ TENEMOS QUE HACER?
Salvación y compromiso personal. Regalo del amor de
Dios y responsabilidad humana. Son las dos vertientes que podemos apreciar en
estas dos lecturas. Sofonías vivió a mediados del siglo VI a. C tratando de
consolidar el intento de reforma religiosa iniciado por el rey Josías. Alcanzó
a advertir que sobrevendría una catástrofe sobre Jerusalén y los amonestó a
convenirse. Su libro, del que ahora escuchamos el cierre, termina con un
mensaje de esperanza, donde presenta a Dios como un soldado victorioso que
salva a los judíos de la opresión asiria. Ese mensaje tiene que completarse con
el que nos ofrece Juan Bautista. Ciertamente el reinado de Dios se aproxima,
pero no hay cabida para cruzarse de brazos. Es tiempo de desandar las rutas de
la injusticia y caminar por las sendas de la compasión, la solidaridad y la
justicia.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Flp 4, 4. 5
Estén siempre alegres en el Señor, les repito,
estén alegres. El Señor está cerca.
No se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que contemplas a tu pueblo esperando
fervorosamente la fiesta del nacimiento de tu Hijo, concédenos poder alcanzar
la dicha que nos trae la salvación y celebrarla siempre, con la solemnidad de
nuestras ofrendas y con vivísima alegría. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El Señor se alegrará en ti.
Del libro profeta Sofonías: 3, 14-18
Canta, hija de Sión, da gritos de júbilo, Israel,
gózate y regocíjate de todo corazón, Jerusalén. El Señor ha levantado su
sentencia contra ti, ha expulsado a todos tus enemigos. El Señor será el rey de
Israel en medio de ti y ya no temerás ningún mal.
Aquel día dirán a Jerusalén: "No temas, Sión,
que no desfallezcan tus manos. El Señor, tu Dios, tu poderoso salvador, está en
medio de ti. Él se goza y se complace en ti; él te ama y se llenará de júbilo
por tu causa, como en los días de fiesta". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Isaías 12, 2-3. 4bcd. 5-6
R/. El Señor es mi Dios y salvador.
El Señor es mi Dios y salvador, con él estoy seguro
y nada temo. El Señor es mi protección y mi fuerza y ha sido mi salvación.
Sacarán agua con gozo de la fuente de salvación. R/.
Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a
los pueblos sus hazañas, proclamen que su nombre es sublime. R/.
Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda
la tierra. Griten jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de Israel ha
sido grande con ustedes. R/.
SEGUNDA LECTURA
El Señor está cerca.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses:
4, 4-7
Hermanos míos: Alégrense siempre en el Señor; se lo
repito: ¡alégrense! Que la benevolencia de ustedes sea conocida por todos. El
Señor está cerca. No se inquieten por nada; más bien presenten en toda ocasión
sus peticiones a Dios en la oración y la súplica, llenos de gratitud. Y que la
paz de Dios, que sobrepasa toda inteligencia, custodie sus corazones y sus
pensamientos en Cristo Jesús. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Is 61, 1 (cit. en Lc
4, 18)
R/. Aleluya, aleluya.
El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha enviado
para anunciar la buena nueva a los pobres. R/.
EVANGELIO
¿Qué debemos hacer?
Del santo Evangelio según san Lucas: 3, 10-18
En aquel tiempo, la gente le preguntaba a Juan el
Bautista: "¿Qué debemos hacer?". Él contestó: "Quien tenga dos
túnicas, que dé una al que no tiene ninguna, y quien tenga comida, que haga lo
mismo". También acudían a él los publicanos para que los bautizara, y le
preguntaban: "Maestro, ¿qué tenemos que hacer nosotros?". Él les
decía: "No cobren más de lo establecido". Unos soldados le
preguntaron: "Y nosotros, ¿qué tenemos que hacer?". Él les dijo:
"No extorsionen a nadie, ni denuncien a nadie falsamente, sino conténtense
con su salario". Como el pueblo estaba en expectación y todos pensaban que
quizá Juan era el Mesías, Juan los sacó de dudas, diciéndoles: "Es cierto
que yo bautizo con agua, pero ya viene otro más. Poderoso que yo, a quien no
merezco desatarle las correas de sus sandalias. Él los bautizará con el
Espíritu Santo y con fuego. Él tiene el bieldo en la mano para separar el trigo
de la paja; guardará el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que
no se extingue".
Con éstas y otras muchas exhortaciones anunciaba al
pueblo la buena nueva. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
CREDO
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Confortados por el anuncio de la venida del Señor,
oremos, hermanos, mientras esperamos confiadamente nuestra total liberación.
Digamos confiadamente:
(R/. Ven Señor Jesús.)
Para que Dios visite a la santa Iglesia con su
venida y la gobierne con su asistencia, roguemos al Señor.
Para que con la tutela divina nuestros tiempos sean
tranquilos y nuestra vida feliz, roguemos al Señor.
Para que el Señor con su venida cure los dolores de
los enfermos, dé paz y alegría a los que no la tienen y libre al mundo de todos
los males, roguemos al Señor.
Para que quienes ahora recordamos con piedad la
primera venida del Señor en la carne, merezcamos participar también con gozo en
su gloriosa aparición al final de los tiempos, roguemos al Señor.
Escucha nuestra oración, Señor, Dios todopoderoso,
y renuévanos con el fuego de tu Espíritu Santo; haz que, avanzando por las
sendas de tus mandatos, anunciemos a todos los hombres la alegre noticia de la
venida de tu Hijo. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que este sacrificio, Señor, que te ofrecemos con
devoción, nunca deje de realizarse, para que cumpla el designio que encierra
tan santo misterio y obre eficazmente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
PREFACIO
PREFACIO DE ADVIENTO III
LA DOBLE ESPERA DE CRISTO
El siguiente prefacio se dice en las Misas del
tiempo desde el 17 hasta el día 24 de diciembre, y en las restantes Misas que
se celebran durante este mismo tiempo y no tienen prefacio propio.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y
salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor
nuestro.
A Él que había sido anunciado por los profetas, la
Virgen Madre lo llevó en su seno con amor inefable; Juan Bautista proclamó la
inminencia de su venida y reveló su presencia entre los hombres.
El mismo Señor nos concede ahora preparar con
alegría el misterio de su nacimiento, para que su llegada nos encuentre
perseverantes en la oración y proclamando gozosamente su alabanza.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles, y con
todos los coros celestiales cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Is 35, 4
Digan a los cobardes: "¡Animo, no teman!;
miren a su Dios: viene en persona a salvarlos".
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Imploramos, Señor, tu misericordia, para que estos
divinos auxilios nos preparen, purificados de nuestros pecados, para celebrar
las fiestas venideras.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
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