viernes, 14 de diciembre de 2018

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20181216



Podemos hablar ampliamente sobre lo que los demás gobernantes, obispos, educadores tienen que hacer. Nos explayamos dando nuestro parecer sobre todo lo que los demás deberían realizar para mejorar la situación del país. Por desgracia solemos olvidarnos de lo que nosotros tenemos que hacer. Los oyentes de Juan Bautista se "pusieron el saco", es decir, se sintieron aludidos por las duras palabras del profeta que los motejaba con el sonoro título de raza de víboras. Las respuestas que Juan ofreció desde hace dos mil años no han envejecido. Al contrario, han aumentado su urgencia puesto que vivimos en una sociedad muy inequitativa, con enormes brechas de desigualdad entre los que ocupan el piso bajo de la pirámide social y los que están en el pent-house. Compartir los bienes, abstenerse de conseguir ganancias por medio de la violencia y las prácticas corruptas o abusando de la demanda de empleo de las personas, es totalmente contrario al designio de Dios.

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