EL TIEMPO DE LAS BODAS
El profeta Isaías dirige un mensaje directo a los habitantes de
Jerusalén que puede dividirse en dos tiempos claramente distintos. Al tiempo de
la devastación y el abandono (destrucción de Jerusalén y marcha al destierro)
seguirá el tiempo de las bodas y la reconciliación (repoblamiento y
reconstrucción de Jerusalén). La ciudad es comparada con una joven esposa que
va a desposarse. El esposo, como es común en la tradición bíblica, es Dios
mismo. Después de un tiempo de ruptura y separación, Dios y su pueblo volverán
a reavivar su amor. Como todo reencuentro amoroso estará marcado por la
alegría. En esa tónica podemos entender el primero de los signos que nos
presenta el cuarto Evangelio, En la boda de Caná de Galilea abunda el vino. Es
el anticipo de la vida abundante que Dios ofrece a las mujeres y hombres bien
dispuestos, que se decidan a "hacer lo que él manda".
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 65, 4
Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera; que todos canten himnos
en tu honor y alabanzas a tu nombre.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que gobiernas los cielos y la tierra,
escucha con amor las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida
transcurran en tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Como el esposo se alegra con la esposa.
Del libro del profeta Isaías: 62,1-5
Por amor a Sión no me callaré y por amor a Jerusalén no me daré reposo,
hasta que surja en ella esplendoroso el justo y brille su salvación como una
antorcha.
Entonces las naciones verán tu justicia, y tu gloria todos los reyes.
Te llamarán con un nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor. Serás
corona de gloria en la mano del Señor y diadema real en la palma de su mano.
Ya no te llamarán "Abandonada", ni a tu tierra,
"Desolada"; a ti te llamarán "Mi complacencia" y a tu
tierra, "Desposada", porque el Señor se ha complacido en ti y se ha
desposado con tu tierra.
Como un joven se desposa con una doncella, se desposará contigo tu
hacedor; como el esposo se alegra con la esposa, así se alegrará tu Dios
contigo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 95, 1-2. 26-3. 7-8a. 9-10ac
R/. Cantemos la grandeza del Señor.
Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor toda la tierra;
cantemos al Señor y bendigámoslo. R/.
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los pueblos;
de nación en nación, sus maravillas. R/.
Alaben al Señor, pueblos del orbe, reconozcan su gloria y su poder y
tribútenle honores a su nombre. R/.
Caigamos en su templo de rodillas. Tiemblen ante el Señor los
atrevidos. "Reina el Señor", digamos a los pueblos, gobierna a las
naciones con justicia. R/.
SEGUNDA LECTURA
Uno solo y el mismo Espíritu distribuye sus dones según su voluntad
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 4-11
Hermanos: Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay
diferentes servicios, pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades,
pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo.
En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Uno recibe el
don de la sabiduría; otro, el don de la ciencia. A uno se le concede el don de
la fe; a otro, la gracia de hacer curaciones y a otro más, poderes milagrosos.
Uno recibe el don de profecía, y otro, el de discernir los espíritus. A uno se
le concede el don de lenguas y a otro, el de interpretarlas. Pero es uno solo y
el mismo Espíritu el que hace todo eso, distribuyendo a cada uno sus dones,
según su voluntad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 2 Ts 2, 14
R/. Aleluya, aleluya.
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria
de nuestro Señor Jesucristo. R/.
EVANGELIO
La primera señal milagrosa de Jesús, en Caná de Galilea.
Del santo Evangelio según san Juan: 2,1-11
En aquel tiempo, hubo una boda en Caná de Galilea, a la cual asistió la
madre de Jesús. Éste y sus discípulos también fueron invitados. Como llegara a
faltar el vino, María le dijo a Jesús: "Ya no tienen vino". Jesús le
contestó: "Mujer, ¿qué podemos hacer tú y yo? Todavía no llega mi
hora". Pero ella dijo a los que servían "Hagan lo que él les
diga".
Había allí seis tinajas de piedra, de unos cien litros cada una, que
servían para las purificaciones de los judíos. Jesús dijo a los que servían:
"Llenen de agua esas tinajas". Y las llenaron hasta el borde.
Entonces les dijo: "Saquen ahora un poco y llévenselo al encargado de la
fiesta".
Así lo hicieron, y en cuanto el encargado de la fiesta probó el agua
convertida en vino, sin saber su procedencia, porque sólo los sirvientes la
sabían, llamó al novio y le dijo: "Todo el mundo sirve primero el vino
mejor, y cuando los invitados ya han bebido bastante, se sirve el corriente.
Tú, en cambio, has guardado el vino mejor hasta ahora".
Esto que Jesús hizo en Caná de Galilea fue el primero de sus signos.
Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos al Señor y pidámosle que escuche compasivamente
nuestras plegarias:
Por la santa Iglesia de Dios, para que Dios, nuestro Señor, le conceda
la paz y la unidad y la proteja en todo el mundo, roguemos al Señor.
Por los gobernantes de nuestra patria y de todas las naciones, para que
Dios, nuestro Señor, dirija sus pensamientos y decisiones hacia una paz
verdadera, roguemos al Señor.
Por los que están en camino de conversión y por los que se preparan a
recibir el bautismo, para que Dios, nuestro Señor, les abra la puerta de la
misericordia y les dé parte en la vida nueva de Cristo Jesús, roguemos al
Señor.
Por nuestros familiares y amigos que no están ahora aquí con nosotros,
para que Dios, nuestro Señor, escuche sus oraciones y lleve a la realidad sus
deseos, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que, en la hora de la cruz, invitaste a la humanidad a
unirse a Cristo, esposo y Señor, escucha nuestras oraciones y haz que la
Iglesia experimente en el convite dominical la fuerza transformadora del amor
de Cristo y sepa pregustar en este convite la esperanza alegre de las bodas
eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente en estos misterios, porque
cada vez que se celebra el memorial de este sacrificio, se realiza la obra de
nuestra redención. Por Jesucristo nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio
Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y
de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación
consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 22 5
Para mí, Señor has preparado la mesa y has llenado mi copa hasta los
bordes.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad, para que, saciados con el
pan del cielo, vivamos siempre unidos en tu amor. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
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