sábado, 9 de enero de 2021

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20210110

 

La fe cristiana ha sido en ocasiones atacada como si se tratase de un sueño demasiado bueno para ser verdad. La fe habla de un Dios que algunos desprecian como a un ser lejano del cielo o una fantasía manipulada por los clérigos para acercarse dinero de los fieles. Otorga un sentido eterno a nuestras vidas que para algunos es una decepción, dulce pero engañosa. Reconoce valores morales como la solidaridad y la justicia, en medio de un ambiente Cínico ante tales valores y convencido del egoísmo. Para algunos, los seres humanos son destinados a vivir una vida breve, luchar para derribar a los demás, ser sepultados y extinguirse en la dura tierra. En cambio, las lecturas de hoy nos exhortan a renovar nuestra fe bautismal de que la vida vale la pena y que estamos destinados no a la putrefacción, sino al amor divino.

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