sábado, 3 de abril de 2021

I DOMINGO DE PASCUA DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR SOLEMNIDAD Domingo 4 de abril 2021

 



 
LA RESURRECCIÓN TRAE CONSIGO UN NUEVO ENTENDIMIENTO
 
Hech 10, 34. 37-43; Sal 117; Co13, 1-4; Jn 20, 1-9;
 
En los Evangelios, el discípulo Pedro no parece entender mucho acerca de Jesús y su mensaje. Concibe la obra de Cristo, como un privilegio destinado únicamente para unos pocos. Pero en el libro de Hechos, que ha sido considerado siempre como el complemento del tercer Evangelio, se transforma. Comienza predicando que Dios no hace distinciones entre personas, que acepta a cualquiera que sea bueno y honrado, sin mirar la raza o nación de la que proceda. Finalmente ha comprendido. El mismo proceso se evidencia en la narración del camino a Emaús. Dos discípulos anónimos empiezan su viaje en medio de la decepción, la tristeza y la frustración. Pero al final del camino se les abren los ojos y sus corazones arden dentro de ellos. ¿Qué propició tal cambio de entendimiento en Pedro y en los dos discípulos? La respuesta es la presencia del Señor resucitado.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 139, 19. 5-6
 
He resucitado y estoy contigo, aleluya: has puesto tu mano sobre mí, aleluya: tu sabiduría ha sido maravillosa, aleluya, aleluya.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor Dios, que por medio de tu Unigénito, vencedor de la muerte, nos has abierto hoy las puertas de la vida eterna, concede a quienes celebramos la solemnidad de la resurrección del Señor, resucitar también en la luz de la vida eterna, por la acción renovadora de tu Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Hemos comido y bebido con Cristo resucitado.
 
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 10, 34. 37-43
 
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: "Ya saben ustedes lo sucedido en toda Judea, que tuvo principio en Galilea, después del bautismo predicado por Juan: cómo Dios ungió con el poder del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret y cómo éste pasó haciendo el bien, sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. Nosotros somos testigos de cuanto él hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de la cruz, pero Dios lo resucitó al tercer día y concedió verlo, no a todo el pueblo, sino únicamente a los testigos que él, de antemano, había escogido: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de que resucitó de entre los muertos.
Él nos mandó predicar al pueblo y dar testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que cuantos creen en él reciben, por su medio, el perdón de los pecados".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 117, 1-2. 16ab-17. 22-23.
R/. Este es el día del triunfo del Señor. Aleluya.
 
Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Diga la casa de Israel: "Su misericordia es eterna". R/.
 
La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es nuestro orgullo. No moriré, continuaré viviendo para contar lo que el Señor ha hecho. R/.
 
La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Tiren la antigua levadura, pues Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado.
 
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 5, 6-8
 
Hermanos: ¿No saben ustedes que un poco de levadura hace fermentar toda la masa? Tiren la antigua levadura, para que sean ustedes una masa nueva, ya que son pan sin levadura, pues Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado.
Celebremos, pues, la fiesta de la Pascua, no con la antigua levadura, que es de vicio y maldad, sino con el pan sin levadura, que es de sinceridad y verdad.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 

SECUENCIA
 
Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.
               
Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.
 
Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.
 
"¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?"
"A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
 
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!
 
Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua."
 
Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.
 
Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
 
 
ACLAMACiÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 1 Co 5, 7-8
 
R/. Aleluya, aleluya.
 
Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado; celebremos, pues, la Pascua. R/.
 
EVANGELIO
 
Él debía resucitar de entre los muertos.
 
Del santo Evangelio según san Juan: 20, 1-9
 
El primer día después del sábado, estando todavía oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó acorrer, llegó a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto".
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro, e inclinándose, miró los lienzos puestos en el suelo, pero no entró.
En eso llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo, y entró en el sepulcro. Contempló los lienzos puestos en el suelo y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, puesto no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó, porque hasta entonces no habían entendido las Escrituras, según las cuales Jesús debía resucitar de entre los muertos.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO de los Apóstoles
 
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Llenos de gozo por la santa Resurrección del Señor, purificados nuestros sentimientos y renovado nuestro espíritu, supliquemos con insistencia al Señor, diciendo: Rey vencedor, escúchanos. R/. Rey vencedor, escúchanos.
 
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección ha sido constituido Cabeza de la Iglesia, pidámosle que, por su amor, conceda gozo y exultación a todos los fieles que celebran su triunfo.
 
A Cristo, que, con su santa resurrección ha otorgado el perdón y la paz a los pecadores, supliquémosle que quienes han regresado al camino de la vida conserven íntegramente los dones que la misericordia del Padre les ha restituido.
 
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección ha inaugurado la resurrección universal, pidámosle que alegre el corazón de los hombres que aún desconocen [los frutos de] su victoria y, con el anuncio evangélico, llene de gozo a todos los pueblos y naciones.
 
A Cristo, que, con su santa resurrección, ha colmado de alegría a los pueblos, los ha enriquecido con sus dones y ha hecho vibrar de gozo nuestros corazones, pidámosle que renueve la esperanza de los que sufren y lloran.
 
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección, ha alegrado al mundo entero, pidámosle que renueve nuestro espíritu y nos conceda la esperanza firme de compartir su triunfo y de resucitar con él a una vida nueva.
 
Señor Jesucristo, que en el cielo eres glorificado por los ángeles y los santos y en la tierra eres enaltecido y adorado por tu Iglesia, en esta fiesta gloriosa de tu Resurrección te pedimos que escuches nuestras plegarias y extiendas tu diestra misericordiosa sobre este pueblo que tiene puesta toda su esperanza en tu resurrección. Tú, que vives y reinas, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Llenos de júbilo por el gozo pascual te ofrecemos. Señor, este sacrificio, mediante el cual admirablemente nace y se nutre tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El misterio pascual
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en este tiempo, en que Cristo, nuestra pascua, fue inmolado. Porque Él es el Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo: muriendo, destruyó nuestra muerte, y resucitando, restauró la vida. Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Co 5,7-8
 
Cristo nuestro Cordero Pascual ha sido inmolado. Aleluya. Celebremos, pues, la Pascua, con el pan sin levadura, que es sinceridad y verdad. Aleluya.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Dios de bondad, protege paternalmente con amor incansable a tu Iglesia, para que renovada por los misterios pascuales, pueda llegar a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
DESPEDIDA
 
Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Pueden ir en paz. Aleluya, aleluya.
R. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.

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