La Solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe nos proporciona
una magnífica oportunidad de reflexionar sobre nuestra historia. La historia no
es sólo un tema para los historiadores que enseñan cursos sobre ella en las
universidades ni tampoco para los políticos que quieren ganar votos para las
próximas elecciones. Es un tema importante para cada persona, porque la
historia nos hizo lo que somos. ¿De dónde venimos? ¿Cómo llegamos hasta aquí?
Si no podemos contestar éstas y otras preguntas similares acerca de nuestra
nación o de toda América Latina, ¿por qué no reflexionar sobre la historia de
nuestra ciudad o nuestro barrio o nuestra familia? Lo importante es resaltar el
papel de los pobres y sencillos porque, como nos ha enseñado La Morenita, con
sabiduría y ternura infinita, son ellos los preferidos de Dios y son ellos los
que protagonizan la historia.
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