"¡FELICES LOS QUE HAN CREÍDO SIN HABER VISTO!"
Hech 2, 42-47; Sal 117; 1 Pedro 1,3-9; Jn 20, 19-31
El relato de Jesús resucitado y el Apóstol Tomás, tan célebre,
manifiesta una táctica literaria del evangelista. A éste le gusta confrontar
ciertas facetas de la fe cristiana por medio de una narración que las
individualiza y dramatiza. Por ejemplo, el capítulo 11 individualiza la fe de
que Jesús es la vida y la resurrección en la persona de Lázaro y la dramatiza
mediante su resurrección. En el capítulo 20, Juan confronta una actitud acerca
de la resurrección de Jesús que otros evangelistas han mostrado en sus obras,
pero que nuestro evangelista ha reservado a este relato. Claro que se trata de
la duda sobre la resurrección, que se individualiza y dramatiza en Tomás. La
resolución ofrece apoyo a "los que han creído sin haber visto" (v.
29).
ANTÍFONA DE ENTRADA 1 Pedro 2, 2
Como niños recién nacidos, anhelen una leche pura y espiritual que los
haga crecer hacia la salvación. Aleluya.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios de eterna misericordia, que reanimas la fe de este pueblo a ti
consagrado con la celebración anual de las fiestas pascuales, aumenta en
nosotros los dones de tu gracia, para que todos comprendamos mejor la
excelencia del bautismo que nos ha purificado, la grandeza del Espíritu que nos
ha regenerado y el precio de la Sangre que nos ha redimido. Por nuestro Señor
Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Los creyentes vivían unidos y todo lo tenían en común.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 42-47
En los primeros días de la Iglesia, todos los que habían sido
bautizados eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la
comunión fraterna, en la fracción del pan y en las oraciones. Toda la gente
estaba llena de asombro y de temor, al ver los milagros y prodigios que los
apóstoles hacían en Jerusalén.
Todos los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común. Los que
eran dueños de bienes o propiedades los vendían, y el producto era distribuido
entre todos, según las necesidades de cada uno. Diariamente se reunían en el
templo, y en las casas partían el pan y comían juntos, con alegría y sencillez
de corazón. Alababan a Dios y toda la gente los estimaba. Y el Señor aumentaba
cada día el número de los que habían de salvarse.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 117, 2-4. 13-15. 22-24.
R/. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
Diga la casa de Israel: "Su misericordia es eterna". Diga la
casa de Aarón: "Su misericordia es eterna". Digan los que temen al
Señor: "Su misericordia es eterna". R/.
Querían a empujones derribarme, pero Dios me ayudó. El Señor es mi
fuerza y mi alegría, en el Señor está mi salvación R/.
La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular.
Esto es, obra de la mano del Señor, es un milagro patente. Este es el día del
triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/.
SEGUNDA LECTURA
La resurrección de Cristo nos da la esperanza de una vida nueva.
De la primera carta del apóstol san Pedro: 1, 3-9
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por su gran
misericordia, porque al resucitar a Jesucristo de entre los muertos, nos
concedió renacer a la esperanza de una vida nueva, que no puede corromperse ni
mancharse y que él nos tiene reservada como herencia en el cielo. Porque
ustedes tienen fe en Dios, él los protege con su poder, para que alcancen la
salvación que les tiene preparada y que él revelará al final de los tiempos.
Por esta razón, alégrense, aun cuando ahora tengan que sufrir un poco
por adversidades de todas clases, a fin de que su fe, sometida a la prueba, sea
hallada digna de alabanza, gloria y honor, el día de la manifestación de
Cristo. Porque la fe de ustedes es más preciosa que el oro, y el oro se
acrisola por el fuego. A Cristo Jesús no lo han visto y, sin embargo, lo aman;
al creer en él ahora, sin verlo, se llenan de una alegría radiante e
indescriptible, seguros de alcanzar la salvación de sus almas, que es la meta
de la fe. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SECUENCIA opcional
Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.
Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.
"¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?"
"A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua."
Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.
Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 20, 29
R/. Aleluya, aleluya.
Tomás, tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haberme
visto, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Ocho días después, se les apareció Jesús
Del santo Evangelio según san Juan: 20, 19-31
Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas
de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se
presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con
ustedes". Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los
discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría.
De nuevo les dijo Jesús: "La paz esté con ustedes. Como el Padre
me ha enviado, así también los envío yo". Después de decir esto, sopló
sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen
los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les
quedarán sin perdonar".
Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos
cuando vino Jesús, y los otros discípulos le decían: "Hemos visto al
Señor". Pero él les contestó: "Si no veo en sus manos la señal de los
clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en
su costado, no creeré".
Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y
Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les
dijo: "La paz esté con ustedes". Luego le dijo a Tomás: "Aquí
están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no
sigas dudando, sino cree". Tomás le respondió: "¡Señor mío y Dios
mío!" Jesús añadió: "Tú crees porque me has visto; dichosos los que
creen sin haber visto".
Otros muchos signos hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no
están escritos en este libro. Se escribieron éstos para que ustedes crean que
Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su
nombre.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
Credo de los Apóstoles
Creo
en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en
Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia
del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de
Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al
tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a
la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos
y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de
los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida
eterna.
Amén.
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario